El ataque ruso a Ucrania

Rusia reducirá el paso del gas hacia Europa por el Nord Stream a un 20% de la capacidad habitual

A partir del miércoles parará otra turbina del gasoducto, que ya opera al 40%

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Las instalaciones del gasoducto Nord Stream 1 a Lubmin, Alemania.

BarcelonaEl gigante ruso Gazprom ha anunciado este lunes que reducirá el suministro de gas a través del gasoducto Nord Stream 1 a un 20% de su capacidad. A partir de este miércoles 27 de julio, el gasoducto enviará hacia Europa 33 millones de metros cúbicos diarios, la mitad de lo que envía ahora mismo, que a su vez ya es solo un 40% de la capacidad total. Moscú paró durante diez días el suministro por unas supuestas tareas de mantenimiento que acabaron el 21 de julio, cuando se retomó el suministro. Pero ya desde junio, antes de esta parada, el gasoducto operaba a un 40% de su capacidad.

La empresa estatal rusa dice que se ve forzada a reducir el gas todavía más porque el miércoles tendrá que parar una turbina en mal estado, al cumplirse el plazo de reparación que tenía. De hecho, el argumento que usaba para la bajada inicial del suministro hasta el 40% era ya la falta de otra turbina, que Rusia todavía espera que le sea devuelta después de una reparación en Canadá. El motor quedó bloqueado durante un tiempo en el país norteamericano debido a las sanciones económicas impuestas al Kremlin por su invasión de Ucrania, que impedían enviarlo hasta Rusia. Finalmente, la semana pasada, la turbina fue devuelta porque la empresa alemana Siemens la entregó a operarios alemanes, y no directamente a Rusia.

Pero Gazprom pone obstáculos ahora a su traslado porque dice que ha recibido los documentos de Siemens Energy y Canadá sobre la turbina, entre ellos la licencia de exportación, y que estos "no eliminan los riesgos identificados anteriormente y plantean preguntas adicionales", especialmente en cuanto a la reparación futura de otras turbinas. Sin esta turbina, el suministro de gas a Europa a través de Alemania había bajado a los 67 millones de metros cúbicos diarios, un 40% del habitual. Pero Alemania asegura que aquel motor no se tenía que utilizar hasta septiembre. Ahora, Gazprom dice que parará otra turbina de gas Siemens en la estación de compresores de Portovaya de Nord Stream 1, y que lo hará siguiendo las instrucciones de su cuerpo de vigilancia, debido al estado técnico del motor.

La Unión Europea ve en todos estos movimientos una operación de chantaje, y cree que el Kremlin lo que intenta es hacer subir todavía más los precios del gas en Europa para conseguir que se levanten las sanciones y que Occidente se replantee incluso su apoyo a Ucrania. Muchos gobiernos de Europa, incluida la cancillería alemana, temen una posible recesión este invierno si se mantiene la presión energética. Alemania ya se vio obligada la semana pasada a rescatar a Uniper, su mayor empresa de importación de gas de Rusia, después de la parada de suministro. Y la Unión Europea en conjunto importa el 40% de su gas (y el 30% de su petróleo) desde Rusia.

El presidente Vladimir Putin había advertido ya este mes que las sanciones continuas corrían el riesgo de provocar aumentos catastróficos de los precios de la energía para los consumidores de todo el mundo.

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