Tecnología

Como la inteligencia artificial y la demanda de memorias están encareciendo a los PC

Los centros de datos para la IA y el aumento de ventas de ordenadores con IA provocan escasez de componentes

Una usuarios de un portátil
20/10/2025
4 min

BarcelonaLa proliferación de centros de inteligencia artificial, con su demanda insaciable de memorias de semiconductor de todo tipo, así como el incremento de ventas de ordenadores y portátiles preparados para realizar labores de IA (llamados AIPC) –de uso sobre todo empresarial, pero también de los consumidores– está provocando una fuerte escasez de memorias, consecuentemente en el mercado. Los usuarios que quieran renovar sus ordenadores durante los próximos trimestres descubrirán que los equipos tienen un precio más elevado, en gran parte debido al mayor coste de las memorias.

Después de muchos trimestres con ventas flojas de ordenadores de sobremesa y portátiles, la demanda ahora sube continuamente. Una de las razones es la decisión de Microsoft de dejar de actualizar, desde la semana pasada, las herramientas de seguridad de Windows 10, lo que empuja a más usuarios a pasarse a la nueva versión Windows 11 (se calcula que hay un parque cercano a los 500.000 ordenadores sin actualizar).

La causa principal de este incremento de demanda de ordenadores, sin embargo, es que se quiere utilizar más intensamente la IA, y por eso es necesario, aparte de una tarjeta gráfica más potente, más memoria: tanto la de tipo DRAM (para los datos temporales) como la NAND flash, para almacenar los datos procesados. También se piden más discos duros tradicionales, con la subida de precio correspondiente.

La demanda mundial de los AIPC, tanto en la versión portátil como de sobremesa –que están mejor preparados para realizar tareas de IA– está creciendo a doble dígito de trimestre a trimestre durante el 2025, según Enrique Lores, consejero delegado mundial de HP, que prevé que seguirá así durante todo el 2026. Las ventas de IA el entorno empresarial, pero también se está notando en el segmento de consumo.

Según la consultora Gartner, el 31% de todos los ordenadores vendidos en 2025 serán del tipo AIPC, sobre un mercado total de unos 250 millones de unidades despachadas en todo el mundo. Para el próximo año, el porcentaje será del 54,7%, sobre unos 261 millones de unidades totales, calcula Ranjit Atwal, responsable de análisis de la consultora. Después de dos años de ventas escasas, los fabricantes de ordenadores están saliendo del pozo.

Una tarjeta gráfica de gran capacidad es fundamental para las tareas de inteligencia artificial, así como el procesador, pero sobre todo hace falta mucha memoria –cuanto más, mejor– para dar salida a los datos leídos por la tarjeta gráfica y el procesador. Esto siempre ha sido así en los ordenadores, pero ahora se ha vuelto imprescindible si se quiere que los equipos funcionen adecuadamente y no haya cuellos de botella.

Por suerte, la capacidad de las memorias de semiconductor está aumentando continuamente, sobre todo ahora que se fabrican en altura (ya se hacen chips de memoria con más de 200 capas). Sin embargo, hay más demanda que oferta, tanto de memorias tipo DRAM como NAND flash. Y se calcula que habrá escasez como mínimo durante todo el próximo año: en el 2027 ya se piensa que se equilibrará la oferta y la demanda, para pasar después a un exceso de producción.

El mercado de memorias siempre ha sido cíclico, típicamente de cinco años, con un período de exceso de oferta seguido de un relativo equilibrio y de una escasez de oferta, para volver a empezar el ciclo de nuevo. La razón es sencilla: son necesarias unas inversiones ingentes para desarrollar una nueva generación de memorias y construir y poner a punto las fábricas necesarias, un proceso que tarda años y que no siempre adecua el aumento de la oferta con las necesidades de la demanda en cada momento, provocando fuertes fluctuaciones de los precios.

Esta ciclicidad se refleja claramente en las cifras de los últimos años: después de crecer un 37% en 2021, el mercado cayó un 13% en 2022 y un 34% en 2023, hasta quedar por debajo de los 100.000 millones de dólares. En 2024 rebotó con fuerza con un crecimiento de un 77% y este año se prevé un incremento de un 17%, hasta los 200.000 millones de dólares. Según la consultora IDC, el punto álgido se alcanzará en 2026 con 220.000 millones de dólares, antes de una ligera corrección en los dos años siguientes.

Para colmo, el crecimiento de la demanda no suele ser lineal, sino que crece repentinamente cuando aparece un dispositivo o aplicación nueva: ocurrió con la aparición de los portátiles, la de los teléfonos inteligentes y, últimamente, con la IA, que está provocando fuertes disrupciones en el mercado. Además, la oferta está muy concentrada, con cuatro grandes empresas: las coreanas Samsung y SK Hynix, la estadounidense Micron y Kioxia (formada por la japonesa Toshiba y la estadounidense Western Digital).

Centros de IA insaciables

Los AIPC están repercutiendo en la demanda de memorias, pero el principal disruptor del mercado son los centros de datos para IA, que lo están dando la vuelta todo. Estos centros no sólo están provocando un aumento inusual e imparable del consumo eléctrico, sino que necesitan un tipo especial de memoria extremadamente rápida, llamada HBM (High-Band Memory), de gran capacidad y gran ancho de banda para dar salida a los miles de millones de cálculos por segundo que procesan las tarjetas gráficas.

De hecho, los centros de datos de IA de Nvidia no son tan potentes gracias a los chips de Nvidia, sino que una parte nada despreciable de su gran capacidad se debe al software CUDA de la propia Nvidia ya las memorias HBM que prácticamente fabrica en exclusiva SK Hynix para Nvidia. El desarrollo del HBM es relativamente reciente y su puesta a punto ha requerido enormes inversiones. En consecuencia, su precio es prohibitivo para la mayoría de suministradores, excepto para Nvidia, que puede pagar lo necesario para tener las mejores y más rápidas memorias. Uno tándem que está funcionando divinamente, para desgracia de Samsung, que no pudo o no supo aprovechar esta oportunidad y se la llevó a una compañía compatriota.

De todas formas, las cartas de las memorias HBM están a punto de volverse a repartir con una nueva generación, llamada HBM4, que promete mucha más capacidad de almacenamiento de datos y mucho más ancho de banda, además de un consumo de energía más moderado. Y es que las HBM de la generación actual van muy deprisa recogiendo datos, pero también gastando energía y calentando los chips, que después hay que enfriar. Tanto SK Hynix como Samsung prevén sacar sus dispositivos a finales de año y tener suficiente capacidad de producción en 2026 para que la rueda de la IA continúe girando a toda velocidad.

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