Pensiones

El año del primer gran examen para la reforma de las pensiones

La Autoridad Fiscal (Airef) evaluará esta primavera la sostenibilidad del sistema

Un grupo de pensionistas en una imagen de archivo.
07/01/2025
3 min

MadridEl ex ministro socialista y actual gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, le dejó un encargo a la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) cuando elaboró ​​la última gran reforma de las pensiones: sería la encargada de analizar la sostenibilidad del sistema. Ahora ese momento ha llegado.

Esta primavera el organismo que preside Cristina Herrero pondrá los cambios de Escrivá ante una primera prueba de fuego. El ente revisará las cifras que, por ahora, está dejando la reforma que se empezó a desplegar en 2021 y culminó en 2023, pero también el sistema en su conjunto, y deberá determinar si son necesarios más ingresos o si el gasto se está desviando y, por tanto, hay que ajustarla, o si es necesaria una combinación de ambas cosas. También podría ser que no sea necesario mover una coma de lo que se aprobó.

Sistema tensionado

Durante su etapa como ministro de la Seguridad Social y artífice de la reforma, Escrivá aseguró que los cambios introducidos hacían sostenible el sistema de las pensiones en España El hecho de insistir en esto es porque en los próximos años se empezará a jubilar la generación del baby boom, la más numerosa, y por tanto crecerá el número de prestaciones. Forman parte de esta generación aquellos que nacieron entre finales de los años 50 y 70, cuando hubo un pico demográfico en España.

La reforma, pues, se pensó para que la tensión que se prevé de cara al 2050, cuando el gasto toque techo por la jubilación de toda esta generación, no desencadene en un terremoto tanto en lo que se refiere a la sostenibilidad como también equidad (que las generaciones futuras tengan que pagar una factura demasiado cara para afrontar el gasto). Además, ese horizonte llegaba con la llamada hucha de las pensiones prácticamente vacía.

Gasto e ingresos

La reforma incorporó medidas tanto por el lado de los ingresos como por el lado del gasto. El gobierno no quería que ésta se tradujera en un recorte de las prestaciones y, por tanto, en una pérdida de poder adquisitivo de los pensionistas. Así, una de las medidas estrella fue la recuperación de la revalorización de las pensiones con el IPC o la mejora de las pensiones mínimas y las no contributivas. Esto dio lugar a que en 2022, en un contexto de crisis de precios, las pensiones subieran un 8,5%, también las más altas, lo que situó la pensión máxima por jubilación por encima de los 3.000 euros al mes en 14 pagas.

Este 2025, en plena normalización de los precios, aumentarán un 2,8% (las pensiones mínimas y las no contributivas subirán aún más) A modo de ejemplo, sólo la revalorización del próximo año se traducirá en un coste de 7.296,8 millones de euros. 'Autoridad Fiscal. "La revalorización de las pensiones de acuerdo con la subida de los precios es una medida de justicia social", aseguró la sucesora de Escrivá, Elma Saiz.

Pero para poder cubrir la factura, el gobierno desplegó medidas para reforzar los ingresos. De entrada, se han puesto más trabas a la jubilación anticipada con el objetivo de alargar la vida laboral de las personas y también se ha ampliado el período de cálculo. Ahora bien, el elemento primordial de esta pata de la reforma es el incremento de las cotizaciones sociales, sobre todo a través del mecanismo. de equidad intergeneracional (MEI), que debe nutrir a la hucha de las pensiones, así como de la aplicación de una "cuota de solidaridad" en el caso de los sueldos más altos. todas las cotizaciones hasta 0,6 puntos porcentuales más (1,2 puntos porcentuales a partir de 2029 hasta 2050) Para que los ingresos por la vía de las cotizaciones se noten es importante que el mercado laboral funcione.

Aviso antes de tiempo

Por el momento, la Autoridad Fiscal ya ha dicho que no ve claro el encaje entre ingresos y gasto teniendo en cuenta el alto número de jubilaciones y que las prestaciones serán más elevadas. Herrero ya anticipó la primavera del pasado año que la norma tenía lagunas y que debería activarse el mecanismo de ajuste automático. Habrá que ver si dos años después piensa lo mismo. De momento, sólo este mes de diciembre, la Seguridad Social ha destinado 12.974,2 millones a pagar la nómina de todos los pensionistas (no sólo los jubilados), un 7,04% más que en 2023. De esta cantidad, el 73,1% de su nómina (9.491,8 millones) va destinada a la pensión por jubilación.

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