BarcelonaEn el contexto actual, las empresas catalanas necesitan crecer no sólo económicamente sino también en propósito. Los especialistas recuerdan que las organizaciones con un propósito claro y coherente con sus valores son más competitivas, generan mayor confianza entre los grupos de interés y aseguran un crecimiento sostenible a largo plazo. Las empresas que sólo trabajan alineadas hacia un propósito puramente mercantil comienzan a quedarse lejos de las expectativas de los consumidores y de los nuevos retos globales existentes.
Después de décadas de evolución, el concepto de responsabilidad social corporativa ha ganado importancia en los últimos tiempos a raíz de la globalización. Las organizaciones cada vez son más conscientes del impacto que sus actividades y decisiones tienen en su entorno y entienden que ser socialmente responsable es necesario y beneficioso.
Como respuesta a los nuevos retos de un mundo cada vez más incierto, las empresas con propósito se están multiplicando y la responsabilidad social corporativa se ha convertido en un punto de encuentro de organizaciones muy diversas. Se trata de la responsabilidad que asume una organización frente a la sociedad por los impactos de su actividad. Algunos de los elementos de cambio que conducen a las empresas hacia este modelo más responsable y sostenible son la influencia de los grupos de interés y la evolución y exigencia de la sociedad hacia las empresas, una necesidad de mayor transparencia, la protección de la marca y de la reputación y, sobre todo, la conciencia de la nueva realidad. Los casos de éxito de las empresas que ya han optado por un cambio de modelo se están convirtiendo en una inspiración para las que sólo se limitaban a cumplir con la legalidad, que poco a poco van reenfocando su mirada.
Las empresas modernas comienzan a entender que el éxito de su organización no sólo debe medirse con indicadores económicos y han ampliado la mirada para acercarse a las nuevas exigencias de unos consumidores cada vez más formados, críticos y exigentes. Además, las legislaciones van evolucionando por exigir estándares de producción más sostenibles.
En Cataluña, iniciativas como el Manifiesto por una economía con propósito, un llamamiento al mundo empresarial para avanzar en el desarrollo activo y comprometido de la responsabilidad de las empresas hacia la sociedad buscando un impacto económico, social y ambiental, u organismos como Respon.cat, que quiere implicar al sector empresarial en la responsabilidad social, han ganado peso.
"El propósito es clave. Siempre que las empresas aparecían en los medios de comunicación era por noticias negativas. Había que cambiar el discurso. Las empresas son el apoyo del estado del bienestar. Sin las empresas que aportan los impuestos, no se podrían pagar los servicios públicos. Era necesario darle la vuelta a la imagen de las empresas. El manifiesto sirve como guía y va acompañado de unas formaciones para llevar a una formaciones para llevar. certificaciones que trabajan en esta línea. El objetivo es ofrecer una guía de buenas prácticas. Responde.com nunca se ha casado con ninguna norma.
"La sostenibilidad es asegurar la perdurabilidad de la actividad económica. Para ello, hay que tener en cuenta no sólo la neutralidad sino el impacto positivo. El mundo vive un momento de muchos cambios y polarizaciones. Estamos viendo conflictos armados que nunca habríamos imaginado. Los desafíos del contexto económico tienen que ver con adaptarse a la inestabilidad. marcando la diferencia con unas directrices muy ambiciosas. Las inversiones están variando, y crecen las de inversores, por ejemplo, que buscan otros tipos de rentabilidades. Está a punto de ponerse en marcha el fondo de inversión social. cosa. La pandemia fue un punto de inflexión. Otro de los desafíos es que la sostenibilidad se entienda bien y no se utilice como un lavado de cara", asegura Belén Viloria, una experta en innovación social y sostenibilidad que acaba de ser galardonada con el Premio Barakah Europeo 2025.
Consumo reflexivo
Cada vez hay más voces que apuestan por un consumo reflexivo. Con motivo de las fiestas de Navidad, la Agencia Catalana del Consumo, del Departamento de Empresa y Trabajo, inició una campaña en las redes sociales con consejos prácticos para poner en valor el consumo reflexivo y, al mismo tiempo, sensibilizar sobre la importancia de comprar la comida en cantidades adecuadas y evitar su desperdicio.
Cinco consejos para crear un proyecto empresarial con propósito
Las empresas sociales dan respuesta a una necesidad (social, económica o medioambiental) con doble propósito: tener un impacto y obtener una rentabilidad. Patricia Ripoll, fundadora y presidenta de la Fundación Visible, explicó su experiencia en el último Bizbarcelona, en una sesión organizada por ESIC Business & Marketing School. Sus cinco consejos para crear un proyecto empresarial con propósito son:
- La rentabilidad económica es necesaria para escalar. Una actividad empresarial, sea del tipo que sea, debe proporcionar resultados económicos.
- El verdadero medidor del valor es el retorno social de la inversión (SROI). Esta metodología tiene en cuenta las opiniones de las partes interesadas y asigna valores financieros a impactos identificados por estas partes, que normalmente carecen de valor económico.
- No trabajar en soledad: la colaboración es imprescindible. Es necesario acompañarse de otras personas y entidades que tengan un propósito similar, dejarse ayudar por los ecosistemas que existen y abrirse a la colaboración.
- Tomar conciencia de los efectos positivos y negativos de cada acto. Reflexionar para saber que los cambios pueden tener efectos positivos, pero también otros negativos.
- No intentar cambiar el mundo. Lo importante es tener un propósito real con el que sentirse cómodo. Mejorar la vida de una persona puede ser un comienzo, y es casi seguro que poco a poco irás mejorando la de otras muchas.