Crisis de los alquileres

Clamo multitudinario contra los precios de los alquileres en una manifestación histórica

Decenas de miles de personas se movilizan para reclamar una vivienda digna con la amenaza de una huelga de alquileres

Manifestación por el derecho a la vivienda en Barcelona
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BarcelonaEl clamor por el derecho a la vivienda no había logrado hasta ahora movilizar a tanta gente en Catalunya. Decenas de miles de personas –22.000 según la Guardia Urbana y 170.000 según el Sindicato de Inquilinos– de todo el territorio, organizadas en más de 30 columnas de todo el país, se han encontrado en la plaza Universidad de Barcelona a las cinco de la tarde de este sábado y han seguido caminando hasta la plaza de Sants bajo el lema "¡Se acabó!", entre cánticos de "No se entiende: gente sin casas y casas sin gente" o "Ya se acerca la huelga de alquileres". Fue "la manifestación más multitudinaria por el derecho a la vivienda de la historia reciente del país, más de 170.000 personas, diga lo que diga la Guardia Urbana", aseguraron desde el Sindicato de Alquiladoras, organizadores de la movilización.

El tintineo de las claves de los asistentes ha sido la música de fondo que ha acompañado a la manifestación, que ha pasado también por delante de la Casa Orsola, edificio histórico actualmente amenazado por los fondos buitre y los alquileres de temporada. "Catalunya es el lugar del Estado con más desahucios. ¿Pero sabéis, Salvador Illa y Pedro Sánchez, que aquí hay más de 400.000 pisos vacíos?", clamó Marta Espriu, portavoz del Congreso de Vivienda de Catalunya, en el final de la manifestación. "La vivienda es un derecho, no un negocio", remachó. Así, ha reclamado una bajada drástica del 50% de los alquileres, recuperar los pisos turísticos y acabar con "el racismo institucional".

Manifestación contra el precio de los alquileres

Desde el Sindicato de Alquiladoras amenazan con una huelga de alquileres si "los rentistas y los políticos no bajan los precios". "No es fácil y debemos organizarnos bien", ha dicho Carme Arcarazo, portavoz del Sindicato de Alquiladoras, justo antes de empezar la manifestación. Sin entrar en detalles sobre la huelga y haciendo un llamamiento a la unión de los inquilinos, Arcarazo avisó de que la protesta supone "un punto de inflexión".

La indignación llega a las calles

"Es una vergüenza que nos quieran cobrar más de 1.000 euros por una ratonera", dice Sara, una manifestante de unos 30 años que ha asistido a la cita acompañada de un grupo de amigos. "Vivir en casa a los padres o de un familiar a los 30 años ya no es una elección, sino que para nosotros ha acabado siendo una obligación ante estos precios impagables", remacha en declaraciones al ARA. "La única opción es compartir piso, y con 30 años ya no tienes ganas de compartir piso con desconocidos".

De hecho, éste ha pasado a ser un problema generacional. En 2023, la media de edad de emancipación del Estado fue de 30,4 años, según un informe del instituto de estadística de la Comisión Europa, Eurostat, cuatro puntos por encima de la media registrada en el conjunto del bloque comunitario, que es de 26,3 años. Esta situación se ha visto claramente reflejada entre los asistentes a la manifestación: el gran grosor de los manifestantes eran gente joven, de entre 20 y 35 años, y algunos asistentes de edades más avanzadas pero que dejaban claro que lo hacían "para los hijos ". Puri y Jesús, un matrimonio de mediana edad, han asistido con sus hijas: "Es necesario un cambio, nuestros hijos tienen muchos problemas para alquilar un piso en condiciones, y eso no puede ser", ha dicho Puri en declaraciones al ARA. "Nosotros vivimos de alquiler hace muchos años y ahora somos propietarios, pero sufrimos por ellos", ha añadido Jesús.

Imagen de la manifestación contra los precios de los alquileres en Barcelona

"El peligro también es la gente de mediana edad y ancianos que viven de alquiler desde hace años y que ahora se están viendo amenazados por los pisos turísticos", explicaron. En cuanto a la huelga de los alquileres, "con algo hay que empezar, rompiendo esquemas", añade Puri. Con todo, no todo el mundo piensa en la manifestación que dejar de pagar el alquiler sea una solución definitiva: "Yo no acabo de ver claro esto de la huelga de alquileres, más que nada porque no tengo ninguna garantía y sería jugarme lo poco que tengo, que es un piso de alquiler en Barcelona", ha dicho Xavi, un gerundense de 30 años que lleva tiempo viviendo en un piso compartido. "Lo que está claro es que tampoco puedo permitirme vivir solo y no tengo ninguna perspectiva de futuro de poderlo hacer; es evidente que las cosas deben cambiar", ha añadido.

Cifras y reclamaciones

En España en general, y en Cataluña en concreto, las cifras son estremecedoras: el 45% de los inquilinos en el Estado están en riesgo de pobreza. Para más inri, la edad media de los propietarios en Cataluña se ha disparado. Actualmente, alquilar un piso en Barcelona cuesta, de media, 1.131 euros, y comprarlo, también de media, requiere una entrada de 140.000 euros, unos 20.000 euros más que el pasado año, según el portal Pisos.com. Esto explica que en los últimos 15 años, la edad media de los compradores en Cataluña haya pasado de 37 a 47 años, según datos del Colegio Notarial de Cataluña (CNC).

Anna es un ejemplo. Explica cómo se ha visto "expulsada" de su ciudad natal, Barcelona: "Hace tres años me independicé para ir a vivir sola a Gràcia, pero ahora tengo que irme a vivir a El Prat porque me echan de mi ciudad" , dice. Es psicóloga y asegura que se gana bien la vida, pero "llevaba años pagando un alquiler abusivo" que no le permitía ahorrar. "He tenido que marcharme de Barcelona para poder comprarme un piso con cara y ojos, y encima mis padres me han tenido que ayudar con la entrada", explica indignada.

Todo ello es un círculo vicioso que ha pasado a ser la primera preocupación para gran parte de la sociedad, lo que ha quedado patente en esta manifestación multitudinaria. Por último, el Sindicato de Alquiladoras ha puesto sobre la mesa cuatro reivindicaciones "urgentes": bajar los alquileres un 50%, contratos indefinidos, recuperar viviendas vacías, turísticas y de temporada, y acabar con la compra especulativa.

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