Las primeras víctimas de la guerra comercial en EE.UU.
El mundo aún está a la espera de conocer con detalle el impacto de la guerra comercial desatada por Donald Trump, pero de momento ya hay algunos sectores, dentro de Estados Unidos, que están empezando a pagar una factura muy elevada. bolsa estos últimos días. Desde principios de año la primera ha perdido un 50% de su valor, la segunda un 40% y la tercera un 35%. atravesar la frontera en masa, y esto está afectando a muchos negocios de los estados del noreste. que visitarían Estados Unidos este año, ahora calcula que lo que habrá será un descenso similar, del 9,4%.
Éste es sólo uno de los efectos colaterales de una manera de hacer que tiene en la guerra arancelaria su punto culminante pero que viene prácticamente de los primeros días de mandato, cuando Trump adoptó un tono imperialista (empezó a hablar de anexionarse Canadá o Groenlandia) y de superioridad frente al resto. El objetivo es obligar a todos los países a pasar por caja, renegociar los tratados comerciales y obtener ventajas gracias al chantaje previo. Pero mira por dónde que, con una economía globalizada e interconectada como la actual, intentando hacer daño al adversario te la acabas haciendo tú mismo. Ocurre con el sector del turismo y la aeronáutica, pero también con los productores de soja que importan su producción (y que se encuentran básicamente en estados republicanos), el textil (¿qué pasará con firmas como Nike que fabrican en China?) o los aparatos electrónicos (Apple también produce en China).
Da la impresión de que justo ahora en la Casa Blanca se están dando cuenta de los efectos de su política, y eso explica los vuelcos, como la decisión de excluir de los aranceles a los aparatos electrónicos, seguramente por el miedo a que los móviles suban de precio. Trump, sin embargo, actúa como si fuera un rey medieval, levantando o bajando el dedo, da igual si con países o con productos, con la esperanza de que todo el mundo se pliegue a sus deseos. Pero falta por ver qué pasará cuando su base electoral empiece a sufrir las consecuencias de una política tan errada como errática.