Energia

España y Bruselas acercan posiciones para la reducción de consumo del gas

El ejecutivo español insiste en su propuesta de incrementar el suministro si es necesario

MadridLos ministros de Energía de la Unión Europea tienen que dar luz verde este martes al plan para reducir el consumo de gas que presentó la Comisión Europea la semana pasada y que pasaba por limitar este consumo a un 15%. La propuesta, si embargo, no tiene el aval de los 27 países, y cuenta particularmente con la oposición de España: el día que Bruselas presentó el documento, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, levantó el dedo para oponerse. En los últimos días se han intensificado las negociaciones para intentar llegar a un acuerdo y, a pocas horas para que se reúna el Consejo de Ministros europeo extraordinario, la Unión Europea se ha mostrado dispuesta a flexibilizar las medidas para limitar el consumo de gas que tendrían que entrar en vigor el 1 de agosto y que se extenderían hasta el 31 de marzo del 2023, según fuentes conocedoras de las negociaciones.

La semana pasada Bruselas presentó un plan de contingencia en el que establecía una reducción del consumo de gas del 15% para todos los países. "España, a diferencia de otros países, no ha vivido por encima de sus posibilidades desde punto de vista energético", defendió la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. España, junto a Portugal o Grecia –aliados en las cuestiones energéticas–, se había opuesto al plan de Bruselas, mientras que los países del norte lo veían con buenos ojos. En los últimos días, de hecho, Ribera había hecho una propuesta a la Unión Europea que pasaba por "ofrecer el máximo de gas posible a los países de la Unión Europea" que lo necesiten, apuntan fuentes del ministerio de Transición Ecológica. A cambio, pedía a Bruselas que tuviera en cuenta las necesidades de cada estado. La idea, defienden las mismas fuentes, es "aprovechar la situación estratégica de hub que tiene España" y "maximizar las interconexiones". Esto pasaría por reactivar la planta de regasificación del Musel, en Asturias, e intensificar la exportación de gas a través de los gasoductos de Navarra y el País Vasco. El ministerio de Transición Ecológica había cifrado la aportación en 5,6 bcm (millones de metros cúbicos de gas natural) durante los próximos ocho meses, una cifra que contribuiría al ahorro que se ha marcado la Unión Europea, de hasta 45 bcm.

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Bruselas ha abierto la puerta a adaptar el porcentaje de reducción de consumo del 15% a las necesidades de cada país, según informa el ACN. La cifra se podría modular teniendo en cuenta elementos como el grado de interconexión o la cantidad de gas que exporta un estado al resto de la Unión Europea, dos condiciones que podría explotar España. En el documento inicial, Bruselas establecía algunas excepciones en relación a este porcentaje, que pasaban por que un país de la Unión Europea pudiera reducir en un 5% el 15% de caída de consumo si demostraba que no podía contribuir a los otros estados miembros "por su nivel de interconexión", como sería el caso de España, que es uno de los países con un nivel actual más bajo de interconexiones.

El estado de alerta

Las medidas del plan elaborado por Bruselas eran voluntarias, pero la Comisión Europea estableció una cláusula para que pudieran pasar a ser obligatorias si se activaba "el estado de alerta". Podían activarlo o bien la misma Comisión o un mínimo de tres estados miembros. Ahora Bruselas estaría dispuesta a dificultar el trámite requerido para hacer obligatorias las medidas. Para declarar este estado de alerta, lo tendría que pedir la Comisión o bien cinco estados miembros y, para que se aplicara, haría falta el apoyo de una mayoría cualificada, es decir, de 15 estados que representaran como mínimo el 65% de la población total de la Unión Europea.

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Todo ello se tendrá que acabar de negociar en las próximas horas. El plan de contingencia europeo es, en la práctica, una respuesta a las posibles restricciones de gas por parte de Rusia. De hecho, este lunes Moscú ha anunciado que a partir de este mismo miércoles restringía el suministro de gas a través del gasoducto Nord Stream a un 20% de su capacidad habitual. Una disminución que Rusia ha explicado por problemas técnicos con una turbina y que afectaría especialmente a países como Alemania. Es por eso que la Unión Europea continúa reclamando una respuesta "unitaria" y "solidaria" a todos los estados miembros para hacer frente a la amenaza de Rusia. Desde el ministerio de Transición Ecológica, por su parte, insisten que su propuesta es la más "solidaria" y "eficaz".