Verano

¿Sabes cuál es la crema solar perfecta para ti? Los expertos responden

Los dermatólogos dicen que conocer el fototipo de piel tenemos, el índice UV y cada cuándo hay que poner crema son aspectos clave para una protección solar adecuada

Laura Minguella
4 min
Un niño con un dibujo en la espalda hecho con crema solar

BarcelonaEl verano huele a mar, a brisa salada, a tierras remojados de agua, a loción antimosquitos e, inevitablemente, a crema solar. Una de las primeras cosas en las que hay que fijarse a la hora de comprar una nueva para este verano es en el nivel de protección solar o SPF (sun protection factor), que son "unos índices estandarizados que tienen en cuenta cuánto tiempo puedes pasar al sol sin quemarte, pero dependen mucho de factores como el índice UV o el tipo de piel", explica la doctora Sònia Segura, profesora de dermatología de la UPF y médica adjunta del servicio de dermatología del Hospital del Mar de Barcelona. Conocer el índice UV de donde nos encontramos nos puede ayudar a saber cómo protegernos correctamente del sol: "Con un índice UV 2 o inferior no es estrictamente necesario protegerse del sol, pero si es superior a 2, sí que es importante hacerlo", aclara Segura. Este índice se puede consultar en la misma aplicación del tiempo del móvil, en la página web del Meteocat o descargando el aplique UV Derma de la Academia Española de Dermatología.

Al contrario de lo que predica la sabiduría popular, las siglas SPF no hacen referencia a los minutos que protege la crema "sino que es un multiplicador: es decir, si tardas 10 minutos en quemarte sin fotoprotector y te pones uno de 30 , tardarás 10 minutos x 30; por tanto, tardarás 300 minutos en quemarte", asegura la dermatóloga Ana Molina al podcast de B3tter Foods.

Una mujer poniendo crema solar a un niño pequeño en una foto de archivo

Según explica, la dosis correcta de crema a aplicar, por ejemplo, en la cara, es de 0,2 mg por cm², "que es mucho, son dos dedos, pero nadie se pone tanto y, en consecuencia, es necesario apostar siempre por un protector con un nivel elevado de protección".

¿Cuál es mi fototipo?

Un aspecto importante a la hora de elegir protector solar es saber cuál es nuestro fototipo de piel. El fototipo es el que determina la capacidad de la piel de broncearse o quemarse después de la exposición solar. Hay seis tipos. Así pues, el fototipo 1 es aquel que siempre se quema y nunca se broncea, y son personas con la piel muy clara, sensible y con pecas, normalmente pelirrojas, rubias y con los ojos claros: “Por el tipo de melanina que tienen son incapaces de ponerse morenas porque es una melanina anómala, que no hace su función, puesto que en el fondo broncearse es una defensa del cuerpo ante los rayos UV”, explica Segura. En el otro extremo se encontraría el fototipo 6, que tienen las personas de piel muy oscura y ojos y pelo negro, con una melanina capaz de broncearse y no quemarse. “Conceptualmente, nunca se quemarían, pero igualmente deben protegerse del sol”, remarca la dermatóloga.

En Catalunya, lo habitual son las pieles de fototipo 3: “Es aquel que se quema los primeros días y luego coge color, un color dorado, pero que si no tiene cuidado, se quema”, apunta Segura. Las pieles con fototipo 4 también son típicas de la zona Mediterránea y tienen características muy similares a la anterior, aunque son algo más morenas y es raro que se quemen. "En cambio, las pieles con fototipo 2 casi siempre se queman y casi nunca se ponen morenas", añade. El fototipo 5 se encontraría en el otro extremo, con pieles morenas que se broncean muy rápidamente y no suelen quemarse y que serían, según la dermatóloga, típicas de las personas caribeñas.

Turistas tomando el sol en la playa de la Barceloneta

Segura afirma que, a partir del fototipo 3, es recomendable utilizar una protección 50+: "Es verdad que entre una protección de 30 y una de 50 no hay tanta diferencia y que a partir del 30 ya tienes una protección alta, pero siempre será mejor una de 50". La dermatóloga explica que los diferentes niveles de SPF los determina una curva que no es proporcional, por lo que entre el 0 y el 20 hay mucha diferencia, pero entre el 30 y el 50 no existe tanta, por lo que el nivel de protección que ofrecen es muy similar. "Hoy en día, todas las cremas de 50 tienen buenas características y son fáciles y cómodas de aplicar, no como antes, que eran muy espesas ya la gente le costaba utilizarlas. Puestos a escoger, siempre será mejor escoger una de 50 y, sobre todo, no reservarla para las zonas más sensibles, sino utilizarla para todo", subraya Segura.

Para las pieles con fototipos 1 y 2 es recomendable utilizar siempre una protección muy elevada y, sobre todo, protegerse con sombreros o gorras y evitar las horas de mayor sol. Aunque las pieles de fototipos 5 y 6 no acostumbren a quemarse, es importante que se protejan, ya que todas las pieles son susceptibles a los daños causados ​​por el sol. En este caso, lo mejor es optar por una crema con protección moderada y, sobre todo, con mucha hidratación.

El mito de la pantalla total de protección

"La crema solar es una ayuda, pero ni mucho menos evita las quemaduras y el cáncer de piel". La doctora Segura insiste en la importancia de no confiar sólo en la quema para protegernos del sol. "Lo más importante es buscar las sombras y evitar, siempre que se pueda, estar expuestos al sol en las horas fuertes; también llevar sombrero, gafas de sol y, las personas sensibles y los niños, camisetas con protección solar. La crema solar es importante y necesaria, pero lo que hace es como una pantalla que ofrece protección durante más o menos tiempo, pero ni mucho menos es una pantalla total. No hay nada que sea una pantalla total que no sea ponerse en la sombra. ", remarca. La dermatóloga también recuerda que, dado que los niños que tienen menos de dos años tienen una piel inmadura, hay que evitar las protecciones con filtros minerales "ya los bebés de menos de seis meses, directamente no exponerlos al sol", concluye.


La ropa con protección solar no es muy popular en Europa, pero sí en países como China, Japón o Corea del Sur, donde además de paraguas con filtros UV también utilizan gorros, guantes y chaquetas –algunas incluso con capucha y visera– para minimizar la exposición solar durante el día. Se trata de prendas de un tejido ligero con protección que puede llegar hasta 100 SPF y que normalmente es de colores claros para minimizar la sensación de calor. Al ser productos muy populares en el mercado asiático, se pueden encontrar en todas partes, incluso en las tiendas de souvenirs. En nuestra casa, las prendas con filtros UV son todavía una novedad. La marca Uniqlo tiene una colección de ropa con protección UV UPF 40+ y 50+ y es una de las primeras grandes firmas de moda en comercializar estos productos.

¿Puedo utilizar la del año pasado?

Es probable que en el cajón del lavabo todavía esté guardada la crema solar del año pasado. Segura apunta a que lo importante es respetar la caducidad que indica la etiqueta, especialmente si la crema ya está abierta. "Una crema comprada el pasado verano que abriste el 15 de agosto y que en la etiqueta pone que puede estar 12 meses abierta aún se puede utilizar en junio y julio", apunta. Lo que más pesa es si el producto está o no abierto, ya que a partir del momento en que se abre se empieza a oxidar. "Hay que respetar tanto la caducidad del producto como el tiempo que puede estar abierto", insiste.

Asimismo, recomienda que, siempre que sea posible, se compren cremas solares de farmacia. "Son compañías que han estado trabajando e investigando los filtros solares desde hace años y ofrecen más espectro de protección", señala. Además, explica que las marcas de farmacia llevan tiempo trabajando también con el espectro de la luz visible –que es donde está la luz azul de las pantallas de móviles, ordenadores y tabletas– e incorporan protección contra ello a sus productos. "Sabemos que no da quemaduras, pero puede dar problemas de manchas o pigmentación y también es importante protegerse", añade.

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