Inflación

Cereales, aceite, azúcar y arroz: por qué ir al súper seguirá siendo un quebradero de cabeza

El gobierno español calcula que la producción de cereales en España caerá hasta los 11 millones de toneladas en 2023

Vista aérea de varios campos de cereales en Cataluña.
15/09/2023
4 min

MADRID¿La sequía impacta en la cesta de la compra? La respuesta es rápida: sí, y por eso en algunos casos ir al supermercado seguirá siendo un quebradero de cabeza. La falta de lluvias en España (el 2022 fue uno de los años más cálidos), pero también en otras zonas del planeta, ha hecho estragos en la producción de algunos alimentos básicos, lo que ha afectado directamente a los precios.

Cuando el escenario meteorológico no encaja con lo que los cultivos necesitan para crecer correctamente, la producción cae y hay menos oferta. Si la demanda se mantiene o crece, los consumidores terminan pagando más por el producto final.

Este escenario ha sido especialmente duro para algunos alimentos concretos. Por un lado, hablamos del aceite de oliva y el arroz, pero también del azúcar. Aunque es cierto que la inflación subyacente –la que no incluye ni el coste de la energía ni el de los alimentos frescos, más volátiles– se ha moderado ligeramente (en agosto se situó en el 6,1% interanual) y los precios de los alimentos comienzan a registrar una pequeña moderación, estos tres productos no van a remar en la misma dirección, reconocía hace pocos días el ministro de Agricultura, Luis Planas. Su producción es muy escasa y lo mismo ocurre con los cereales o la vendimia.

Un año de la crisis del aceite de oliva

El producto de la estantería del supermercado que ahora mismo más se ha encarecido es el aceite de oliva, y seguirá siendo así. Es un 52,5% más caro que en agosto del pasado año y un 8,7% más que en julio, según datos del INE.

España es el primer productor de aceite de oliva del mundo, pero al mismo tiempo es un gran consumidor por su cultura culinaria. La campaña 2022-2023, que termina este septiembre, cerrará con unas 650.000 toneladas, la mitad que en una campaña normal, según estimaciones del ministerio de Agricultura.

Desde esta cartera apuntan a que los precios aún podrían ser más altos si no fuera por las reservas. "Estamos por encima de las 200.000 toneladas de stock", cifró Planas. Esto ha supuesto un "factor de estabilización". Pero no el único. También la importación o "los efectos de las últimas lluvias [de septiembre]" pueden ayudar a la normalización de los precios para 2023-2024. Sin embargo, "tampoco será [una campaña] normal", porque nos mantendremos por debajo del millón de toneladas de producción, advirtió el ministro. El pronóstico es que los precios se mantendrán altos, aunque con la confianza de que caigan "ligeramente".

El arroz naufraga

El arroz naufraga por no tener, precisamente, agua. Este producto se ha encarecido un 21,6% en un año, según los últimos datos del INE del mes de agosto, y es uno de los que presionan más al alza la cesta de la compra. Los cultivos de arroz necesitan mucha agua y, fruto de la sequía y de las restricciones, en algunas zonas, como en las marismas del Guadalquivir o en el delta del Ebro, ha habido una disminución del riego que ha impactado directamente en la producción. "Los agricultores han preferido no sembrar", explicaron desde el ministerio.

De hecho, los arroceros del delta del Ebro se encuentran en plena campaña de la siega del arroz, este año iniciada pronto, a mediados de agosto, por las altas temperaturas, y ya anticipan que se trata de la campaña más difícil y complicada de los últimos años, según han explicado al ACN. Calculan que la producción de arroz en el delta del Ebro caerá este año alrededor de un 30%. Todo ello, unido a que India ha dejado de exportar arroz blanco que no sea basmati para garantizar la disponibilidad dentro del país, ha disparado los precios.

Azúcar: un problema global

El caso del azúcar es global y hace tiempo que el precio está disparado. Los mercados internacionales son los que marcan el precio de referencia, que fruto de la poca producción con los estragos de la sequía también está disparado. El índice global del precio del azúcar de la FAO subió un 34% interanual en agosto, mientras que el azúcar procesado en España se disparó un 42,5%, según los últimos datos del INE. Esto tiene un impacto directo en otros productos que dependen de este ingrediente, como el chocolate.

En España es uno de los productos que más se importa, por eso desde el ministerio de Agricultura ven con buenos ojos un pequeño crecimiento de los cultivos de la remolacha para producir azúcar, que hasta ahora se estaban sustituyendo por otros productos. India también juega un papel importante, ya que, al igual que con el arroz, ha decidido poner límite a la exportación.

Cereales: más importación en España

"Habitualmente, España siempre compra cereales en el exterior, pero este año tendrá que comprar más", anticipó el ministro de Agricultura. La buena noticia en este caso es que en el mercado internacional existe un crecimiento de la producción, por lo que los precios se mantendrán. España prevé para este año una producción de unas 11 millones de toneladas de cereales, cuando la producción normal se sitúa en una horquilla de entre los 18 y los 24 millones de toneladas. En cuanto a la importación, la compra suele situarse entre los 20 y los 21 millones de toneladas de cereales para alcanzar el consumo medio anual que tiene España (30 millones), con lo que este año se disparará la compra en el mercado internacional, sobre todo de trigo blando para el pan, que España tiene un déficit estructural histórico, pero también de maíz para la alimentación animal, así como de cebada.

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