Industria

Los accionistas aportan 800 millones a Celsa para refinanciar su deuda

Del total, 200 millones son a través de una inyección de capital y los 600 millones restantes, un préstamo subordinado

El presidente de Celsa, Rafael Villseca, y su consejero delegado, Jordi Cazorla, en una rueda de prensa este lunes
30/10/2025
2 min

BarcelonaLos accionistas de Celsa, que son los fondos acreedores que quedaron su propiedad, aportarán 800 millones para refinanciar la deuda de la siderúrgica. El consejo de administración ha aprobado una operación en dos tramos: uno de 200 millones que inyectarán los socios, y otro de 600 millones como préstamo subordinado (son aquellos que en caso de concurso de acreedores quedan en último lugar por cobrar).

Al mismo tiempo se ha convocado una junta extraordinaria de accionistas para el 4 de diciembre. Con los movimientos financieros acordados terminará el proceso de reorganización financiera de la compañía. Todo ello empezó con la capitalización derivada de la sentencia judicial de septiembre de 2023, que dictaminó ceder la propiedad de la familia Rubiralta a los fondos acreedores. También se llevó a cabo un saneamiento complementario de las cuentas al cierre de ese ejercicio, así como la reducción de la deuda con la venta de activos de los países nórdicos y Reino Unido.

A mediados del año pasado, Celsa puso en marcha un nuevo plan industrial. Inicialmente, contaba con el brazo inversor de La Caixa, Criteria, como accionista, pero finalmente lo rechazó, lo que ha supuesto el esfuerzo financiero de los accionistas. La compañía, tras la retirada de La Caixa, renunció a buscar a otros socios. El plan se financió con una ampliación de capital de 166 millones de euros por parte de los accionistas.

Entorno favorable

Esta hoja de ruta se ha cumplido en un 60%, permitiendo "notables aumentos" del resultado de explotación (ebitda), según la compañía. Celsa espera un entorno más favorable para el sector del acero el próximo año, con un incremento de la demanda de la construcción y la implementación de las medidas de salvaguarda y tarifas anunciadas por la Unión Europea (UE) para la industria del acero que ayudan a mejorar el ciclo económico de la industria.

La siderúrgica catalana, que tiene a Rafael Villaseca como presidente y Jordi Cazorla como consejero delegado, cerró el 2024 –el primer ejercicio cumplido con los fondos acreedores como accionistas– con unas pérdidas de 281 millones de euros. De todas formas, también redujo su deuda un 48%, hasta los 1.793 millones de euros, empujado a la baja gracias a la venta de sus filiales británicas y escandinavas, así como con la ayuda de una ampliación de capital.

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