Si no tenías la casa asegurada, nadie te compensará si la destruye un volcán

Un consorcio estatal cubre las reparaciones en caso de desastres naturales como inundaciones o incendios, pero solo de los bienes asegurados previamente

Jacqueline Peralta a la puerta de casa suya, desde donde se puede ver la lava al Paso, a la isla canaria de La Palma
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Barcelona¿Quién paga la reconstrucción de una casa si se la lleva una riada o se quema en un incendio forestal? ¿O de una tienda destrozada por un atentado terrorista? ¿O de un coche quemado en una manifestación? ¿O qué pasa si, como hemos visto estos días en la isla de La Palma, un volcán arrasa media comarca?

La mayoría de contratos de seguro para edificios prevén casos de inundaciones, incendios u otros accidentes fortuitos, pero solo los cubren si están ocasionados por algún desperfecto accidental o carencia de mantenimiento. Por ejemplo, si se inunda una casa porque se revienta una cañería, lo más habitual es que el seguro pague los desperfectos. Cada contrato prevé unos casos concretos en que se cubre la reparación.

Los desastres naturales, sin embargo, siguen un protocolo diferente. En caso de un accidente, por ejemplo si una casa se quema porque un radiador enciende una cortina, el propietario tendrá que demostrar que el hecho ha sido fortuito -lo podría hacer con un informe de los bomberos- y, si el contrato firmado con su aseguradora lo prevé, la compañía le compensará las reparaciones de la casa y, si se diera el caso, incluso la reconstrucción.

Si la casa se quemara por un incendio forestal, la aseguradora no tendría que sufrir por los costes, porque los asumiría un organismo estatal: el Consorcio de Compensación de Seguros. Este ente público entra en acción siempre que una área geográfica es declarada zona catastrófica por parte del gobierno y se encarga de cubrir todos los gastos de las aseguradoras ocasionadas por la catástrofe, que en este caso sería el incendio.

"Los alcaldes siempre piden que se declare su municipio zona catastrófica" con objeto de facilitar a los ciudadanos el cobro de los desperfectos ocasionados por un desastre natural, dice Montserrat Guillén, catedrática de Economía de la UB y experta en seguros. El Consorcio actúa igualmente cuando la zona catastrófica se declara por un hecho político, como un atentado terrorista o una manifestación.

La "reaseguradora pública"

Esto quiere decir que, si se nos quema la casa en un incendio forestal o se la lleva una inundación, ¿el Consorcio nos compensará? La respuesta es que sí, pero no siempre: hay que tener la casa asegurada previamente, puesto que el Consorcio solo cubre objetos o inmuebles asegurados, con las mismas condiciones que el seguro firmado previamente. Es decir, el Consorcio, que es una entidad que "solo existe en España", actúa de "reaseguradora pública", que vendría a ser una aseguradora de las aseguradoras, explica Guillén.

Si una propiedad dañada por un hecho natural no está asegurada, pues, los desperfectos no se cobrarán en ningún caso, aunque intervenga el Consorcio. Este hecho acostumbra a traer problemas, como es el caso de La Palma, donde la lava ha destruido construcciones ilegales o segundas residencias que no estaban cubiertas por ningún contrato de seguro. En situaciones así, quien pierde es el propietario y lo máximo que puede hacer la administración es dar acceso a ayudas públicas extraordinarias fuera del marco de las aseguradoras.

Además de cubrir a todo el mundo que se vea afectado por una catástrofe, el objetivo del Consorcio es evitar que un evento natural pueda llevar una empresa del sector a la ruina. Por ejemplo, si un municipio quedara inundado y la mayoría de familias hubieran asegurado sus propiedades con una misma compañía, esta empresa tendría unos costes muy elevados y, si fuera una aseguradora pequeña, podría llegar a tener problemas financieros y de liquidez graves.

Para paliar casos como estos, a pesar de depender del ministerio de Economía, el Consorcio se nutre financieramente de las aportaciones que hacen las empresas del sector -cuanto mayor es la aseguradora, más paga-, que a la vez cargan un pequeño suplemento a las primas de sus clientes. Es decir, al final son los consumidores quienes pagan este organismo, pero a diferencia de otros países -como por ejemplo Alemania, donde las grandes reaseguradores tienen ganancias millonarias- como es público no tiene que hacer beneficios, y se puede centrar únicamente en compensar daños.

El Consorcio también actúa como aseguradora de vehículos que, a pesar de tener permiso para circular, no encuentran ninguna empresa privada que los quiera asegurar, y como organismo liquidador de las empresas del sector que quiebran.

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