¿Cuándo vale la pena amortizar un préstamo?
Normalmente, vemos la deuda como algo negativo y tener préstamos nos puede hacer perder el sueño. Por este motivo, muchas personas deciden amortizar anticipadamente su préstamo para quedarse "limpios". Ahora bien, ¿realmente siempre sale a cuenta hacerlo?
En nuestro país, la mayoría de préstamos utilizan el sistema de amortización francés. Esto significa que en cada cuota se devuelve una parte del principal y otra de intereses. A diferencia de lo que muchos piensan, los intereses no son siempre la misma cantidad: se calculan en función del dinero que aún debemos. Así, al principio del préstamo pagamos muchos más intereses que al final.
Por ejemplo, en un préstamo de 50.000 euros a devolver en 60 meses con una TAE del 5%, las cuotas mensuales serían de 941 euros. En la primera cuota, devolveríamos 737 euros de la deuda y pagaríamos 203 euros de intereses. En cambio, en la última cuota, devolveríamos 937 euros del préstamo y sólo cuatro euros serían intereses. Por tanto, en el sistema francés, los intereses se van reduciendo a medida que avanza el préstamo. Esto implica que no suele salir a cuenta amortizar un préstamo hacia el final de su vida útil, ya que la mayor parte de los intereses ya se han pagado previamente y, por tanto, podríamos decir que el dinero restante es "casi gratuito".
También hay que tener en cuenta las condiciones del préstamo. Como hemos comentado en otros artículos, no suele ser rentable amortizar anticipadamente una hipoteca, sobre todo si tiene un bajo interés. En cambio, sí puede ser interesante hacerlo en préstamos personales, de coche o de consumo, que suelen tener tipos de interés más elevados y, por tanto, un mayor ahorro potencial. Lo importante es analizar bien nuestra situación financiera y tomar la decisión con criterio, no sólo con la sensación de alivio que puede dar "no deber nada".