"Ahora sólo están haciendo negocio. Terminarán enterrando el territorio": trabajadores de Freixenet se manifiestan en Sant Sadurní
La cavista ofrece reducir el número de despidos si una treintena de empleados se traslada a Alemania e Italia
BarcelonaCientos de personas, la mayoría empleados de la cavista Freixenet Henkell, se han manifestado este miércoles en Sant Sadurní d'Anoia (Alt Penedès) para protestar contra el expediente de regulación de empleo (ERE) presentado por la compañía y que contempla el despido de 180 trabajadores, un 24% de la plantilla.
La protesta tiene lugar en la segunda jornada de una huelga de cuatro días convocada por los comités de empresa de la compañía vitivinícola que comenzó el lunes por la noche y que se alargará hasta el jueves. Los manifestantes iniciaron una marcha por las calles del municipio desde la sede de Freixenet hasta el Ayuntamiento, donde todos los partidos se mostraron contrarios al expediente laboral. "Detrás del ERE se esconde una deslocalización y un cambio de modelo productivo para el Penedès que no pueden permitirse", ha declarado este martes el alcalde de Sant Sadurní, Pere Vernet, que ha recibido a los representantes de los trabajadores en el consistorio.
Durante la manifestación, los asistentes han gritado consignas contra el ERE y contra la dirección de la compañía que han acompañado de petardos y bengalas. Los ánimos han ido empeorando en los últimos días después de que la empresa comunicara en una reunión el pasado viernes que la mayoría de los despidos afectarían a empleados de menos de 50 años, a diferencia de lo previsto en un principio, porque Freixenet quiere evitar los costes de la llamada cláusula Telefónica, la doctrina legal que obliga a las empresas a compensar la ERE. "La intención es dejar una plantilla muy mermada", ha dicho Antonio Domínguez, presidente del comité de empresa de Freixenet. "Nos sentimos la empresa como nuestra, la llevamos en el corazón porque el cava es un producto que es nuestro, identitario de Catalunya", ha insistido. "Ahora sólo están haciendo negocio. Terminarán enterrando el territorio", ha añadido, en referencia a la dirección del grupo.
Traslado de trabajadores al extranjero
La crispación fue aún además en la sexta reunión, que tuvo lugar en la tarde del martes, cuando los abogados de la empresa fueron recibidos con el lanzamiento de huevos y harina por algunos trabajadores y tuvieron que salir del encuentro a través de un cordón policial. Durante la reunión, los directivos de Freixenet propusieron a los sindicatos reducir el número de despidos si entre 30 y 35 empleados aceptan trabajar en instalaciones de Henkell de Italia o Alemania. "¿Por qué no invertís aquí? Es una provocación", respondió públicamente Domínguez.
Henkell es la empresa alemana propietaria del 50,7% de las acciones de Freixenet desde que en 2018 las familias fundadoras, Bonet y Ferrer, se desprendieron de la mayoría por más de 200 millones de euros. La compañía es una filial de la multinacional alimentaria Geschwister Oetker y es uno de los principales productores de vino espumoso del mundo.
Domínguez ha recordado que los responsables de Henkell "están matando el cava" con el ERE –Freixenet es el principal productor de la Denominación de Origen Cava–, que servirá para consolidar un cambio de modelo de negocio implantado a raíz de la sequía que afectó a Catalunya en los tres últimos años. Según explican los sindicatos, Freixenet ha apostado por exportar espumosos hechos con uva de Castilla-La Mancha y presentados de forma similar al cava, pero que no llevan la etiqueta de la DO y se elaboran en cuatro meses, frente a los doce que marca al menos la normativa cavista.