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"La cultura debe ser un puñetazo en el corazón, en el cerebro o en el estómago"

A punto de iniciarse la cuarta edición del ciclo Periferia Cultural, ARA entrevista a Estel Solé y Marçal Girbau, los codirectores del proyecto comprometido con el país, la cultura, la lengua y la gastronomía

Concierto en el castillo de Ciutadilla, en la Periferia Cultural 2024.
Clàudia Mohedano
30/05/2025
4 min

En la escena musical y cultural catalana, a menudo parece que la visibilidad se acumule en "añadas" —generaciones de artistas que dominan los festivales y los medios. Según Marçal Girbau y Estel Solé, los codirectores de Perifèria Cultural, cada temporada aparece un grupo reducido de nombres que se repiten "en todos los festivalitos y festivalotes", creando una dinámica que privilegia la comercialidad por encima de la cualidad artística.

Perifèria Cultural nace con la voluntad de romper con estas dinámicas y ofrecer una alternativa que ponga en valor a artistas emergentes y propuestas periféricas, que a menudo quedan al margen de los grandes circuitos comerciales. "Queremos diferenciarnos de lo que llamamos cultura o música de microondas, en la que poco ocurre como arte escénica en directo", señala Solé. Creen en la cultura cocinada a fuego lento, en la cultura del riguroso directo: sin autotunes ni secuencias pregrabadas.

Este ciclo —que evitan nombrar festival para romper con la connotación establecida al término— trae cinco meses de cultura, país y cocina a 35 poblaciones, con 76 artistas que representan la diversidad de los Países Catalanes, de la Comunidad Valenciana hasta Alguer, pasando por las Islas Baleares, Cataluña Norte y también abiertos al país hermano: Occitania. La programación del ciclo es "muy paritaria a nivel de género, pero también de edades", combinando talentos emergentes con otros ya consolidados.

Trabajan con el máximo de disciplinas de artes escénicas, que son diferentes formas de comunicar: "si el primer criterio [en la elección de artistas] es tener representación de los países catalanes, el segundo es, sin duda, diferenciar qué es una propuesta cultural de la que es entretenimiento". Girbau destaca que "la cultura debe ser un puñetazo en el corazón, en el cerebro o en el estómago. Si la propuesta que hay en el escenario no te remueve ni te sacude es que, simplemente, es entretenimiento".

El ciclo acerca la cultura a los pueblos y comarcas alejadas de los grandes centros urbanos, con espectáculos en catalán y occitano, "tratando a la minoría lingüística aranesa con el mismo respeto que querríamos que el Estado español tratara la lengua catalana", subrayan los codirectores, Por su parte, Girbau remarca que "el occitano es la segunda lengua propia oficial del país, y a la gente se le olvida. Es tan propia como la catalana y, por tanto, entendemos que es importante hacer circular propuestas occitanas en nuestro país".

Gastronomía arraigada en la tierra

Los espectáculos son de formato medio, dispersos entre mayo y octubre, con horarios y precios asequibles para toda la familia y una propuesta gastronómica basada en productos y productores locales.

Todos los eventos van acompañados de una propuesta culinaria hecha a medida, con productos de proximidad y sin intermediarios, por lo que cada uno de ellos "es único e irrepetible porque tiene genuinidad", remarca Solé. En la misma línea, cree que "no hay ningún otro ciclo que tenga un chef cocinando en directo un menú, unas degustaciones, a partir de productos de kilómetro cero".

El chef Sergi de Meià junto con las integrantes de la banda Roba Estesa en el Perifèria Cultural 2024.

Este año, el ciclo incorpora dos novedades que ejemplifican este espíritu combativo que les caracteriza: la glosa —el canto improvisado tradicional, cargado de sátira y crítica— y los Asados Periféricos, momentos de artes escénicas donde figuras de diferentes ámbitos, desde la gastronomía al periodismo, "asaran" a alguien con crítica mordaz a la vez que cocinan, literalmente, un asado.

Un proyecto con voluntad de transformación

Periferia Cultural no es solo un evento cultural, sino una herramienta política y social que apuesta por la cultura de sotobosque, la gastronomía de proximidad, el turismo sostenible y la reivindicación lingüística. Su lema, Voluntariamente Directos, simboliza esta doble vertiente: una apuesta política clara y una programación que recalca la proximidad y autenticidad del directo.

Periferia Cultural construye relatos alternativos al modelo de los macrofestivales. Los codirectores explican que es un proyecto que tiene una vertiente tanto geográfica como cultural "para acercar la cultura a estos territorios periféricos que no podrían permitirse este tipo de espectáculos". Pasa de concentrar a la gente en un solo lugar muchas horas en diversificar y mover a la gente por el territorio. El ciclo "es una invitación a descubrir los rincones del país que están, no solo en la periferia, sino fuera de los radares turísticos, porque tenemos un país muy completo y al mismo tiempo muy desconocido por la mayoría de nosotros", admite Girbau.

Cuentan con el apoyo de la Generalidad de Cataluña y ponen en relieve la ayuda de la Diputación de Lleida, que les ofrece un convenio plurianual hasta el 2027 que les da estabilidad. Los codirectores insisten que "es el modelo que las administraciones de este país deberían entender que es necesario para los proyectos que son cultura y no entretenimiento. Nuestro proyecto no es para hacernos ricos ni para vender tickets, es para garantizar los derechos culturales y de descentralización de la cultura y la exhibición de las propuestas menos comerciales en todo el país". Las subvenciones de cultura forman parte del régimen general de subvenciones "es decir, que estamos en el mismo paquete que construir un puente o una acera". El Perifèria tiene una clara vocación pública y reclaman poder gozar de convenios que les permitan estabilidad.

La cuarta edición arranca en Castell de Mur (Pallars Jussà) el 31 de mayo, con una noche occitana protagonizada por la cantante Alidé Sans, el espectáculo de Francesc Ribera (Titot) sobre el trovador Guillem de Berguedà, y un Asado Periférico a cargo de Esperanceta de Casa Gassia. Una propuesta que enlaza la creación occitana de la edad media con la contemporánea.

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