Desigualdad

La inflación de los alimentos castiga a las familias más pobres

El gasto en comida se encarece un 34% en cinco años en España, según un estudio del IDRA

Precios de la fruta y la verdura en el Mercat del Ninot, en Barcelona.
22/10/2025
3 min

BarcelonaEl precio de los alimentos ha crecido desde el final de la pandemia de forma notable y castiga, sobre todo, a las familias con rentas más bajas, tanto en Cataluña como en el resto de España y Europa. Ésta es la conclusión principal del estudio ¿Por qué sube la cesta de la compra? El papel del oligopolio alimentario y propuestas para un cambio de modelo, publicado este miércoles por el Instituto de Investigación Urbana de Barcelona (IDRA). El estudio, elaborado por los investigadores Rubén Martínez y Adrià Rodríguez, apunta que la fuerte concentración empresarial tanto a nivel global como en la distribución a nivel estatal explican por qué la inflación alimentaria ha sido tan elevada estos últimos cuatro años.

"Los precios de productos esenciales como la carne, la leche y la mantequilla han aumentado entre un 30% y un 50% respecto a los niveles prepandemia" en la zona euro, y hay productos que aún se han encarecido más, apunta el informe: "Alimentos como el café, el aceite de aceite o el aceite de aceite además, y se han situado entre los productos con mayores subidas dentro de la cesta alimentaria". En este sentido, España no ha sido una excepción en el continente y "los precios de los alimentos han aumentado un 34% en los últimos cinco años, situándose cerca de la media europea", añade el texto.

Este encarecimiento ha tenido un impacto directo sobre los bolsillos de los ciudadanos, ya que, además, el encarecimiento de la comida ha sido más fuerte que el del conjunto de bienes y servicios de consumo que compran las familias. "La brecha entre los precios de los alimentos y la inflación general es un fenómeno estructural, no temporal", indica el estudio. En este sentido, además, el gasto en alimentación representa "una quinta parte del índice general de precios" y tiene un efecto directo sobre "la percepción y el impacto social de la inflación", porque es un gasto que todo el mundo debe realizar cotidianamente.

Los autores señalan que una de las principales razones de estos fuertes encarecimientos fue la gran concentración empresarial a varios niveles. Por un lado, cinco multinacionales que controlan entre un 70% y un 90% del mercado mundial de cereales "registraron beneficios récord, con incrementos de entre el 75% y el 300%" en los años 2021 y 2022, los dos años con la mayor inflación de las últimas cuatro décadas. En España, "seis grandes grupos –Vall Companys, Ebro Foods, bonÀrea, Nestlé, Coca-Cola Europacific Iberia y Grupo Fuertes– concentran más de 100 marcas y empresas clave" y sumaron "1.281 millones de euros de beneficios en 2024", mientras que el sector de los supermercados también cerró 0,7.

Impacto "muy regresivo"

¿Cómo ha impactado el encarecimiento de la comida en las distintas capas de la sociedad? El estudio del IDRA es contundente: "El efecto de esa inflación alimentaria sobre los hogares ha sido muy regresivo". Se considera que un fenómeno económico es regresivo cuando castiga a la población más pobre por encima de la población más rica. "Las familias con menos ingresos –que destinan una mayor proporción de su presupuesto a alimentos, hasta el 21,7%– han sido las más afectadas", explica el informe, sobre el impacto de la inflación alimentaria en el área metropolitana de Barcelona.

"En la Barcelona metropolitana, el 43% de los hogares se encuentran en el umbral de subsistencia", recuerda el documento. Una de las razones por las que viven en una situación precaria es que una de cada tres debe destinar más de la mitad de los ingresos a pagar el alquiler, al que hay que sumar un 12% a cubrir los suministros básicos como agua, luz y gas. "Esto deja un margen muy estrecho para la alimentación, convirtiendo cualquier aumento en el precio de los alimentos en una crisis inmediata para miles de familias", analizan los autores del estudio. Si se amplía la lupa en Catalunya, se encuentra que "el 24% de la población vive en riesgo de pobreza o exclusión social", lo que sitúa a todos estos hogares en unas condiciones aún peores para soportar encarecimientos de los alimentos.

De hecho, el estudio señala que en el ámbito catalán, "la alimentación es una de las partidas más tensionadas" para las familias con menos recursos: "El aumento de los precios ha generado un deterioro del poder adquisitivo, especialmente en los hogares monoparentales, con personas mayores o con empleos precarios", añade.

Además, se ha producido el fenómeno llamado cheapflation (del inglés cheap, barato, y inflation, inflación): cuando los hogares con menos recursos se intentan adaptar a los encarecimientos de la comida, a menudo lo hacen comprando productos más baratos (por ejemplo, marca blanca), comprando menos cantidad o de calidad inferior, pero justamente estos productos experimentan "subidas de precio a menudo más intensas que los productos de gama media o alta". "En España los productos más baratos subieron un 37 por ciento entre 2021 y 2024, mientras que los de gama alta, un 23 por ciento", dice el documento.

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