Infraestructuras

Govern y ejecutivo central, enrocados con El Prat a pesar de la presión de los agentes sociales

Foment ofreció la cancelación de un acto a favor del aeropuerto a cambio de recuperar la negociación

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Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball .

BarcelonaEl incombustible presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, es a estas alturas el principal patrocinador de la difícil operación que quiere hacer volver a los gobiernos catalán y español a la mesa que tiene que validar el proyecto de ampliación de El Prat. Por ahora, sus esfuerzos no han tenido éxito.

Este plan, que ponía 1.700 millones de euros encima de la mesa y tenía que servir para descongestionar una infraestructura que rozaba el límite antes de la pandemia y también para atraer vuelos de largo alcance, naufragó la semana pasada después de que el ejecutivo estatal lo parara esgrimiendo como causa las dudas y contradicciones del Govern. 

Desde el mismo momento de la cancelación del plan, Sánchez Llibre, que ya había sido impulsor con el acto de Esade en junio, lanzó un mensaje duro, en el que acusaba incluso a los dirigentes políticos catalanes de llevar al país a la “ruina económica” y los instaba a seguir negociando. Y el domingo, el presidente de la patronal de la gran empresa pedía a los sindicatos que lo apoyaran para pedir una reanudación de las negociaciones. Tanto UGT como CCOO ya habían instado a las dos administraciones a desbloquear la inversión.

Pero las maniobras de Sánchez Llibre no solo han sido públicas. El dirigente patronal intentó primero incluir el tema del aeropuerto en un acto que inicialmente tenía que ser crítico con Ada Colau y que Foment preparaba desde hacía semanas, sobre todo a raíz de la negativa al Hermitage, tal como avanzó el ARA. La intención del acto era presionar al Govern, rodeado de empresarios y representantes sectoriales, para que que se replanteara su postura sobre El Prat.

Pero según ha podido saber este diario, el presidente de Foment propuso a Oriol Junqueras y Jordi Sànchez en su reunión del jueves un acuerdo: la posibilidad de cancelar el acto a cambio de incluir la negociación sobre El Prat en la mesa de diálogo. 

A pesar de estos esfuerzos, los dos ejecutivos parecen lejos de volver a hablar de El Prat. Ante las presiones del PSOE para que la Generalitat asuma públicamente el acuerdo del 2 de agosto, fuentes del Govern lo descartan y subrayan que no cederán al "chantaje" del gobierno español. "En este debate no hay la confianza mínima con Aena y el gobierno español" para renegociar nada, dicen, y apuntan que solo en el supuesto de que el ejecutivo de Pedro Sánchez se echara atrás en cuanto a la ampliación y comprometiera la inversión sin afectar ningún espacio de la Ricarda podrían hablar. En la misma línea, la portavoz de Junts, Elsa Artadi, ha afirmado que sería “el colmo del cinismo” que el gobierno central llevara el tema a la reunión de la mesa de diálogo entre ejecutivos.

Una prórroga muy cara

En efecto, la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, ha insistido en que lo que tiene que hacer la Generalitat es ratificar el acuerdo del 2 de agosto. “Pero me parece que no se dan estas condiciones”, ha lamentado. La titular de Economía, Nadia Calviño, aseguraba que "la pelota está en el tejado de la Generalitat".  

Como ha avanzado este lunes La Vanguardia, la legislación permite ganar tiempo a la hora de acercar posiciones. Según la ley 18/2014 de medidas urgentes para el crecimiento, existe la posibilidad de prorrogar de manera excepcional el Dora actual (el documento que recogería el proyecto) durante un año, a partir del 30 de septiembre, mientras no se llegue a un entendimiento. Aún así, la ministra Sánchez no se ha mostrado favorable a usar este artículo para salvar la ampliación, porque aplazar la aprobación de las inversiones de los próximos cinco años, ha dicho, tendría un impacto que el resto de la red no se puede permitir. Tampoco desde el Govern lo ven claro.

Aena, a su vez, seguía la línea marcada por la ministra. Fuentes del gestor aeroportuario explican que quieren recuperar el plan “siempre que haya un apoyo incondicional por parte del territorio”, cosa que ahora no ven factible. Así, y a pesar de los agentes sociales, la ampliación de El Prat sigue embarrancada.

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