China activa un plan de choque de 1,3 billones de euros después de la victoria de Trump
El gobierno anuncia medidas para sanear la deuda ante el empeoramiento de la guerra comercial con EEUU
PekínPekín se prepara para apuntalar su economía con un plan de ayuda por valor de 1,3 billones de euros dirigido básicamente a sanear la deuda de los gobiernos locales. Las autoridades chinas han anunciado un esperado plan millonario para impulsar la economía días después de la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales en Estados Unidos, que consideran que traerá un empeoramiento de la guerra comercial entre ambas potencias.
El plan es muy ambicioso en el presupuesto, pero se focaliza en medidas para rescatar la deuda oculta de los gobiernos locales y así sanear todo el sistema financiero. La decisión ha decepcionado a algunos analistas, que esperaban estímulos más directos. Sin embargo, la televisión estatal china CCTV no ha dudado en destacar que es la medida de reducción de deuda más poderosa de los últimos años. Tras una semana de reuniones, el máximo órgano legislativo, el comité permanente de la Asamblea Nacional Popular, ha aprobado elevar el techo de deuda de los gobiernos locales en 6 billones de yuanes (777.883 millones de euros) para permitirles refinanciar la deuda tóxica.
La medida, que se implementará en tres años, pretende que la administración local limpie sus activos y tenga mayor presupuesto para financiar nuevos proyectos que reactiven la economía. Paralelamente, también se ha aprobado un presupuesto de 4 billones de yuanes (518.353 millones de euros) que permitirá a los gobiernos locales endeudarse por adquirir terrenos sin construir o inmuebles sin vender. El objetivo de todo el programa es superar la larga crisis inmobiliaria y recapitalizar a los bancos.
El endeudamiento es una de las consecuencias de los estímulos millonarios aprobados durante la crisis financiera mundial de 2008. Las administraciones regionales recurrieron a sistemas informales de endeudamiento que incluían préstamos, créditos e incluso emisión de bonos para financiar proyectos de infraestructuras. De esta forma esquivaban las limitaciones de endeudamiento del gobierno central. Ahora Pekín calcula tener una deuda oculta por valor de 1,85 billones de euros, que se reducirá a menos de 300.000 millones con el nuevo plan. Pero organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) son menos optimistas y elevan su deuda hasta los 7,76 billones de euros, el 47,6% del PIB.
Más medidas de estímulo
En rueda de prensa el ministro de Finanzas, Lan Foan, ha asegurado que China tiene mucho margen de endeudamiento, en comparación con otras economías desarrolladas y ha prometido más medidas de estímulo en 2025. El pasado septiembre ya se aprobó una ronda de incentivos que incluían recortes de tasas, facilidad de crédito y relajación en las restricciones a la compra de vivienda. La economía china vive un momento delicado ralentizado por la debilidad del consumo interno, las presiones deflacionistas, el aumento del paro y la persistencia de la crisis inmobiliaria. Sin embargo, el gobierno se ha ratificado en el objetivo de alcanzar un crecimiento del PIB de alrededor del 5% en 2024.