Energía

Almaraz se acerca a su día D con un futuro incierto

Las eléctricas apoyan una prórroga mientras el gobierno español mantiene el plan de cierre

Vista de la central nuclear de Almaraz, en una imagen de archivo. Una treintena de alcaldes y concejales de la zona se concentraron para pedir su continuidad.
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BarcelonaEn noviembre del 2027 el reactor nuclear de la central de Almaraz I, en Cáceres, debería apagarse. Y el de Almaraz II debería apagarse unos meses después, en octubre del 2028. Así se recoge en el calendario que se pactó en 2019 entre las empresas propietarias de las centrales nucleares españolas y Enresa, la empresa pública que gestiona los residuos nucleares, que prevé un plan para ir apagando a todos los reactores atómicos del Estado hasta abandonar totalmente esta fuente de electricidad en el 2035, con el cierre de Vandellós II.

Por tanto, aún faltan meses para el apagón de la central de Almaraz, el primero afectado por este plan de cierre. Pero cada vez hay más voces que piden alargar la vida de esta instalación y la posible prórroga debe decidirse ya, posiblemente en las próximas semanas. Alargar la vida de una central nuclear conlleva una inversión, tanto de mantenimiento como de compra de uranio, por ejemplo, mientras que apagarla y prepararla para su desmantelamiento requiere otro tipo de inversión.

De momento el Estado mantiene el plan de cierre, aunque cuando se pactó el calendario se hizo con unas previsiones de desarrollo de las renovables y, sobre todo, de la capacidad de almacenamiento, que se incluyen en el Plan Nacional de Energía y Clima (PINIEC), que no se están cumpliendo. Pero, además, en 2019 no se calculaba el aumento de la demanda eléctrica que se está produciendo.

Por eso las empresas propietarias de la central –Endesa, Iberdrola y Naturgy– estarían dispuestas a alargar su vida, aunque hay matices. El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha pedido –lo explicitó hace quince días en Barcelona– un pacto de estado para redefinir el papel de las nucleares en las que participen el gobierno español, las eléctricas y también Endesa. Pero mientras tanto Endesa estaría dispuesta en el caso concreto de Almaraz a alargar la vida de esa central.

"Endesa se muestra dispuesta, si se dieran las condiciones, a valorar un hipotético escenario de renovación de la autorización de explotación de Almaraz como complemento al escenario actual del cierre", dicen fuentes de Endesa, que indican que el protocolo de cierre acordado en 2019 "debe ser reinterpretado a la luz años". Endesa cree que las nucleares pueden desempeñar un papel en la seguridad de suministro hasta que las renovables y el almacenamiento estén suficientemente desarrollados. De lo contrario, esta seguridad de suministro debería llegar a través de los ciclos combinados, es decir, quemando gas, lo que aumentaría las emisiones y, además, se mantendría la dependencia energética y de la volatilidad de precios de las energías fósiles.

Por su parte, fuentes de Iberdrola anunciaron a Europa Press que la compañía propondrá al CNAT (las siglas de Centrales Nucleares Almaraz-Trillo, empresa que explota de Almaraz y Trillo) iniciar los trabajos necesarios para posibilitar la ampliación de la vida de Almaraz. Para la compañía que preside Ignacio Sánchez-Galán, la ejecución de estos trabajos es necesaria para que el Consejo de Seguridad Nuclear emita un informe favorable y, de esta forma, se posibilite su extensión, siempre que "las condiciones fiscales actuales de las centrales nucleares cambien", según la compañía. "El futuro del parque nuclear requiere un amplio consenso entre empresas, administraciones, partidos políticos, trabajadores y ciudadanos", afirman fuentes cercanas a la compañía.

Al respecto, recuerda que en los últimos meses se han aprobado en España numerosas iniciativas parlamentarias, tanto a escala autonómica como nacional, favorables a la continuidad del parque nuclear. A estas iniciativas se suma la nueva proposición de ley presentada por el PP en el Congreso, que Iberdrola entiende que puede ser una oportunidad para que el Congreso debata y decida sobre futuro de la energía nuclear del país. Adicionalmente ha sido anunciada una nueva proposición de ley en el Parlamento de Extremadura con el propósito de reducir los impuestos autonómicos que recaen sobre esta tecnología.

Y el presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés, apoyó este mismo mes como solución para la central nuclear de Almaraz a una tregua sobre el calendario de cierre en su vida útil de dos y tres años, respectivamente, para cada uno de sus reactores, para después "replanificar" un programa "razonable" para 'Raonable'.

Peligro de apagones

Sin embargo, de momento el gobierno español no parece dispuesto a alargar la vida de las nucleares. El ejecutivo de Pedro Sánchez considera que alargar la vida de los reactores sólo aumentaría el coste de la gestión de residuos radiactivos. Hasta ahora el gobierno español asegura que no ha recibido ninguna solicitud formal por parte de las compañías nucleares para cambiar el calendario de cierres. "El calendario se acordó en el 2019 y no hay novedades", dijo en marzo la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen.

Respecto a la posible inversión en reactores de nueva generación, como están haciendo otros estados, el gobierno español se muestra reacio a invertir, argumentando que la capacidad renovable es más eficiente en términos de costes, según un documento interno del PSOE, citado por Bloomberg.

La Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Electricidad (Entso-e, de la que forma parte Red Eléctrica) ha publicado recientemente el informe European resource adequacy assessment (ERAA) 2024. En este informe, en el caso español se puede llegar a la conclusión de que el riesgo de apagón aumenta en España si se lleva a cabo el cierre nuclear de ambos reactores de Almaraz. Este informe indica que en el período 2026-2030 hasta 9 GW de ciclos combinados no serían económicamente viables y, si se autorizara su cierre, habría que tener los 22 GW de almacenamiento previsto en el PNIEC.

Por otra parte, el director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol, abogó la semana pasada, en un acto organizado por la Fundación Naturgy, para replantear el actual calendario de cierre de las centrales nucleares de España. Según Birol, España debería realizar esta reflexión porque el cierre de sus centrales es uno de los tres problemas que se han identificado en la política energética de Alemania.

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