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Garamendi tacha de "comunista" la idea de Junts de multar a las empresas que no vuelvan a Cataluña

El presidente de la patronal CEOE rechaza el "chantaje" del gobierno español con el salario mínimo

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El presidente de la patronal española CEOE, Antonio Garamendi, en una reciente imagen.

MADRID"Se llama regulación en vena o se llama comunismo". Así ha definido el presidente de la patronal española CEOE, Antonio Garamendi, la idea de Junts de multar a las empresas que no vuelvan a Catalunya después de haber salido de ella en octubre del 2017. "Esta es la mejor fórmula porque no se n cree ninguna", ha dicho Garamendi en una entrevista en RNE este martes por la mañana. El presidente de la organización empresarial ha cuestionado incluso la que la propuesta quepa en la Constitución y ha apuntado, en línea con lo que Foment del Treball hace tiempo que defiende, que lo que hay que hacer es generar un clima de confianza: "Esto no se hace diciendo que si no vienes te multo. Yo desearía que volvieran, pero hay que generar el clima", ha afirmado.

En el marco del acuerdo político entre Junts y el PSOE para investir a Pedro Sánchez, ambas formaciones acordaron "abordar los elementos esenciales de un plan para facilitar y promover el regreso a Catalunya de la sede social de las empresas que cambiaron su ubicación en otros territorios en los últimos años". Un planteamiento que para Junts hace falta que se traduzca impulsando "que las empresas que vuelvan [a Catalunya] tengan incentivos y aquellas que no, sean sancionadas", como ha afirmado el portavoz de Junts, Josep Rius, en una entrevista este martes por la mañana en la SER. Asimismo, desde Junts reclaman derogar el decreto del PP –denominado también decreto Guindos– que permitió las salidas.

Juntos ha reabierto el melón del retorno de las empresas a las puertas de la votación este miércoles de un gran decreto en el Congreso de los Diputados que, entre otras cuestiones, incluye la prórroga de una parte del paquete de medidas para afrontar la crisis energética y de precios: desde la rebaja fiscal del IVA de algunos alimentos hasta la subida paulatina de los impuestos del recibo de la luz. En estos momentos los de Carles Puigdemont mantienen su no a tres normas: el decreto de medidas anticrisis, el de la reforma del subsidio de paro y el de justicia. Con esta exigencia sobre la mesa, los junteros buscan presionar al PSOE para que mueva ficha en relación a los decretos, hasta el punto de que confían negociarlos desde cero. Los socialistas, por ahora, se han abierto a tramitarlos como proyectos de ley para que se puedan introducir enmiendas.

El denominadodecreto Guindos facilitó que las empresas, con CaixaBank a la cabeza, pudieran trasladar la sede de Catalunya de urgencia sin pasar por el trance de la junta de accionistas. A pesar de esta exigencia de Junts, el ARA publicó a mediados de octubre que fuentes del partido explicaban que cambiar el decreto no estaba sobre la mesa porque al igual que propició una estampida podría facilitar retornos rápidos y sin pasar por los accionistas.

Pendientes del salario mínimo

Garamendi, sin embargo, no sólo ha cargado contra el planteamiento de Junts. También lo ha hecho contra el gobierno español y sus "amenazas" en torno al incremento del salario mínimo interprofesional. Después de que el lunes el ministerio de Trabajo advirtiera a la patronal de que si no firma el incremento será superior al 4%, Garamendi ha dicho que "esto no es diálogo social, es chantaje". Sindicatos, empresarios y gobierno español quieren volver a reunirse a finales de esta semana para alcanzar un acuerdo para una nueva subida del sueldo mínimo.

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