Editorial

Sánchez planta cara a Trump (y le enoja)

Donald Trump en la cumbre de la OTAN
25/06/2025
2 min

El presidente español, Pedro Sánchez, se ha mantenido firme en su negativa a destinar un 3,5% del PIB a gasto militar en la cumbre de la OTAN de La Haya, pese a haber firmado la declaración final, y ha provocado la ira de Donald Trump, que con su estilo habitual ha amenazado a España: "Le haremos pagar el doble", personalmente que existan represalias por esta decisión. Sánchez se ha salido de un guión que estaba pensado para complacer a Trump y evitar así la tentación del líder estadounidense de romper con sus socios europeos. De ahí los desmedidos elogios del secretario general de la OTAN, el holandés Mark Rutte, en Trump, tanto en público como en privado, y una escenografía pensada para halagar al presidente estadounidense.

Se hace difícil creer que todos los estados que han firmado la declaración piensen de verdad al aumentar de forma tan considerable el gasto armamentístico, lo que pondría en peligro el estado del bienestar europeo, pero he aquí que sólo Sánchez se ha atrevido a hacerlo explícito, a señalar que el rey va desnudo. Puede pensarse que Sánchez se arriesga mucho enfrentándose directamente con el hombre más poderoso del planeta, pero también es cierto que alguien debe hacerle entender que no puede ir imponiendo su voluntad por todas partes como si fuera un sheriff de gatillo fácil. En algún momento es necesario plantarse, como ha hecho por ejemplo la Universidad Harvard en el ámbito académico, y señalar que todo ello es un despropósito.

Porque la cifra del 5% en defensa (un 3,5% en armamento y un 1,5% en otras cuestiones como la ciberseguridad) es completamente arbitraria y es un debate pensado sólo para que Trump obtenga el titular que busca, que es que obligará a los europeos a pagar más, es decir, a comprar más armas en Estados Unidos. Reducir el debate a un porcentaje de inversión del PIB equivale a empezar la casa por el tejado. Si de verdad la OTAN, y específicamente los países europeos, quieren aumentar sus capacidades operativas, lo que debe hacerse urgentemente es caminar hacia un solo ejército europeo, con una estructura de mando coordinada y una sola central de compras. También habría que impulsar una industria armamentística propia que reduzca la dependencia estratégica de Estados Unidos.

En lugar de afrontar estos debates, los países europeos miembros de la OTAN parecen ahora sólo preocupados por no perder la protección de Estados Unidos, y le ríen todas las gracias a un presidente que ya ha demostrado que es un auténtico peligro para la democracia, para la economía mundial y para la estabilidad geopolítica. Alguien que un día anuncia unos aranceles, que luego los retira, que bombardea a Irán, que coquetea con Putin y humilla a Zelenski y que ahora ha puesto a Pedro Sánchez en su punto de mira. Habrá que ver hasta qué punto acaba cumpliendo sus amenazas, pero lo que no puede negarse es que Sánchez ha defendido lo que muchos dirigentes europeos, y seguramente la mayoría de la opinión pública del continente, piensan de verdad.

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