Talgo cierra el año con un futuro incierto
Sidenor y Trilantic, el principal accionista del fabricante de trenes, siguen la negociación para la compra de un 30% del capital
MadridTalgo acabará el año sin haber resuelto las incertidumbres que rodean a su accionariado y el calendario lo aprieta cada vez más. Tras el veto del gobierno español a la opa de la húngara Magyar Vagon por la totalidad de su capital social, el fabricante de trenes español tuvo que pensar en un plan B para resolver la salida del principal accionista, el fondo de inversión inglés Trilantic, que con un 30% del capital social lleva años buscando la forma de deshacerse de su participación. Aquí fue cuando el nombre de la vasca Sidenor afloró como principal interesado.
Las negociaciones entre Sidenor y Trilantic empezaron en octubre, pero siguen atascadas por el precio que ofrece la compañía vasca que preside el empresario José Antonio Jainaga. De hecho, cuelgan de un hilo después de que la propia siderúrgica haya abierto la puerta a abandonar la compra, tal y como apuntaron fuentes de la empresa. "[La compra de Talgo] No es una cuestión de vida o muerte", indicaban estas fuentes a principios de diciembre.
El problema de arrancar en el 2025 en esta situación es que ya no estará vigente la cláusula que obliga a Trilantic a negociar la venta de su participación con los demás accionistas, lo que le daría vía libre para hacer y deshacer. Hay que tener en cuenta que Trilantic tiene la participación sindicada con Torreal, el vehículo inversor de la familia Abelló, así como con la participación de Oriol, la familia fundadora de Talgo. A través del vehículo inversor Pegaso controlan de forma conjunta un 40%. En el sector ferroviario se ha rumoreado que hay otros posibles interesados en Talgo, como el Fondo Polaco de Desarrollo (SEPI de Polonia).
Sidenor ha planteado comprarle a Trilantic el 29,9% de Talgo a un precio de 4 euros la acción, lo que supone valorar la participación en 150 millones de euros. Esta es, sin embargo, una oferta inferior a la que hizo Magyar Vagon (5 euros la acción, que es lo mínimo que estaría dispuesto a aceptar Trilantic), aunque está por encima del valor actual de la acción de Talgo en la bolsa (este viernes ha cerrado en los 3,38 euros). Al movimiento de Sidenor se sumarían el gobierno español y vasco.
Algunas voces del sector miran con recelo esta vía y recuerdan que no sería la primera vez que Sidenor da marcha atrás en medio de una posible operación industrial. El ejemplo más reciente es el de la catalana Celsa, que de hecho sigue sin socio industrial. Pero también se añade el caso del fabricante de motores y turbinas de aviones ITP.
Trifulga con Renfe
Mientras, en Talgo mantienen distintos frentes abiertos. El primero es la trifulca con Renfe, que le reclama 116 millones de euros por el retraso en la entrega de los trenes Avril, además de unas compensaciones adicionales que Talgo tilda de "improcedentes".
Asimismo, la incertidumbre entre los empleados en cuanto al futuro industrial del fabricante de trenes no deja de crecer (esta semana UGT y CCOO han emitido un comunicado en el que exigen una solución). Desde las plantillas se pone el énfasis en que Talgo necesita un inversor que le ayude a asumir nuevos contratos a medio y largo plazo de forma que pueda competir con los otros principales fabricantes europeos, como CAF, en un momento de efervescencia de la inversión pública en el tren.