Telecomunicaciones

Luz verde a una nueva macrooperación de Cellnex, que tendrá 130.000 torres de telecomunicaciones

La compañía cierra el último flequillo para comprar 6.000 emplazamientos de CK Hutchinson en el Reino Unido

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El consejero delegado de Cellnex, Tobías Martínez.

BarcelonaLuz verde de la CMA, la autoridad de los mercados y la competencia británica, para aprobar la compra por parte de Cellnex de 6.000 torres de telecomunicaciones de CK Hutchinson en el Reino Unido. El visto bueno incluye algunas condiciones: la compañía catalana tendrá que desinvertir en unos 1.000 emplazamientos que controla actualmente en este mercado y que se solapen con los del grupo con sede en Hong Kong. A finales de diciembre, el regulador británico alertó de que la operación planteada por Cellnex podría suponer problemas para la competencia y generar un aumento de precios en el sector. Finalmente, ha avalado la adquisición si se cumplan estas limitaciones.

Era la última transacción que faltaba para cerrar una macrooperación por la cual Cellnex ha conseguido el control de 24.600 torres de CK Hutchinson en seis países europeos: Austria, Irlanda, Dinamarca, Suecia, Italia y el Reino Unido. Se trata de un desembolso total de 10.000 millones de euros y los acuerdos también incluyen el despliegue de hasta 5.250 nuevos emplazamientos durante los próximos ocho años, con una inversión adicional de 1.150 millones.

Más de 130.000 torres

El consejero delegado de Cellnex, Tobías Martínez, ha asegurado que "el conjunto de los acuerdos con CK Hutchinson no solo fortalecen" la posición de la empresa "como principal operador paneuropeo", sino que también refuerzan la relación con sus clientes y abren nuevas oportunidades de colaboración. "Esta racionalización de la infraestructura gestionada por un operador neutro como Cellnex creará los incentivos necesarios para acelerar, mejorar y ampliar la cobertura móvil, incluida la del 5G, en estos mercados clave", ha añadido.

Cellnex ya gestiona más de 130.000 torres de telecomunicaciones –incluyendo los despliegues previstos hasta el 2030– en una docena de países europeos. El operador perdió 351 millones de euros en 2021, un 160% más que el primer año de pandemia, precisamente por el fuerte ritmo inversor que ha puesto en marcha en los últimos años y los gastos extraordinarios como el expediente de regulación de ocupación (ERE) en sus filiales españolas. Aun así, el grupo disparó sus ingresos un 58%, hasta llegar a los 2.536 millones.

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