Crónica

“Si no hacemos bien el trabajo, volverá la austeridad”

Dudas sobre la gestión y el diseño de los Next Generation entre los expertos catalanes

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Imagen de la mesa redonda  celebrada este lunes en Barcelona.

Barcelona“Dan un poco de miedo las expectativas que se han generado y que hablemos de ellas como si ya fueran un éxito”. Así se ha expresado esta mañana Eulàlia Rubio, investigadora del Institut Jacques Delors de París, en un debate sobre los fondos Next Generation organizado por la Fundació Catalunya Europa. El acto, con el economista francés y fundador del think tank Bruegel Jean Pisani-Ferry como invitado estrella, ha aportado dosis de optimismo y a la vez de realismo sobre la evolución de los fondos.

Pisani-Ferry, firme defensor de la integración europea, ha aportado el optimismo destacando que los NextGen son un proyecto histórico para la UE que ofrecen una gran cantidad de dinero a países como España e Italia que les servirá para salir de la crisis y reformar la economía.

La posición optimista de Pisani-Ferry no ha tenido continuidad entre sus interlocutores, que han expresado preocupación sobre cómo se han diseñado y cómo se están gestionando los fondos. Rubio ha dicho que no hay “ninguna duda de que el actor principal será la Comisión Europea”. El papel del ejecutivo comunitario es, a su entender, “un arma de doble filo” porque “necesitará legitimidad política” y puede convertir a Bruselas en el cabeza de turco de los gobiernos estatales si los fondos no logran el objetivo de reactivar la economía europea.

Por su parte, el expresidente de la Autoridad Portuaria de Barcelona Joaquim Coello ha criticado que el gobierno español ha integrado 22.000 millones de los fondos a los presupuestos del 2021, de los cuales unos 12.000 millones serán gasto corriente y los 10.000 restantes “no está muy claro” si se invertirán en proyectos transformadores. En este sentido, además, ha remarcado que este dinero “no se puede dar a las pymes”, sino que se tiene que concentrar únicamente en unos pocos proyectos liderados por “empresas tractores”. Entregar los fondos a compañías pequeñas, ha asegurado, “no transformará la economía”.

El miedo de que los fondos no se destinen a proyectos que incrementen la productividad de la economía española y catalana es también el miedo del economista y exasesor del Govern Jordi Angusto, que ha recordado que las economías del norte de Europa tienen un superávit comercial respecto a las del sur. Esto deja dos opciones: o bien los estados del norte aceptan de una vez que tienen que hacer transferencias permanentes a países como España, Italia y Grecia, o estos aumentan la competitividad. Si el Estado no destina los fondos a hacer más competitiva la economía, habrá que volver a “la austeridad y la devaluación interna”. “O hacemos bien el trabajo, o nos estamos autoinvitando a un proceso de consolidación fiscal y devaluación salarial”, ha avisado.

 “Estáis muy preocupados, ¿verdad? Me sorprende”, ha dicho Pisani-Ferry en la intervención final.

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