Infraestructuras

Sánchez aparca de manera definitiva la ampliación de El Prat

Las discrepancias entre los gobiernos cierran la puerta al plan

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Pedro Sánchez y Pere Aragonès, antes de su encuentro al Palau de la Generalitat.

BarcelonaEl proyecto de ampliación de El Prat descarriló ahora hace una semana y hacía falta un notario que certificara su defunción. Este papel lo ha asumido este miércoles el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez: “El gobierno aparca el proyecto de ampliación de El Prat", ha afirmado. El sujeto de su frase, no hay que decirlo, era el ejecutivo español. Sánchez, sin embargo, ha vuelto a insistir en que la causa de esta decisión es la misma que hizo que el pasado jueves la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, anunciara por sorpresa que la obra de El Prat quedaba suspendida: la falta de consenso con la Generalitat, un consenso que ve imprescindible. "No hay una posición madura en la Generalitat en favor de la ampliación", ha añadido.

Después de la primera reunión de la mesa de negociación, el president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha ratificado esta versión: "Ha salido durante la conversación y hemos constatado la falta de consenso entre los dos gobiernos respecto a la propuesta de ampliación que Aena había hecho”. El presidente catalán, que ha querido aclarar que han tratado la cuestión "muy brevemente", ha confirmado sus diferencias con la propuesta del gobierno español y Aena: "Sigo planteando que cualquier mejora de las infraestructuras de nuestro país tiene que cumplir todos los requisitos de protección medioambientales y tiene que tener en cuenta la lucha contra el cambio climático“. Aragonès ha insistido también, una vez más, en su opinión de que "la mejor manera de garantizar un buen futuro para todas las infraestructuras del país, pero también para el aeropuerto de El Prat, es que esto sea gestionado desde Catalunya”.

Durante la última semana, los dos ejecutivos se han intercambiado reproches, en un escenario envenenado por el hecho de que el acuerdo al que llegaron el 2 de agosto pasado para ampliar el aeropuerto fue verbal. Esto impedía comprobar hasta qué punto ese proyecto ya asumía la afectación de la zona protegida de la Ricarda, cosa que para los republicanos del gobierno catalán era una línea roja. En estos últimos días, el yudo argumental entre los dos ejecutivos explotaba esta zona gris del acuerdo verbal: los dos se emplazaban a volver al 2 de agosto, en una acusación recíproca del hecho de que habían cambiado su posicionamiento sobre la ampliación, que suponía una inversión de 1.700 millones de euros por parte de Aena, empresa participada en un 51% por el Estado.

El intento fallido de Fomento

El plan, que tenía sus principales valedores, por un lado, en la administración vinculada al PSOE y al PSC y, por el otro, en Junts y, en tercer lugar, en la mayoría de actores económicos, entre los cuales hay que destacar sindicatos y patronales vinculados al sector turístico, ha tenido en Foment del Treball su patrocinador principal desde el mes de mayo pasado. Quizás por eso en la última semana Josep Sánchez Llibre, presidente de la patronal de las grandes empresas catalanas, había redoblado los esfuerzos para intentar salvar la negociación sobre El Prat. Por un lado, había intentado incluir el tema en un acto que ya preparaba para criticar la posición del Ayuntamiento de Barcelona en materia económica y, por el otro, ofreció la suspensión de este acto a cambio DE que se hablara a la mesa de negociación entre los dos gobiernos, tal como avanzó el ARA. De hecho, existía la posibilidad de aplazar un año la decisión sobre el plan de inversiones de Aena, pero finalmente los dos gobiernos han optado por enterrar la cuestión.

Entre las razones que explican este final abrupto hay razones económicas, como la necesidad de Aena de no aplazar sus inversiones, pero también políticas: los dos gobiernos entendían que ya han sufrido un fuerte desgaste en términos de imagen después de frenar un plan que en agosto daban por bueno. Además, en el seno del gobierno había más discrepancias sobre el proyecto de las que ya habían aflorado. El Prat, pues, pierde definitivamente el tren de la ampliación en el quinquenio 2022-2026.

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