Las manifestaciones propalestinas cortan el recorrido de la Vuelta en el centro de Madrid
15/09/2025
3 min

El presidente español, Pedro Sánchez, ve cómo Europa poco a poco va siguiendo sus pasos en la denuncia y la confrontación contra Israel por el genocidio de que su ejército está perpetrando en Gaza. Al mismo tiempo, siempre hábil a la hora de captar el pulso ciudadano, Sánchez se hace cada vez más suyo el sentimiento popular de solidaridad con los palestinos. Por contra, la derecha del PP, a remolque de Vox, ha entrado en una deriva que la sitúa en el ala más dura de sus homólogos europeos y le aleja de un mínimo sentido común humanitario.

La actitud de los líderes del PP, tanto Feijóo como Ayuso, cada vez se parece menos a la de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que ha dado un giro notable desde su inicial apoyo abierto a Netanyahu hasta la actual propuesta de sanciones a Israel, aprobada también por la UE. Todo esto, claro, mientras el hambre y los estragos por los ataques militares siguen sembrando la muerte y la desesperación en Gaza.

El boicot popular en el equipo israelí participando en la Vuelta a España, que el domingo acabó con la suspensión de la última etapa de la carrera en Madrid en medio de enfrentamientos entre manifestantes y policía, ha subido el tono del choque entre gobierno español y oposición. Feijóo, haciendo uso de una violencia verbal impresentable, ha acusado a Sánchez de incitar a la "violencia política", mientras que el socialista, lejos de echarse atrás, ha redoblado la apuesta propalestina con la petición de boicot a Israel en todas las competiciones deportivas internacionales. Además, el presidente de RTVE ha propuesto retirar a España de Eurovisión si Israel participa en el festival de canción popular.

El gobierno español, pues, no da tregua al estado judío. Si Sánchez, de entrada, se arriesgó a significarse en la UE en la defensa de Palestina, con el viento algo más a favor ha decidido acelerar. No en vano, sabe que la opinión pública del Estado está claramente decantada hacia la solidaridad con los gazianos. Hoy juega una carta ganadora. Y deja al PP en evidencia y más extremado. Los ataques a Sánchez de ministros del gobierno israelí no hacen sino reforzarlo cuando le llaman "antisemita y mentiroso", como ha hecho el ministro de Exteriores de Israel, Gideon Saar. Y los líderes del PP no se han quedado cortos. Según Ayuso, ¡atención!, Madrid ha dado estos días la imagen de una "Sarajevo en guerra" y de un lugar donde "se persiguen a los judíos". No, en ningún caso. Ni en Madrid ni en Barcelona ni en lugar de la Península hay nada que se parezca a una guerra ni se persigue a los judíos. Son los judíos de Israel los que están acosando y demacrando a la población palestina de Gaza mientras sigue la expansión sionista en Cisjordania.

Sencillamente, Feijóo y compañía han decidido utilizar torpemente las protestas a favor de Gaza como un arma arrojadiza más contra Sánchez. Todo vale con el objetivo de derribar al gobierno de España. Para el PP, el problema ni siquiera es Hamás, y desde luego tampoco Netanyahu. Y menos los muertos de Gaza. Son los manifestantes de Madrid. El uso instrumental del conflicto resulta escabroso. Sin vergüenza, la impunidad por distorsionar y estrujar la realidad parece no tener freno. Feijóo sigue avanzando por la pendiente extremista.

stats