Macron entierra el Midcat: "Es falso que sirva para solucionar el problema del gas"

ParísFrancia ha cerrado la puerta al Midcat. El gobierno del país galo siempre se había mostrado escéptico ante la idea de construir el gasoducto que uniría Catalunya y Francia, pero hasta ahora ningún dirigente se había pronunciado con tanta contundencia como lo ha hecho este lunes el presidente de la República, Emmanuel Macron. En una comparecencia para hablar de la crisis del gas después de reunirse por videoconferencia con el canciller alemán, Olaf Scholz, Macron ha desmontado uno a uno los argumentos que defienden tanto el gobierno español como la Generalitat a favor de construir el Midcat. Para Francia, el Midcat es innecesario.

"No entiendo por qué tendríamos que saltar como cabras pirenaicas sobre este tema para decir que solucionaría el problema del gas. Es falso. Es factualmente falso”, ha afirmado Macron parafraseando a un presidente francés histórico, Charles de Gaulle, que en 1965 habló de "saltar sobre la silla como cabras llamando a Europa". El actual inquilino del Elíseo sostiene que las dos actuales conexiones gasísticas entre España y Francia solo utilizan un 52% de su capacidad y que es el país galo el que exporta gas hacia el Estado y no a la inversa. "En este momento, en plena crisis del gas, las conexiones existentes no están saturadas –ha destacado Macron–. No entiendo el problema que tiene que resolver a corto plazo".

Macron ha recordado que la construcción del Midcat es económicamente muy costosa y tendría un impacto medioambiental importante. Además, el presidente de Francia ha asegurado que también es "falso" que el gasoducto pueda transportar hidrógeno verde en un futuro, uno de los principales argumentos de España. "Supondrá hacer más obras importantes porque las características del hidrógeno no son las mismas. Por lo tanto, no es cierto que en el futuro el Midcat pueda transportar hidrógeno", ha destacado.

Más electricidad de Alemania

El presidente de Francia ha acordado con el canciller alemán aumentar la importación de electricidad de Alemania y, a cambio, que Francia le envíe más gas. Con más de la mitad de los reactores nucleares parados por tareas de mantenimiento y problemas técnicos, Francia produce menos electricidad de la que consume, una situación anómala que le ha llevado a comprar más electricidad a España en los últimos meses.