España y Portugal propondrán un tope del gas de 30 euros para abaratar la luz

MADRIDEspaña y Portugal ya tienen acordado el tope del gas para las centrales de ciclo combinado o gas que pedirán a la Comisión Europea para abaratar así la factura de la luz: 30 euros el MWh, según ha avanzado el diario portugués Público este jueves, y ha confirmado posteriormente la ministra de Transición Ecológica española, Teresa Ribera, en declaraciones a los medios desde Galicia. Estos días los dos gobiernos han estado negociando la cifra, que tiene que obtener el visto bueno de Bruselas, y que se enmarca en las propuestas que la Comisión permitirá que los dos países saquen adelante después de ser reconocidos por su "singularidad ibérica". Con todo, esta medida sería "excepcional" y "temporal", han reiterado los dos gobiernos, para poder rebajar los altos precios de la electricidad.

Ribera ha confirmado que esta es la cifra que los dos gobiernos han planteado a la Comisión. El tope final, sin embargo, será negociado con Bruselas, ha reiterado la ministra, y, por lo tanto, puede recibir modificaciones. "Acabamos de empezar el trabajo con la Comisión, así que yo pediría tranquilidad", ha insistido Ribera. Este lunes, desde Unidas Podemos ya abrieron la puerta a esta cifra. La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 y secretaria general de la formación, Ione Belarra, dijo que el tope tendría que ser de "30 euros el MWh". En cambio, desde los ministerios de Economía y Transición Ecológica se limitaban a pedir prudencia y no confirmaban la cifra. "Son cuestiones complicadas", decía la ministra de Economía socialista, Nadia Calviño.

Esta semana la misma Ribera insistía que el límite que se quería proponer sería "mucho más bajo que el precio [del gas] actual". "Es importante explicar [en Europa] qué cifra se elige, y esto requiere un trabajo técnico. Cuanto más bajo sea el precio que Bruselas considera que puede avalar, mejor para nosotros", reiteraba Ribera en la rueda de prensa posterior al consejo de ministros del martes.

Impacto en la factura de la luz

¿Qué impacto puede tener? El precio del gas ha estado normalmente en unos 20 euros el MWh, mientras que en 2021 empezó a subir hasta los 50 euros MWh y ahora es superior a los 120 euros/MWh, explican desde el ministerio de Transición Ecológica y así lo recoge el mercado ibérico del gas (Mibgas), que comparten España y Portugal. Una vez determinado el tope, las centrales de ciclo combinado o de gas no podrán vender el carburante fósil al mercado mayorista (o pool) como tecnología para generar electricidad por encima de este precio. Hay que tener en cuenta que esto no afecta al gas que las familias consumen directamente para los hogares.

Como con el sistema actual el gas –la tecnología más cara– arrastra al resto de energías en su precio –como por ejemplo las renovables o la nuclear, que son más económicas–, el hecho de introducir estos cambios tendría que provocar un descenso automático de la factura. Así, los 30 euros a los cuales apunta el gobierno se traducirían en un precio de la electricidad alrededor de los 100 euros/MWh, mientras que en las últimas semanas ha superado los 500 euros/MWh.

A estas centrales se les compensará para cubrir la diferencia con el precio real del gas, es decir, el que pagan. ¿Cómo? Sobre la mesa había varias opciones, entre ellas que se compensara a las empresas vía presupuestos generales del Estado. Pero esto ha quedado descartado y, finalmente, será el consumidor quien lo haga. Como solo se compensará el gas y no las tecnologías más baratas, como las renovables, la rebaja sobre el recibo final no quedará desvirtuada.

Ahora bien, el pulso con Bruselas para conseguir este tope no será fácil. La preocupación principal de la Comisión es que esto distorsione el mercado europeo. Para solucionar esta traba, España quiere vender la electricidad a Francia a un precio normal. Se fijará el precio de compraventa del día sin límite, a un precio que determinará el último tipo de energía que entre en la subasta, como hasta ahora. Después se fijará otro precio para España y Portugal teniendo en cuenta el tope sobre el precio del gas que se acabe decidiendo.