El Govern adjudica por 8,4 millones el mantenimiento de la C-32 y la C-33 una vez liberadas de peajes

BarcelonaPrimer consejo ejecutivo después de la pausa de verano de tres semanas. Una reunión del Govern con varias carpetas encima de la mesa. La más candente de todas, el fin de los peajes en Catalunya que se concretará esta medianoche y que llega sin que haya un acuerdo sobre un modelo claro de cómo se financiará el mantenimiento de las vías rápidas a partir de ahora. Ante la incertidumbre, la Generalitat ha tenido que tomar las primeras decisiones. Este mismo martes el consejo ejecutivo ha adjudicado el mantenimiento de los tramos de la C-32 y la C-33 una vez liberados los peajes, por un importe de 8,4 millones de euros hasta el marzo próximo. Todo ello, una solución provisional mientras se resuelve la cuestión clave: ¿cuál será el modelo de mantenimiento a partir de ahora?

El Govern parte de la base de que los peajes se han marchado para no volver más, porque considera que es una fórmula con la que los catalanes han salido perjudicados. Así lo ha expresado la portavoz del ejecutivo, Patrícia Plaja: "Los catalanes han pagado durante demasiado tiempo para circular por Catalunya. [El fin de los peajes] No es ningún regalo, los catalanes han pagado desde la primera peseta". El origen del problema que detecta la Generalitat es el "maltrato sistemático en materia de infraestructuras" que ha sufrido tradicionalmente Catalunya.

Sobre el futuro, pocas concreciones. En los últimos años la Generalitat había defendido instaurar un sistema de viñeta –pagar una tarifa plana que permitiera circular por todas las vías de alta capacidad–, pero ahora avisa de que no solo puede ser una cuestión que se implante en Catalunya. El Govern teme ahora que esta viñeta sea un sistema que al final "solo obligue a los catalanes a pagar mientras en el Estado se continúa circulando gratuitamente". Plaja ha expresado que el mantenimiento de los más de 400 kilómetros de vías rápidas en Catalunya que quedarán liberadas de peajes "tendría que ir a cargo del Estado", pero ahora mismo no tiene ninguna garantía de cómo acabará la cuestión. El objetivo es que el nuevo sistema "no se convierta en un agravio para los catalanes", ha dicho la portavoz, asumiendo que en este cuestión también tocará "entenderse con el gobierno español".

En cuanto a los 8,4 millones de euros que le costará a la Generalitat el mantenimiento de la C-32 y la C-33 hasta el mes de marzo próximo, la tarea corresponderá a la unión temporal de empresas que se ha constituido para la ocasión y que forman Sorigué Acsa Conservación de Infraestructuras, Comsa e Innovia Coptalia. El contrato tiene una duración desde el 1 de agosto de 2021 hasta el 28 de febrero de 2022. A partir de aquí, nadie puede garantizar cómo avanzará la cuestión.

Nueve curso político

Al margen de los peajes, este martes ha empezado un nuevo curso político para el Govern, el primero que hará completo el ejecutivo de Pere Aragonès, que apenas ahora ha cumplido 100 días. Plaja ha sacado pecho de que los primeros meses del nuevo gobierno han servido para recuperar "plenamente" el funcionamiento de las instituciones de Catalunya después del interinaje que se abrió con la inhabilitación del president Quim Torra. Uno de los retos del ejecutivo será mantener una cohesión razonable entre los dos socios que lo forman, ERC y JxCat. Para fomentar el buen ambiente, el Govern celebrará este sábado unas jornadas de trabajo con presencia de todos los consellers y los secretarios generales de los departamentos, como publicó el lunes el ARA. El encuentro será en el Centre de Cultura i Natura de la Vall d'en Bas con el objetivo de "enfocar el curso político" y que "cada departamento comparta con el resto las prioridades de cada conselleria". Unas convivencias sui generis para fomentar una cohesión que, en los últimos años, ha fallado en numerosos momentos.