Encender los electrodomésticos a las horas más económicas nos puede ahorrar hasta 570 € al año
La lavadora y el lavaplatos son los dos aparatos más fáciles de programar durante los horarios más baratos
BarcelonaHasta 573 euros cada año. Este es el ahorro que supone para una familia formada por tres personas poner en marcha la mayoría de electrodomésticos durante las horas valle, las que con la nueva tarificación de la electricidad tienen un precio más bajo.
La reforma del sistema de tarifas de la luz que entró en vigor el junio pasado ha comportado ajetreo y malestar entre muchos ciudadanos por el encarecimiento de los recibos para la mayoría de familias, tanto las que tienen contratadas ofertas de las operadoras como las que prefieren acogerse a la tarifa del mercado regulado, el llamado precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC). "Hay toda una variedad de horarios con tarifas muy rentables", dijo la ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, al aprobarse los incrementos.
En realidad, sin embargo, la variedad para las familias con un recibo con PVPC es que tienen tres franjas horarias. La más cara es la hora punta, entre las 10.00 y las 14.00 horas, y entre las 18.00 y las 22.00 horas de los días laborables. En segundo lugar, está la hora llano, más barata, que está en vigor también de lunes a viernes entre las 8.00 y las 10.00 horas, entre las 14.00 y las 18.00 horas, y entre las 22.00 y las 00.00 horas. Para acabar, la tarifa más económica, la hora valle, se aplica entre las 00.00 y las 8.00 horas de los laborables y todo el día en fin de semana.
¿Qué diferencia en el recibo puede haber si se desplaza el consumo de las horas punta hacia las horas llano o valle? La respuesta es que depende del consumo de cada familia y del tipo de electrodomésticos, pero en muchos casos puede llegar a ser de centenares de euros al año.
Según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), para una familia de tres personas con tarifa regulada, pasar todo el consumo posible de la mayoría de los grandes electrodomésticos a horas valle puede llegar a representar un ahorro de 573 euros anuales, y si se pasa a horas llano, de 407 euros (ver el gráfico adjunto). Pero cada casa y cada aparato son diferentes.
Por ejemplo, el estudio de la OCU calcula el ahorro tanto para calentadores de agua como para cocinas eléctricas, un ahorro que no tienen que tener en cuenta los hogares que tienen estos aparatos de gas. Además, estos dos electrodomésticos son los que más dificultades presentan para modificar los hábitos de uso, igual que el horno, puesto que están estrechamente ligados a las rutinas y horarios de comidas de las familias, que a la vez dependen de los horarios laborales y escolares.
En este sentido, pasar el uso de una vitrocerámica a las horas valle comporta un ahorro de 187 euros cada año, pero también quiere decir que o bien se cocinan la mayoría de las comidas semanales durante los fines de semana o bien de madrugada, dos opciones –sobre todo la segunda– que la gran mayoría de familias no pueden llevar a cabo por efectos prácticos y porque representaría tener que cambiar totalmente sus horarios. Lo mismo pasa con el termos: el uso viene sobre todo para calentar agua para lavar platos o para la ducha, dos actividades diarias que permiten pocos cambios de hábitos, sobre todo en familias con niños. Es decir, se hace difícil de conseguir una reducción de la factura de 234 euros, como señala el estudio de la OCU, a pesar de que es posible.
Lo que es más factible es mover el consumo de lavadoras, secadoras y lavavajillas. Muchos de estos electrodomésticos, además, se pueden dejar programados, por lo que es muy sencillo llenarlos a la hora que nos vaya mejor y que se pongan en marcha de madrugada. Hay que tener cuidado, sin embargo, con el ruido, especialmente si están en zonas exteriores o próximas a patios interiores, puesto que puede superar los límites permitidos en algunos municipios y algún vecino se puede quejar o, incluso, denunciarlo. En este aspecto, cuando se compran nuevos electrodomésticos vale la pena buscar que sean silenciosos, además de los que tienen sello de bajo consumo.
En cualquier caso, a pesar de que los cambios de horario pueden comportar un ahorro notable, gran parte de la factura seguirá sin moverse por varias razones. La primera es que una parte del consumo eléctrico es constante: por ejemplo, el aparato que más luz gasta es la nevera, que no se puede apagar. La segunda es que una parte del recibo son impuestos, a pesar de que con la subida de precios el gobierno ha reducido el IVA para aligerar el encarecimiento. Y, finalmente, hay que tener en cuenta que otra parte importante de lo que pagamos de electricidad corresponde a la potencia mínima contratada, que es fija. De hecho, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, el regulador energético estatal, apuntó que una reducción de la potencia podría suponer un ahorro de media de más del 6% en cada factura.