El PNV insiste: "Pujol y Roca no quisieron asumir el riesgo del concierto económico"

El ex consejero de Economía vasco Pedro Luis Uriarte afirma que el gobierno de Suárez ofreció en 1980 un régimen fiscal diferenciado a Catalunya

MadridLas palabras del ex president Jordi Pujol en un acto organizado por el ARA, en el cual afirmó que CDC sí que había pedido el concierto económico para Catalunya durante la Transición, han recibido respuesta de quien era consejero de Economía y Hacienda en el primer gobierno autonómico vasco, Pedro Luis Uriarte, también conocido como Plus. Uriarte ha publicado un tuit en el que afirma que el gobierno de Adolfo Suárez ofreció el concierto a los nacionalistas catalanes y estos lo rehusaron. Asegura, además, que él fue testigo directo de la oferta.

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Uriarte dice textualmente: "En contra de lo manifestado por el Sr. Pujol, en el verano de 1980 se le ofreció en mi presencia un Concierto a Cataluña, cuando negociábamos el nuestro, y lo rechazó por una serie de razones que he explicado en libros que he publicado. Esa es la verdad". En efecto, Uriarte dedica un capítulo de su libro El concierto económico vasco (una visión personal) a la oferta que el entonces ministro de Hacienda con la UCD, Jaime García Añoveros, habría hecho al conseller de Economía Ramon Trias Fargas en su presencia. La reunión habría tenido lugar entre junio y septiembre del 1980, antes de la aprobación de la Lofca, la ley de la financiación del régimen común.

La carta de Pujol el 2006

En el libro de Uriarte también se incluye una carta que el mismo Jordi Pujol envió en 2006 a Pedro Miguel Etxenike, también ex consejero vasco. En la carta Pujol decía: "Puede decirse que Catalunya no pidió el concierto, pero sí que lo hizo el nacionalismo catalán". La razón de esta afirmación de Pujol es que, como ha explicado el expresidente esta semana, durante la negociación del Estatut de Sau Convergència y Esquerra votaron a favor del concierto, pero el resto de partidos catalanes lo hicieron en contra.

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La versión de Uriarte también la mantiene el exdiputado del PNV Emilio Olabarría, que en aquella época era asesor del grupo parlamentario que capitaneaba Xabier Arzallus, y aporta más detalles. "No era un concierto idéntico al nuestro, no era simétrico, pero sí un régimen especial", explica al ARA. Pero, ¿por qué se negaron desde CDC? Según Olabarría, la discrepancia venía de antes: "Miquel Roca no lo consideraba adecuado porque era una asunción de riesgo unilateral. Cuando tienes el concierto, si no recaudas el Estado no te compensa, y en aquel momento la situación económica era calamitosa". Y añade: "A Roca el tema foral le parecía una antigualla, una cosa de otro tiempo, en cambio para nosotros era capital".

Jordi Pujol y el debate sobre el concierto económico

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Hay que recordar que el concierto vasco y el convenio navarro tienen su origen en los pactos posteriores al final de las guerras carlistas y es la única estructura foral que sobrevivió a la abolición de los fueros de 1876. A partir de aquel momento, las haciendas forales de Vizcaya, Guipúzcoa, Álava y Navarra pasaron a pagar una cuota al Estado, cosa que antes no hacían. Después de la Guerra Civil, Franco suspendió el concierto para Vizcaya y Guipúzcoa, consideradas provincias rebeldes, pero lo mantuvo para Álava y Navarra, dos territorios donde la Hacienda española nunca ha recaudado directamente ningún impuesto.

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En cambio, el biógrafo de Trias Fargas, Jordi Amat, no se acaba de creer la historia de la oferta. "¿Qué necesidad tenía el gobierno de la UCD de ofrecer un concierto cuando aquí nadie lo reclamaba y ya se había aprobado el Estatut?", argumenta. Según Amat, Trias Fargas era el único que había estudiado el tema de la financiación desde los años 60, pero se encontró bastante solo "porque el concierto no formaba parte de la agenda del catalanismo; había otras prioridades, como la lengua o el autogobierno". Además, según Amat, ni Roca ni Pujol le apoyaron.

Olabarría recuerda que el PNV puso como condición para no votar en contra de la Constitución (finalmente se abstuvieron) el reconocimiento de los derechos históricos a la disposición adicional primera. La versión del PNV es avalada, con matices, por el ex primer secretario del PSC Raimon Obiols, que fue diputado en la legislatura constituyente. "Antoni Castells tenía razón con lo que dijo. Pujol y Roca no querían responsabilidades significativas en recaudación porque así podían culpar a Madrid", afirma. Obiols no tiene constancia de la oferta de Añoveros, a pesar de que la considera "probable", pero recuerda que no tuvo nunca "la sensación en el Congreso de que Roca y Pujol estuvieran batallando por esta cuestión". Obiols sí que recuerda que Roca tenía mala relación con Arzallus, y considera que esto tampoco ayudó.

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La postura socialista

Pero, ¿qué defendían los socialistas en aquel momento? Olabarría afirma que el PSOE no quería ni siquiera que los vascos tuvieran el concierto. Y Obiols explica que el PSC no iba más allá de la "corresponsabilidad fiscal" y que en Sau, en la comisión redactora del Estatut, el concierto no se llegó ni a plantear. "Del concierto en Catalunya no se habló durante la Transición. Y no volvió a estar de actualidad hasta el 2011-2012 con Artur Mas", concluye.

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El ex conseller de ERC Josep Huguet corrobora que en la Transición, cuando él estaba en el PSAN, solo Trias Fargas y el entonces líder de ERC Heribert Barrera defendían el concierto. Tanto Huguet como Amat señalan un elemento capital para explicar por qué la izquierda mayoritaria del momento, PSC y PSUC, no estaban a favor del concierto. "El elemento migratorio tenía mucho peso y estaba la idea de que había que ser solidario con el resto de España", dice Amat. "Ellos pensaban que Catalunya tenía que ser ejemplar y poner en marcha un sistema extrapolable al resto", añade Huguet, que lamenta que esto acabó perjudicando a Catalunya.

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El catedrático de Historia e Instituciones Económicas de la UPF Albert Carreras da un marco histórico para entender mejor el momento. "En aquel momento las prioridades eran la nacionalidad y la vía acelerada de acceso al Estatuto", explica. "Posiblemente no encontraremos un pecado original", expone Carreras. "Pero sí una posición inicial muy diferente de vascos y catalanes; el PNV se abstuvo y en Catalunya había un amplio consenso en que se había conseguido lo que queríamos". 

Huguet reivindica que ERC recuperó la bandera del concierto a principios de los 90, y que incluso forzó una comisión de estudio en el Parlament sobre la cuestión que sirvió de base para la propuesta del nuevo Estatut que se envió a Madrid y fue recortada "con el pacto Mas-Zapatero". El hecho es que, más adelante Artur Mas recupera la bandera del concierto con el nombre de pacto fiscal, una propuesta que entonces sí que fue públicamente avalada por Jordi Pujol, que se lamentó de no haber sido más exigente durante la Transición. Precisamente, el no de Rajoy al pacto fiscal en 2012 fue uno de los motores iniciales del Procés.