Fiscalidad

El FMI carga contra los subsidios generalizados al petróleo

El organismo reclama medidas más allá del impuesto mínimo de sociedades global para tapar los agujeros fiscales

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La gasolina está a precios récord.

BruselasSubvencionar de manera general el precio del petróleo como respuesta al incremento de precios no es una buena solución, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). En la última edición de su informe sobre fiscalidad, el organismo avisa de que este tipo de subsidios —que se aplican ampliamente en Europa y también en España— tienen más inconvenientes que ventajas porque son costosos para las arcas públicas, producen un "sobreconsumo" y acaban beneficiando "desproporcionadamente" a los hogares con ingresos más altos.

Básicamente, para el FMI subvencionar el precio del petróleo encarecerá la factura fiscal para los países que aplican esta medida. Por ejemplo, en el caso de España, esta institución internacional prevé que el 2027 todavía se mantenga en un déficit del 3,9% de su PIB y en más del 114% de la deuda pública. Lo que reclama son medidas más específicas, que protejan las personas y los hogares más vulnerables. Esta propuesta va dirigida sobre todo a los países que tienen menos espacio fiscal, es decir, que van más justos porque deben más de lo que tienen, como es el caso de España. "Los subsidios generalizados son costosos, limitan la productividad, reducen los incentivos a los productores y provocan sobreconsumo. Además, en el caso de la energía, benefician de manera desproporcionada as los hogares con más recursos", remacha el informe del organismo.

En el fondo, el FMI apuesta por permitir la transmisión de los precios internacionales a los precios finales, para evitar problemas de distribución y suministro global. Para mitigar el impacto que esto pueda tener en los hogares, propone un enfoque gradual y "redes de protección social" adecuadas para la ciudadanía más vulnerable. Para los gobiernos con los bolsillos más saludables, el FMI propone una transferencia directa de dinero a los hogares que más lo necesiten. Una de las preocupaciones principales de esta institución es la alta factura fiscal que las administraciones tendrán que pagar más adelante en un contexto en el que ya se espera una subida del tipo de interés.

Mejorar los tributos globales

Ante este contexto, hay consenso en la comunidad internacional de que hay que mejorar la fiscalidad global; es decir, los impuestos que pagan (o mejor dicho, no pagan) las empresas internacionales o particulares con actividad global. El FMI celebra el acuerdo de la OCDE para un impuesto mínimo de sociedades del 15%, pero considera que se puede hacer más, por ejemplo estableciendo un registro de la propiedad internacional o vigilando exactamente dónde se pagan y dónde se deberían pagar los tributos correspondientes.

Por otro lado, cree que reclamar una porción de los impuestos que una empresa digital paga en el país donde tiene actividad (no solo donde tiene la sede) es una manera más efectiva de gravar el sector digital que aplicar la tasa Google de manera unilateral. En conclusión, lo que el FMI pide es coordinación y cooperación entre los gobiernos de todo el mundo para tapar los agujeros por los cuales se escapan miles de millones de euros y ayudar así a las arcas públicas a recuperar el esfuerzo hecho durante la pandemia y ahora por la guerra en Ucrania.

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