El Port de Barcelona mantiene la buena racha comercial y crece en exportaciones e importaciones
La infraestructura todavía se está recuperando de la reconfiguración del esquema internacional de rutas de las grandes navieras
BarcelonaA la espera de ver cómo reaccionan las cadenas comerciales mundiales en los aranceles de Donald Trump, el comercio internacional sigue creciendo en casa. Así lo constata el Port de Barcelona, con crecimientos tanto en las exportaciones como en las importaciones de contenedores en los primeros siete meses del año. Éste es el principal indicador del buen estado de ánimo de todas las empresas que trabajan en la infraestructura, así como de sus clientes locales. Una tendencia que también confirma el ministerio de Economía, Comercio y Empresa, cuya Catalunya está registrando el mejor balance comercial exterior del año.
El tráfico de contenedores llenos para exportar a otros mercados ha crecido un 6% entre enero y julio, hasta los más de 423.600 TEU —unidad de medida de los contenedores que equivale a 20 pies–. Asimismo, los contenedores que se han importado han aumentado un 11,4%, con un tráfico acumulado de cerca de 424.900 TEU. Precisamente, en julio, en plena negociación de los aranceles, el puerto registró la cifra más alta de importaciones de este año. Quien todavía no ha llegado a un acuerdo con Trump es China, el principal mercado del Port de Barcelona, con el 28% del tráfico total de contenedores, y en julio ha continuado creciendo, con un 13,5% más, al igual que India y Corea del Sur. Por el contrario, el tráfico de contenedores con Estados Unidos se ha moderado, con una subida tímida del 0,9%.
Con una Europa que se ha comprometido a comprar más energía en Estados Unidos para evitar la guerra comercial, uno de los tráficos que más sube al puerto son los hidrocarburos, con la creciente gasolina un 60,3% en comparación con el año pasado y el gas natural, un 59%. Precisamente, el 45% del gas natural licuado que llega a la infraestructura catalana procede del mercado estadounidense, una proporción que ha ido aumentando últimamente.
A pesar de los datos positivos de estos indicadores, el Puerto de Barcelona sigue afectado por la reconfiguración del tráfico mundial por parte de las principales navieras del mundo. Empresas como MSC, Maersk y Hapag-Lloyd han firmado nuevos acuerdos comerciales para dar mejor respuesta a disrupciones cada vez más frecuentes con nuevas escalas, coincidiendo con la paralización que ha provocado la guerra de Gaza en el canal de Suez, la principal puerta de entrada al Mediterráneo para los barcos provenientes de Asia.
Hace un año, el puerto vio cómo los contenedores crecían un 18,5% por el bloqueo a Suez y el establecimiento de una ruta alternativa que pasaba por Gibraltar y hacía parada en los enclaves más cercanos. En los últimos meses, con el nuevo esquema de rutas internacionales, la infraestructura catalana ha visto cómo se hundían los contenedores en transbordo, un frenazo que ahora se está empezando a moderar. Con caídas de dos dígitos en lo que va de año, en julio registró una caída del 20,8%, menos pronunciada que la del 45,7% del mes anterior.
Desde el Puerto esperan que se acabe de recuperar en los próximos meses y el ejercicio acabe cerrando bien. Por el momento, el tráfico de contenedores, que incluye importación, exportación y transbordo, ha disminuido un 6% en los siete primeros meses de 2025 en comparación con el año anterior, hasta los 2,2 millones de TEU. Esto también ha hecho que el tráfico total bajara un 2,4%, hasta las casi 41 millones de toneladas.
Los coches, en crisis
La crisis que vive el sector de la automoción también se nota en el Port de Barcelona, cuyo coche eléctrico no acaba de arrancar y la llegada de marcas asiáticas mucho más baratas. La capital catalana es la puerta de salida para los coches que se fabrican en plantas como Martorell de Seat y Pamplona de Volkswagen, con caídas en la producción, pero también es la puerta de entrada del 81% de los vehículos chinos que llegan en España.
Con este contexto de fondo, el tráfico de vehículos ha descendido un 3,8% hasta julio, con unas 424.600 unidades movidas, una nueva muestra de la incertidumbre que vive la industria. El Puerto cuenta con dos terminales dedicadas al transporte de vehículos, Autoterminal y Setram, a las que se sumará en 2027 una tercera, recientemente adjudicada al grupo japonés NYK. Con estas tres terminales, la infraestructura dispondrá de unas 120 hectáreas dedicadas exclusivamente a este tipo de tráfico.