Bloqueo del estrecho de Ormuz: ¿qué consecuencias puede tener para la economía mundial?
Entre una quinta y una cuarta parte del petróleo mundial y buena parte del gas circulan por el paso del golfo Pérsico
BarcelonaLas bolsas están expectantes este lunes. Que el Parlamento de Irán haya aprobado cerrar el estrecho de Ormuz –una iniciativa que debe ratificar al Consejo Supremo de Seguridad Nacional– puede significar un verdadero terremoto para la economía mundial. Este paso tiene un ancho máximo de 96 kilómetros y un mínimo de 52, con Irán en el norte y Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Omán en el sur. Por ahí pasa entre la quinta y la cuarta parte de todo el petróleo del mundo, entre 17 y 20 millones de barriles diarios. Pero ese cierre no sólo impactaría en el crudo. También el gas natural licuado (GNL) puede verse afectado. Qatar, que es su principal exportador mundial, transporta casi toda su producción por este estrecho.
Dada la importancia de estos combustibles fósiles, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya ha alertado de los efectos del ataque de EEUU a Irán y no descarta tener que revisar a la baja la actualización de las previsiones de crecimiento que presentará el próximo mes. Ha advertido este lunes a la directora gerente de este organismo, Kristalina Georgieva, en una entrevista en Bloomberg TV. A su entender, la situación actual supone "otra fuente de incertidumbre" en un contexto en el que ya manda esa sensación. Las dificultades de suministro se sumarían a la guerra comercial iniciada por EE.UU.
En una línea similar, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha alertado en una comparecencia en el Parlamento Europeo de que los riesgos para el crecimiento económico de la zona euro "siguen inclinados a la baja" por las tensiones comerciales y geopolíticas globales, aunque un mayor gasto en defensa puede impulsar la actividad.
El impacto más destacado, en caso de un bloqueo del estrecho de Ormuz, sería una subida del precio del petróleo y gas. De hecho, esta subida ya se está produciendo y el impacto se nota por dos vías: por un lado, una escalada de la inflación y, por otro, un freno al crecimiento económico a través de un aumento de los costes de producción, una reducción del consumo y el deterioro de la balanza comercial al ser más cara la importación de crudo. El precio del barril Brent, el de referencia en Europa, alcanzó los 81,40 dólares, un incremento del 5,7%, alcanzando máximos desde enero. Sin embargo, antes de la apertura de las bolsas europeas, el precio moderaba su escalada hasta los 78,26 dólares y se desplomó hasta el nivel de los 73 dólares en una jornada de elevada volatilidad a la espera de eventos una vez Irán atacó bases de EEUU en el golf.
De 110 a 150 dólares
De ahí que los inversores sigan a la espera de la respuesta iraní: si el bloqueo saliera adelante, el Brent podría alcanzar los 120 dólares en el corto plazo ya los 150 en el largo, calculan los analistas. Goldman Sachs afirma en su último informe que el Brent podría escalar hasta los 110 dólares el barril, en caso de que los flujos de petróleo a través del estrecho de Ormuz se redujeran a la mitad durante un mes y bajaran un 10% más durante los 11 meses siguientes. Otros especialistas elevan la subida hasta los 15 dólares.
Además, este efecto se traslada a los precios de los carburantes, gasolina y gasoil. Este lunes en la ciudad de Barcelona el litro de gasolina se mueve entre 1,359 euros en la gasolinera más barata y 1,669 en la más cara, mientras que el del gasóleo está entre 1,279 y 1,599 euros. La electrificación de la economía aún no pesa tanto por evitar caídas de la actividad económica.
Los efectos del cierre de este tan estratégico paso del golfo Pérsico son aún más negativos para países como China, India, Japón o Corea del Sur, ya que reciben la mayor parte del petróleo y del gas a través de este estrecho. Arabia Saudí, Irak y Emiratos Árabes Unidos –que fueron los principales proveedores de China en el 2024– envían buena parte del combustible por este paso. En la situación actual, los principales índices bursátiles se mantienen también a la expectativa. El Ibex 35 y el resto de bolsas europeas han aguantado. Tras una sesión entre lo positivo y lo negativo, el Ibex cerró con una ligera pérdida del 0,08%, hasta los 13.839,400 puntos.