Macroeconomía

España se salva del expediente por déficit excesivo de Bruselas

El Estado superó el pasado año el límite del déficit que marca la UE, pero se prevé que este año ya cumpla con las reglas fiscales

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El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, en la rueda de prensa de este miércoles.

BruselasEspaña se salva de la apertura de un expediente sancionador por parte de Bruselas por un exceso de déficit. Pese a incumplir las reglas fiscales en el 2023, tanto Madrid como Bruselas argumentan que este desajuste es temporal y que este año el Estado alcanzará ya el ansiado objetivo del 3% de déficit, que es justo el límite acordado por la Unión Europea. "Es una noticia extraordinaria. [...] Estamos consolidando las cuentas públicas", se ha congratulado en la sesión de control en el Congreso el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez.

De hecho, España habrá pasado de superar el 10% de déficit en plena pandemia al 2,8% el próximo año, y se prevé que mantenga esta tendencia a la baja a largo plazo, según los cálculos de la misma Comisión Europea. De esta forma, España esquiva lo que sería el primer paso de un expediente sancionador y, por tanto, de un mayor control por parte del ejecutivo comunitario y una potencial multa.

Los países incumplidores ya los que se ha abierto el procedimiento, en caso de que no sigan la senda de reducción de déficit y de deuda acordada por Bruselas, podrían acabar siendo sancionados con multas semestrales equivalentes al 0,05% del producto interior bruto (PIB) del país. En el caso español, por ejemplo, serían en torno a unos 730 millones de euros.

Sin embargo, el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha avisado en rueda de prensa que la Comisión Europea continuará "monitorando la evolución presupuestaria" de España, y Bruselas le ha puesto deberes. En este sentido, el ejecutivo comunitario pide a la Moncloa que salga adelante la reforma fiscal y aborde la acumulación de retrasos a la hora de conseguir cumplir con los logros para recibir los fondos europeos de recuperación cóvido.

La Comisión Europea le arroja este toque de atención una semana después de que el gobierno español haya recibido casi la totalidad de la cuarta parte de los fondos –unos 10.000 millones de euros– más tarde de lo previsto. Y, de hecho, la aprobación de una reforma fiscal es, a priori, una de las condiciones que impone Bruselas a cambio de desembolsar el quinto tramo. Sin embargo, España sigue siendo uno de los países que están cumpliendo los logros y están cobrando los fondos de recuperación más rápido –ya ha recibido más del 60% del total.

El retorno de las reglas fiscales

La Unión Europea congeló durante cuatro años el cumplimiento de las reglas fiscales para permitir a los Estados miembros sacar adelante políticas económicas expansivas para hacer frente a la pandemia y al inicio de la guerra de Ucrania. Es decir, justo al contrario de la estricta austeridad que el bloque comunitario aplicó por la crisis económica de 2008.

Sin embargo, este año han vuelto a entrar en funcionamiento y, por tanto, los socios europeos se ven obligados otra vez a apretarse el cinturón. Sin embargo, hasta trece estados miembros no han estado a tiempo de reducir suficientemente el déficit y han superado el límite que marca la Unión Europea, que se sitúa en el 3% del PIB.

Más allá de España, existen otros países incumplidores que se han salvado de la apertura de un expediente, como Chequia, Estonia, Eslovenia y Finlandia. Bruselas argumenta que, más allá del cumplimiento de las reglas fiscales, ha tenido en cuenta otros factores, como la evolución de su economía, la deuda pública o las inversiones en defensa, que ahora es una de las prioridades de la Unión Europea.

En cambio, no han logrado escapar a países con un déficit mucho mayor que el de España, como Francia –pocos días antes de las elecciones legislativas– e Italia, que este año registrarán un 5,5% y un 7,4% respectivamente. También afrontan un expediente sancionador Bélgica, Hungría, Malta, Polonia, Eslovaquia y Rumanía.

Por otra parte, cabe recordar que España sigue superando, y mucho, el límite de deuda pública que permite la Unión Europea, que es el 60% del producto interior bruto (PIB) del país en cuestión. De hecho, el Estado es el cuarto peor socio europeo en este sentido y el pasado año registró una deuda del 107,5%, sólo por detrás de Grecia (161,9%), Italia (137,3%) y Francia (110,6%).

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