ENERGIA

Escasez de butano por culpa del frío y el precio de la luz

El aumento de la demanda del 40% coincide con la subida hoy del 5% del precio de la bombona

Xavier Grau Del Cerro
4 min

BarcelonaAl inicio de la pandemia del covid-19, con el confinamiento más estricto, estalló una fiebre para acaparar papel higiénico. Los rollos de este producto desaparecían de los estantes de los supermercados. Ahora el frío y el encarecimiento del precio de la luz han provocado un fenómeno similar con las bombonas de gas butano, hasta el punto de que algunos clientes de Barcelona han tenido dificultades para encontrarlas. Los usuarios han recorrido gasolineras buscando bombonas de gas y en algunas se han encontrado el cartel “No tenemos butano”.

Fuentes de Repsol, la principal empresa productora y comercializadora de gas licuado del petróleo (GLP) en España, reconocen que se ha disparado la demanda, un 40% los primeros ocho días del año sobre todo en Cataluñnya, el País Valenciano y las Baleares, cosa que provoca que las existencias en gasolineras y almacenes se agoten en poco tiempo. Aún así, dejan claro que “no hay ningún riesgo de desabastecimiento, y hay stocks más que suficientes”.

Pau, vecino de Barcelona, ha sido uno de los que ha tenido dificultades durante la semana del temporal Filomena para encontrar una bombona. Trabaja por la mañana y, por lo tanto, no puede esperar en casa a que pase el repartidor. Por eso acostumbra ir a buscar gas a la gasolinera. “Por la tarde ya no había. Ahora parece que ya está solucionado”, explica al ARA. Su caso no es único. Hay más usuarios que han expresado su malestar por las dificultades para comprar butano en las últimas semanas, tanto en gasolineras y almacenes como través de los distribuidores que recorren las calles habitualmente.

Clipagás, la principal distribuidora en Barcelona, reconoce que ha habido un aumento importante de la demanda los primeros días de enero, cuando pasaron de repartir unas 3.500 bombonas diarias a unas 6.000. Esto, explican responsables de la compañía, ha podido provocar que se tarde más en servir a los clientes.

Este aumento repentino de las ventas se atribuye al frío, la subida del precio de la luz y el consumo más elevado debido a las medidas para contener la pandemia, que hacen que la gente esté más rato en casa, según explican fuentes del sector. Las bajas temperaturas han provocado más consumo y hay un acaparamiento por parte de los clientes, que quieren tener reserva de bombonas en casa. A este hecho se suma el miedo de encontrarse un aumento importante en el próximo recibo de la luz por el uso de radiadores eléctricos. Esto ha llevado a los consumidores a optar por las estufas de butano, puesto que este combustible es el más barato. “Hay un efecto psicológico”, explican fuentes de Repsol.

La compañía ha indicado que ha podido distribuir el producto con normalidad, excepto en alguna situación muy puntual provocada por el temporal Filomena, y afirma que las 13 plantas que hay en el Estado trabajan a pleno rendimiento. Además, la falta de butano ha coincidido con la época del año en la que se consume más. Tradicionalmente, las ventas más elevadas se concentran entre los meses de enero y marzo.

La pandemia dispara las ventas

El consumo de gas butano en España había ido menguando los últimos años. Del 2009 al 2018 bajó un 20%. Pero desde que se declaró la pandemia ha habido un cambio en el comportamiento de los usuarios. Según Repsol, en 2020 las ventas de butano aumentaron un 9%. Clipagás asegura que en diciembre pasado las ventas aumentaron un 50% en Barcelona respecto al año anterior, y en el conjunto de Catalunya el incremento fue del 34%.

El aumento del consumo de butano está impulsado sobre todo por el usuario particular, puesto que el sector se ha quedado sin el volumen de ventas importantes que le llega a través de la hostelería por las restricciones relacionadas con la pandemia. Fuentes del sector cifran la caída de la demanda de bares, restaurantes y hoteles en un 80%.

Los datos de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) indican que Catalunya es la tercera comunidad donde se consume más gas envasado. Concretamente, 75.253 toneladas en 2019, solo por detrás de Andalucía (244.913 toneladas) y Galicia (76.395 toneladas).

Aumento de precio

El interés de los últimos días por acaparar gas butano coincide con un aumento de casi el 5% del precio de este combustible a partir de hoy. Las bombonas más habituales, de 12,5 kilos de peso, tienen el precio regulado, a diferencia de las más pequeñas y más grandes, que lo tienen libre. El gobierno español revisa cada dos meses el precio de este gas, que no puede subir o bajar más del 5% en cada revisión.

Así pues, a partir de hoy y durante los próximos dos meses el precio de la bombona será de 13,31 euros, un 4,89% más de lo que costaba ayer. Es la segunda subida consecutiva, puesto que en noviembre pasado también se encareció casi un 4,9%. Este aumento obedece a la subida de la cotización internacional de la primera materia (+16,85%), así como de los fletes (+36,17%), según indicaron a Europa Press fuentes del ministerio para la Transición Ecológica.

Hace un año, el precio de la bombona era de 13,37 euros, un precio que se mantuvo entre enero y julio de 2020, porque el gobierno español suspendió las revisiones bimestrales del precio dentro del paquete de medidas económicas para hacer frente a la pandemia. El 21 de julio se fijó el nuevo precio, de 12,71 euros, y en septiembre volvió a bajar a los 12,09. No obstante, en noviembre cambió la tendencia para subir hasta 12,69 euros y ahora ya cuesta 13,31.

A pesar del incremento de precio, la bombona todavía cuesta menos que antes del inicio del estado de alarma en marzo de 2020.

LAS CIFRAS DEL CONSUMO DE BUTANO

9%

Es el aumento del consumo de gas butano durante el 2020, después de años de descenso en el uso de este combustible

75.253

Son las toneladas de gas licuado del petróleo envasado (el butano es el principal) que se consumieron en Catalunya durante el 2019. El Principat fue la tercera comunidad que consumió más bombonas

-80%

Es la caída del consumo de butano en el sector de la hostelería debido a las restricciones asociadas a la lucha contra la pandemia

40%

Es el repunte de la demanda los primeros ocho días del año, según los cálculos de la petrolera Repsol, principal empresa del sector

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