Nvidia bate las previsiones y registra unos ingresos récord de 46.700 millones de dólares

WashingtonEl fabricante estadounidense de microchips Nvidia registró unos ingresos de 46.743 millones de dólares (40.132 millones de euros) en el segundo trimestre, un 6% más respecto a los primeros tres meses del año, y un 55,6% más que en el mismo período del año anterior, según informó la compañía en un comunicado este miércoles. Los resultados superan ligeramente las expectativas de los analistas de Wall Street, que anticipaban una cifra en torno a 46.100 millones de dólares.

Todos los focos estaban este miércoles sobre los resultados de la tecnológica, que desde hace ya varios meses se interpretan como termómetro del sector de la inteligencia artificial (IA) y también del impacto de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.

Después de que la compañía previera pérdidas millonarias por la prohibición del gobierno estadounidense de vender chips en China, Nvidia llegó a un acuerdo con la Casa Blanca a principios de mes para poder seguir exportando a Pekín a cambio de entregar un 15% de las ventas de su chip para IA. Pese al giro, el gobierno chino ha acabado por desincentivar que sus compañías compren ese chip, que se conoce como H20. Recientemente, Nvidia había detenido su producción. Pese a las turbulencias sufridas en medio de la guerra comercial entre los dos gigantes, se esperaba que el impacto fuera mínimo, ya que la demanda de chips de IA de Nvidia sigue superando a la oferta con un amplio margen.

"Durante el último año, la inteligencia artificial ha hecho unos progresos enormes", ha dicho Jensen Huang, director ejecutivo de Nvidia, durante una llamada con analistas después de publicar los resultados. Huang aseguró que los chips de la empresa se verán beneficiados a medida que crezca el gasto en infraestructuras de IA, del que prevé un aumento de hasta los 3 o 4 billones de dólares a finales de la década. "Estamos en el inicio de este crecimiento", aseguró.

En cuanto a la relación con China, Huang ha asegurado que la compañía sigue conversando con Trump sobre la importancia del mercado chino y ha dicho que quiere enviar una versión modificada de los chips Blackwell, que tendrían menor rendimiento. Huang lo ha planteado como una "posibilidad real". "Hemos estimado que el mercado de China representa una oportunidad de unos 50.000 millones de dólares para nosotros este año", explicó. "Se esperaría que creciera aproximadamente un 50% cada año, como también está creciendo el mercado mundial de la inteligencia artificial".

Nvidia también ha anunciado un programa de recompras masivo, valorado en unos 60.000 millones de dólares (51.565 millones de euros). El trimestre anterior, la compañía ya invirtió cerca de 15.000 millones de dólares en remunerar al accionista entre dividendos y recompras.

Un termómetro global

Nvidia es uno de los principales fabricantes de GPU –unidad de procesamiento gráfico, en inglés–, que son unos dispositivos originariamente creados para procesar gráficos para ordenadores o videojuegos con una capacidad masiva para realizar operaciones matemáticas sencillas en paralelo, un elemento clave para entrenar los actuales modelos de inteligencia artificial, los cuales están en plena batalla.

El pasado trimestre, cuando se anunció la prohibición de la administración Trump, los ingresos de Nvidia procedentes de China fueron de unos 5.500 millones de dólares, cerca del 13% del total. Antes de que cerraran las bolsas y de saber los resultados, los inversores esperaban una oscilación del 6,2% en las acciones de Nvidia después de que presente los resultados, según indican los datos de Option Research & Technology Services.

El miércoles por la mañana, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, descartaba que la Casa Blanca adquiriera una participación accionarial de la empresa, como ha ocurrido con la compra del 10% de acciones de Intel.

"No creo que Nvidia necesite apoyo financiero, así que no parece que esto esté sobre la mesa ahora mismo", decía Bessent en declaraciones a la cadena Fox Business, donde ha defendido el acuerdo con Intel y ha abierto la puerta a operaciones similares con empresas de otros sectores críticos, como la construcción naval.