El tercer regreso de Uber a Barcelona vuelve a encender las quejas de los taxistas
La asociación Élite Taxi convoca una marcha lenta hasta el Parlament para protestar contra la aplicación, que ahora opera con taxis
BarcelonaHay enemistades que no pierden la intensidad con el paso del tiempo. El enfrentamiento entre el sector del taxi y la aplicación de transporte Uber ha sido una constante desde que la compañía norteamericana empezó a funcionar por primera vez en Barcelona en 2014. Desde entonces, la empresa ha hecho dos intentos más para volver a la capital catalana. El tercero se ha puesto en marcha este martes, pero con una operativa formada solo por taxis y los coches compartidos de la plataforma catalana Social Car. Aun así, la respuesta de los taxistas ha sido la misma que en las tentativas anteriores. Después de una asamblea en la estación de Sants, la asociación Élite Taxi ha convocado las primeras movilizaciones para protestar contra el regreso de Uber. El sector hará el jueves una marcha lenta por la ciudad que empezará en la Plaça Espanya, pasará por la sede de Foment del Treball en la Via Laietana y acabará en el Parlament de Catalunya.
“Exigimos a todos los partidos políticos que se posicionen a favor del taxi”, ha reclamado el portavoz de la asociación, Tito Álvarez, durante la asamblea. El colectivo no quiere que el Instituto Metropolitano del Taxi (Imet) conceda a la compañía californiana la autorización para usar la tarifa T3, que permite ofrecer un precio cerrado a los clientes. El organismo todavía no ha tomado una decisión y mientras tanto los 350 taxis que ahora operan para Uber usan el sistema de taxímetro. Ante este situación, Élite ha dado 24 horas al Imet para que rechace la petición. “Violar el régimen tarifario conlleva multas de 2.000 euros y la retirada de la licencia”, ha insistido Álvarez.
La última vez que Uber abandonó Barcelona fue en febrero del 2019, después de que el gobierno catalán sacara adelante un decreto que obligaba a reservar los trayectos en vehículos con licencia VTC con al menos 15 minutos de antelación. Esta restricción chocaba con el modelo de transporte bajo demanda de la compañía, que a diferencia de Cabify optó por salir de Catalunya y concentrarse en otros territorios, como la Comunidad de Madrid. Después de dos años de inactividad en la ciudad catalana, Uber vuelve a como plataforma de intermediación entre taxistas y usuarios. “A nosotros nos da igual cómo entren en la ciudad. Si Uber opera en Barcelona habrá guerra y no parará”, ha avisado Álvarez.
Colau confía que en no haya protestas
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se ha mostrado confiada en declaraciones a RAC1 en que el regreso de Uber a la ciudad no generará protestas del sector del taxi. Entiende que "haya preocupación general" del sector, pero ha remarcado que no es la misma situación que en el pasado porque ahora hay una normativa. En este sentido, Colau ha asegurado que para operar en Barcelona las compañías como Uber tienen que seguir la normativa. "Las instituciones actuamos e hicimos una regulación pionera en el Estado", ha dicho en relación a las VTC.