La cuenta atrás del presidente Aragonés llega a cero
La euforia socialista contrasta con el bajo tono de los representantes del Gobierno en la inauguración de la Reunión del Círculo
BarcelonaLas primeras autoridades del Govern se acercan a la fila cero del acto del día. Son las 16.00 horas, es la inauguración de la Reunión del Círculo de Economía 2024 y el presidente de la Generalitat y dos de sus consejeros de mayor peso (Economía y Empresa) le flanquean. Los focos y los flashes deberían ser para ellos, pero justo en ese momento una ola mucho más numerosa hace acto de presencia: es la gente del PSC, con el recientemente ganador de las elecciones, Salvador Illa; el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni; el expresidente José Montilla, y alfiles como Laia Bonet o Pere Navarro. También está el presidente de Aena, Mauricio Lucena. La pequeña multitud genera un instante de confusión, con gesticulación del personal de seguridad y caras pálidas en los de protocolo, dejando una conclusión: las filas socialistas, como si la sala principal del Palacio de Congresos de Cataluña fuera una réplica aumentada de las urnas del pasado 12 de mayo, son mucho más numerosas y no esconden cierta euforia. Derrotan Izquierda por KO.
Los ánimos, en efecto, no son los mejores en la representación del ejecutivo. "Hemos tenido un estremecimiento fuerte y debemos levantarnos", explica la consellera de Economia, Natàlia Mas, al oído. "Estamos bien, con muchos planes", añade Roger Torrent, su homólogo en Empresa. Si la buscan, ambos encontrarán la comprensión de Montilla: "Yo las he visto de todos los colores en los últimos 20 años", explica. "Y los de Esquerra, los comprendo; entiendo perfectamente la decisión de Aragonès", añade el expresidente.
"Ya nos vemos", admiten fuentes del equipo de Salvador Illa. "Creo que habrá gobierno", añade Lucena, quien junto a Antoni Brufau, presidente de Repsol, son los presidentes de empresas del Ibex-35 presentes en un acto que ha atraído la plana mayor de la sociedad civil y empresarial catalana. Hay representantes de la Caja Ingenieros, Casa Ametller, Esteve, Roca Junyent, Grupo Enciclopedia, Mediapro y, por supuesto, del Banc Sabadell. Algunos asistentes mantienen un intenso debate sobre Pantones: el azul de la pantalla gigante del escenario recuerda a muchos el del BBVA, pero también hay más claro y cercano al banco vallesano.
El presidente de Fira de Barcelona, Pau Relat, resume el sentimiento que percibe entre el empresariado: "La gente quiere gobierno rápido. Yo creo que lo habrá, pero que no será rápido". La misma prisa tienen los responsables de protocolo durante el discurso de Aragonès. Están "muy agobiados" porque la tarde acaba de empezar y ya llevan delay. Un monitor que solo se ve desde el escenario le marca al todavía presidente, en angustiosa cuenta atrás y dígitos gigantes, el tiempo que le queda. Y, cuando pasa un rato de las 16.30 horas, los dígitos se detuvieron en fatídico color rojo: 00:00. Aragonés todavía se alargará unos minutos. Todo en este salón indica que la era de Esquerra en el Govern ha llegado a su fin.