Infraestructures

El plan ambiental de Aena también pone en alerta el Parque Agrario

La propuesta preliminar incluye zonas que tendrían que estar protegidas con la última ampliación de El Prat

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Uno de los cultivos del parque agrario del Llobregat en una imagen de archivo.

BarcelonaPara sacar adelante la ampliación del aeropuerto de El Prat, Aena tiene que superar primero un obstáculo complicado: convencer a la Comisión Europea de que las hectáreas que reste al estanque de la Ricarda se podrán reubicar en otros puntos del delta del Llobregat sin que esto afecte eladelicado equilibrio que mantiene vive el ecosistema. Como avanzó La Vanguardia, el gestor aeroportuario ya ha presentado a algunos de los ayuntamientos afectados una propuesta preliminar sobre cuáles serían estas compensaciones ambientales para conseguir el visto bueno de Bruselas al proyecto.

Según ha podido confirmar el ARA, Aena ha definido unas 280 hectáreas que serían susceptibles de acoger una nueva laguna. Una parte importante de los terrenos se concentrarían en una zona de campos al sur del aeropuerto que actualmente forma parte del Parque Agrario del Baix Llobregat, en el término municipal de Viladecans. Fuentes del Ayuntamiento de este municipio aseguran que todavía no han recibido ningún documento en firme que detalle esta posibilidad y, por lo tanto, evitan pronunciarse. “Lo queremos todo: combinar el desarrollo natural, el económico y el mantenimiento de la actividad agrícola”, defienden.

El Ayuntamiento de El Prat de Llobregat reconoce que ha mantenido contactos con Aena sobre esta propuesta y mantiene la posición de que ampliar la zona protegida del delta es “una necesidad, atendidos los requerimientos de la Comisión Europea, y no a cambio de destruir todavía más espacios”. Desde los consistorios de Gavà y Barcelona no se pronuncian sobre estos contactos y se remiten a los últimos posicionamientos sobre la ampliación. Por parte del gestor aeroportuario aseguran no hay nada “cerrado” ni “definido” y que este planteamiento será “condicional” en función de cómo avancen las conversaciones. 

De hecho, los cálculos en cuanto a las compensaciones no quedan del todo claros. El presidente de Aena, Maurici Lucena, ha insistido en varias ocasiones en que su compromiso es multiplicar por 10 las zonas afectadas en la Ricarda y dejar el delta “mejor de lo que estaba antes”. Esta superficie en riesgo, sin embargo, es de 47,8 hectáreas y, por lo tanto, no se cumpliría la proporción con unas compensaciones de 280 hectáreas. Fuentes conocedoras de las negociaciones añaden que, además, la mayoría de zonas propuestas por Aena ya forman parte de un proyecto de mejora en el que trabaja en paralelo la Generalitat.

Mejoras pendientes en el delta

El gobierno catalán prepara, a su vez, una propuesta para duplicar las hectáreas protegidas por la ZEPA (zona de especial protección para las aves) de las 970 actuales a unas 2.050. ¿Por qué? Pues porque estas mejoras también responden a la exigencia de la Comisión Europea, que hace unos meses alertó en una carta a las administraciones española y catalana de que todavía se tenían que cumplir las compensaciones ambientales de la última ampliación de El Prat, de hace 15 años. En la misiva, Bruselas advertía de sanciones si no se protegían estos espacios. Desde el nuevo departamento de Acción Climática aseguran que la Generalitat quiere estudiar bien la situación y esperan a más adelante para pronunciarse “en firme”, sin dar más detalles sobre el punto en el que se encuentra este proyecto.

A quienes también preocupa dónde se acaben ubicando estas compensaciones es a los campesinos del Baix Llobregat. “Esto es invadir la casa de otro por un capricho. Para que unos puedan ir de vacaciones a Camboya o Tailandia, nosotros nos tenemos que comerlos los inconvenientes”, protesta Lluís Parés, dirigente del sindicado Unió de Llauradors en la comarca. El sector denuncia que la ampliación de El Prat se haría a expensas de restar suelo al Parque Agrario y lamenta la “falta de empatía” hacia una actividad económica que promueve la producción agrícola de proximidad. Por eso pide soluciones alternativas, como mejorar la conexión con el aeropuerto de Girona y convertirlo en la cuarta pista.

Las claves
  • ¿Cómo compensará Aena el impacto ambiental de la ampliación de El Prat? El presidente de Aena, Maurici Lucena, ha repetido en varias ocasiones que a cambio de alargar 500 metros la tercera pista en dirección al estanque de la Ricarda, Aena multiplicará por diez las hectáreas afectadas. Se trata de una superficie de 47,8 hectáreas. En la propuesta a los ayuntamientos afectados, el gestor ha identificado 280 hectáreas donde se podrían ubicar estos nuevos espacios naturales. Con estas dos cifras no se cumpliría la proporción, pero fuentes conocedoras de las negociaciones apuntan a que Aena usaría el terreno ocupado por la pista y los accesos (unas 27 hectáreas) para cuadrar el cálculo.
  • ¿Dónde se ubicarían estos nuevos espacios naturales? Buena parte de las zonas donde se harían las compensaciones (en la práctica significa recrear artificialmente un entorno natural húmedo como el de la Ricarda) se sitúan al sur del aeropuerto. Concretamente, en unos campos en el término municipal de Viladecans que forman parte del Parque Agrario del Baix Llobregat. Por otro lado, las mismas voces apuntan que la Generalitat ya está tramitando incluir la mayoría de estos puntos dentro de la zona de especial protección para las aves (ZEPA) para cumplir con las compensaciones pendientes de la última ampliación de El Prat. Es decir, que Aena no sumaría nuevas zonas protegidas porque ya las reclama Bruselas.
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