De la inflación a los aranceles de Trump: la economía española cambia de problema
Esade recuerda que el impacto de la guerra comercial será más pronunciado en industrias y comunidades concretas
MadridLa economía española ha cambiado de problema o, al menos, así lo interpretan en la escuela de negocios Esade. La inflación ha sido hasta hace poco el principal fantasma para las perspectivas de crecimiento de España, pero la guerra comercial abierta con Estados Unidos y sus derivadas, como la incertidumbre mundial y la inestabilidad financiera internacional, le ha desplazado.
Así, mientras que el impacto de la política arancelaria de la administración de Donald Trump puede suponer una "moderación" del ritmo de crecimiento de la economía en el 2025, la escalada de precios iniciada en el 2021 "ha dejado de ser uno de los principales problemas" tras el descenso registrado en los últimos meses, tal y como ha afirmado el Manuel, presentación del Informe Económico y Financiero de la propia escuela de negocios correspondiente al segundo semestre del año.
Durante la presentación del informe este martes, el investigador ha señalado que la inflación en el Estado ya se sitúa a niveles cercanos al 2%, que es el objetivo del Banco Central Europeo (BCE). De hecho, el Instituto Nacional de Estadística ha confirmado este martes que los precios crecieron un 2,3% en junio frente al mismo mes de 2024, mientras que la inflación subyacente (la tasa que no tiene en cuenta los alimentos ni los productos energéticos) se sitúa en el 2,2%. "Es una moderación [de los precios de los alimentos] clarísima", reiteró Hidalgo, quien también destacó el descenso de los precios energéticos, a pesar de las últimas tensiones sobre el petróleo por la guerra en Oriente Próximo, lo que en el caso español va de la mano al auge de las renovables.
En cambio, las decisiones que finalmente pueda tomar la Casa Blanca en términos de política arancelaria y la respuesta que estudia la Comisión Europea han motivado las últimas revisiones a la baja de las perspectivas de crecimiento. Aunque España está más blindada en comparación con otras economías con mayor vínculo comercial con EEUU, Esade avisa del impacto de los aranceles sobre algunos sectores específicos (aceite de oliva, motores y cerámica) y comunidades autónomas donde estas actividades tienen más peso.
El informe también advierte que, más allá de factores coyunturales como la guerra comercial con Estados Unidos, "persisten desequilibrios estructurales que pueden limitar el crecimiento sostenido de la economía española". En este sentido, Esade destaca las dificultades para acceder a la vivienda o niveles de productividad de la economía.
Crecimiento robusto en los próximos cinco años
Sin embargo, Esade prevé que este segundo trimestre del año (abril, mayo y junio) la economía española crezca entre un 0,5% y un 0,7%. "Las perspectivas a corto y medio plazo siguen siendo positivas", se desprende del informe. De hecho, en 2025 se prevé que el PIB español crezca entre un 2,4% y un 2,6% dependiendo de la previsión del organismo internacional. Estas previsiones, sumadas a las del año 2026, "confirman la continuidad del ciclo expansivo de la economía española, pese a la paulatina moderación del ritmo de crecimiento", reiteran desde Esade: "Mirando un horizonte más amplio, para los próximos cinco años se prevé un crecimiento sostenido [de la economía española',8" de 8%).
Según el informe, esta buena marcha de la macroeconomía en el Estado se explica por diferentes motivos. El primero de ellos es el dinamismo del mercado laboral. "Tradicionalmente, el mercado laboral ha sido un punto vulnerable pero sorprende su comportamiento [actual] con una creación de empleo que mantiene un dinamismo superior a las expectativas y una tasa de paro que se aproxima a los mínimos históricos".
A este factor se suma el crecimiento de la población, sobre todo por la llegada de inmigrantes. En un momento en el que Torre Pacheco (Murcia) intenta recuperar la normalidad tras los altercados racistas contra vecinos de origen magrebí y comercios de su propiedad, el informe señala que la población inmigrante ha sido "un factor clave de apoyo al crecimiento económico" e indica que "ya no toda la migración accede a puestos de trabajo poco calificados". Asimismo, recomienda que para "maximizar sus beneficios son necesarias políticas adecuadas de integración social y laboral".
Por último, Esade también señala las exportaciones de bienes y servicios (el turismo), la situación financiera de los hogares con una bolsa importante de ahorros y un endeudamiento controlado, la inversión pública asociada a los fondos europeos Next Generation y la mejora de las condiciones financieras con la bajada de los tipos de interés como factores que ayudan.