Elsa Anka: "He aceptado que ahora soy una persona que prima la comodidad"

¿Cómo definirías tu estilo?

— Soy una persona muy cómoda y práctica. Cierto es que hay cosas de la moda que me encantan, por tema visual y estético, pero en mi día a día intento ser más práctica que otra cosa. Yo soy una fiel defensora de los vaqueros porque puedo combinarlos con una camiseta para tener un look más informal o con una blusa para ir más arreglada. A los pies unas sandalias o unas zapatillas, es una combinación con la que me siento muy cómoda.

¿Siempre has antepuesto la comodidad?

— ¡No! De hecho, cuando era más jovencita siempre llevaba tacones altos y no entendía por qué la gente mayor, o lo que yo entonces pensaba que era mayor, que entonces era la gente de 45 años, llevaba zapatos planos y se teñían de rubio. La vida me ha enseñado que vas rubia por comodidad, para no teñirte cada dos por tres las canas, y que llevas zapatos planos también por comodidad.

¿Te arrepientes de haber llevado zapatos de tacón?

— Reconozco que soy un poco terca y siempre pensaba que el talón ayudaba a estilizar el cuerpo, a parecer más delicada, pero claro, eso te machaca los pies. Ahora debería pedir hora para entrar en el quirófano y operarme los pies, que los tengo tan horrorosos de tantos años llevando tacones. Te juro que cada vez que veo una foto de Leticia con barefoot o sandalias siempre escribo mensajes de apoyo, porque pienso que es lo que debe ser, no entiendo la crítica por ir plana.

Durante los años de presentadora debe haber tenido diferentes asesoras de vestuario. ¿Te has quedado con algún truco de moda?

— El mundo de la comunicación por lo general me ha dado muchos conocimientos. En el de la moda, concretamente, he ido un poquito al ralentí. De hecho, cuando ha salido alguna tendencia nunca he sido de las pioneras. He aceptado que soy una persona que prima la comodidad. Un ejemplo de ello son los pantalones de tiro alto: hace años que estoy amargada porque no me gustan nada y no me hacen sentir cómoda. Siento que sólo hay pantalones de este tipo, yo sólo quisiera que pudieran coexistir. Por suerte he podido tener estilistas maravillosos que te hacen looks completos, y esto no tiene precio, no sólo porque saben identificar lo que te prueba, sino que también identifican tu estilo.

En esta línea de comodidad, ¿te encajan los diseños de Custo?

— Sí, además no diré que somos amigos con Custo Dalmau pero sí es una persona que aprecio muchísimo, porque hace muchos años que le conozco. Somos vecinos del barrio y de vez en cuando nos encontramos en el gimnasio o en algún evento. Siempre que he podido he traído ropa suya muy a gusto y pienso que transmite mucha energía, buenas vibraciones a través de sus tejidos y colores. Pienso que Custo ha sido un pionero de las pasarelas, de la creación de la moda, de arriesgar, de romper todo lo normal, convencional.

¿Cuál es la pieza que has traído más de Custo?

— Pues ha habido dos trajes de Custo que he traído muchísimo. Uno era con muchos colores y el otro era mayoritariamente blanco y negro pero con unos dibujos muy llamativos. Y eran dos vestidos muy comunes que podía llevar tanto para ir más arreglada como más informal, según los complementos que me ponía.