Pronto podrás pedir al camarero que saque el alcohol de tu vino

Quitar el alcohol al vino será posible. Alacarte, una start-up con sede en Fontanals de Cerdanya, ha desarrollado la tecnología que permite sacar todo o una parte del alcohol sin necesidad ni siquiera de abrir la botella. La empresa asegura que, a pesar de reducir su contenido alcohólico, las propiedades y características del vino en cuestión se mantienen totalmente inalteradas respecto al líquido original.

Alacarte aún no ha sacado al mercado la máquina desalcoholizadora, pero tiene previsto hacerlo en 2021. Este 2020 ha abierto una ronda de financiación de 5,5 millones de euros para impulsar definitivamente antes de dar el salto para empezar a comercializarla.

“Responemos a una demanda creciente. No queremos convencer a nadie de que no beba alcohol”, indica Aleix Barandiaran, cofundador y consejero delegado de la compañía. Según explica, “hay una tendencia” en el mercado hacia un mayor consumo de “bebidas con bajo contenido alcohólico y calórico” y, como apunta, el alcohol es el mayor aporte de calorías del vino. El fundador de Alacarte argumenta que su tecnología abre las puertas del mercado a consumidores preocupados por su dieta o por los productos que comen, que normalmente beben muy poco o nada de alcohol. “Cada vez se consume menos alcohol y nosotros ponemos el vino en sectores donde ahora no está”, afirma el emprendedor.

Además, la posibilidad de desalcoholizar el vino también abre las puertas de esta bebida a otras parcelas de la población que no pueden consumirlo, como mujeres embarazadas o personas con intolerancias o enfermedades (por ejemplo , del hígado) que les impiden consumir bebidas alcohólicas. Asimismo, Barandiaran cree que “hay momentos” para cada consumidor en los que no quiere o no puede beber alcohol, o en los que quiere beber menos.

En este sentido, la empresa empezó a pensar en la posibilidad de sacar el alcohol con la entrada en vigor del carnet de conducir por puntos, en el 2006, que levantó mucha preocupación en el sector de la hostelería, en el que los creadores de Alacarte tienen sus orígenes profesionales . Sin embargo, en aquellos momentos, la tecnología no permitía hacer vino sin alcohol que mantuviera las propiedades propias de la bebida.

De hecho, la máquina de Alacarte está diseñada para utilizarse en el sector de hoteles, cafeterías y restaurantes, no para los productores. La elección de este sector como target no es casual: el alcohol actúa como conservante. Por tanto, si Alacarte quisiera vender su máquina a productores de vino para que la embotellaran directamente sin alcohol, la bebida debería pasar a tener fecha de caducidad, con las implicaciones que ello comportaría en términos de almacenamiento o de gestión de stocks , tanto para las bodegas en sí como para la hostelería. "A los productores les decimos que sigan haciendo vino, que lo hacen muy bien, porque tiene más sentido sacar el alcohol más tarde", remacha.

Barandiaran tiene muy claro que el vino debe ser sólo el primer paso en la trayectoria de la compañía. "Tenemos una tecnología aplicada a las bebidas alcohólicas", dice. "Estamos empezando por el vino, pero podemos hacer otras cosas o aplicarlo a otras bebidas, como el whisky oa cócteles", añade.

A pesar de encontrarse todavía en fase de lanzamiento, Alacarte no cierra la puerta a crecer en otros sectores. “Tenemos la puerta abierta a todo el mundo, pero queremos inversores que, además, puedan ayudarnos, ya sea en la distribución, en la fabricación o con apertura de mercado”, comenta el consejero delegado de la empresa. "A partir de ahí, podremos atacar a otros mercados", concluye.