El lugar en el que buscan pareja los que se han cansado de Tinder
Aunque parezcan de otra época, las agencias matrimoniales sobreviven en el siglo XXI gracias a la discreción y atención personalizada


BarcelonaTinder, Bumble, Happn, Grindr, Badoo, Meetic, AdoptaUnTio y un largo etcétera. Las aplicaciones para ligar y encontrar pareja han revolucionado la forma en que se relacionan los humanos en cuanto a las relaciones sexoafectivas en Occidente. Este tipo de aplicaciones son tan comunes que incluso parece inviable que haya otras formas de avenir más allá de mercadear con imágenes y chatear ante la pantalla del teléfono móvil. En este sentido, los datos son clarificadores, porque se estima que un 40% de las nuevas parejas que se forman en el Estado se han conocido en Tinder. Pero aunque parezcan de otra época, las agencias matrimoniales físicas no han desaparecido, todo lo contrario. Este sector, que se creó en Catalunya en los años sesenta, existen y funcionan tan bien como en décadas pasadas. Existen muchas menos y no compiten de tú a tú con los millones de usuarios que usan el entorno digital, pero aseguran que ofrecen un plus de atención y personalización que nunca podrá darte ninguna máquina.
"Nos ponemos al servicio de las personas que están en un momento de su vida en el que quieren encontrar a un compañero o compañera con quien hacer un camino juntos y, por lo que sea, no lo encontrando", asegura Maria del Carme Banús, fundadora y propietaria de SamSara, la agencia en activo más antigua de Barcelona, con tres años. Banús empezó ese negocio cuando tenía cuarenta años, en un momento profesional de cambio. "Abrimos sus puertas el día de San Valentín de 1995, todavía seguimos", explica.
El momento de estrenar la agencia era la etapa dorada, ya que coincidió con el auge de la ley del divorcio en el Estado, que se había aprobado 15 años antes. "De todas formas, hoy en día estamos en el mejor momento -puntualiza Banús-, porque hay más necesidad que nunca de no estar solo". En sus inicios se trabajaba especialmente con personas que se habían quedado viudas y gente soltera ya madura. "Antes se les decía solterones de forma despectiva, en cambio ahora casi se ve más como una calidad".
Buscando compatibilidad
Maria, nombre modificado para mantener el anonimato, se divorció hace 12 años. Vive en un pueblo del Pirineo, y después de años sin tener una nueva relación se decidió a dar el paso. Sus amigas le recomendaron las aplicaciones digitales más populares que se utilizan mayoritariamente para ligar. Pero no fue bien: "Me provocó un gran bajón de autoestima, porque era como un escaparate en el que solo se buscaba sexo esporádico". Duró un año hasta que las borró del móvil y decidió volver a internet, pero esta vez en el buscador. "Busqué por agencia matrimonial, y así empezó todo". Poco más de doce meses después de aquella decisión, Maria tenía su primera cita con Pedro, con quien lleva más de un año relacionando muy bien: "Somos compatibles al 100%, eso no nos lo esperábamos ni nosotros mismos", dice.
Pero llegar a encontrar a Pedro no lo consiguió en la primera, sino que siguió un procedimiento largo y que también pasó por una etapa de ensayo/error. "Me hicieron una entrevista de más de dos horas", explica Maria, que pagó alrededor de 1.200 euros durante el tiempo que permaneció en la agencia, donde se vio con cinco hombres antes de encontrar su media naranja. "Las preguntas están hechas por psicólogos que saben lo que están haciendo, te calibran perfectamente", recuerda la chica, a la que no le pidieron ningún tipo de fotografía: "Tienes que seguir sus recomendaciones sin ver a la otra persona. De hecho, incluso te recomiendan que elimines tu imagen de perfil de WhatsApp porque no te juzga.
Intuición profesional
La entrevista con los psicólogos de la agencia es donde está la clave del éxito, ya que es a partir de ahí que se va construyendo el perfil sobre todas las áreas de la vida del cliente y de cómo le gustaría que fuera su pareja. Una vez hecha, se analiza con detenimiento, se van encontrando las coincidencias con posibles candidatos y ya se propone un encuentro. Es por este nivel de detalle que los especialistas lo llaman presentaciones personalizas, y siempre es entre personas que buscan lo mismo.
Hoy en día los clientes más habituales de agencias como SamSara son personas que ponen su esperanza en el servicio de la experiencia y la personalización. "Para poder juntar gente hay dos factores importantes: el trabajo de los profesionales y la intuición, que después de treinta años de carrera la tienes bastante afinada", se ríe María del Carme Banús, que hace una segunda entrevista personalmente a cada persona que entra por la puerta de su agencia. "No soy infalible ya veces fallo, pero ya son muchos años y tengo un conocimiento exhaustivo de nuestra base de datos", cierra la propietaria.
El hecho diferencial
A la hora de decidir qué opción escoge cada uno para encontrar pareja, la de la agencia matrimonial es, con mucho, la más costosa si la comparamos con las herramientas que te da internet. Las aplicaciones para ligar empezaron a mediados de la primera década de los 2000 y supusieron una revolución, que acabó con la gran mayoría de agencias que existían en Catalunya. A partir de ahí, algunas, pocas, sobrevivieron, siempre buscando un rasgo diferencial. "Quienes nos apuntamos a una agencia pedimos tres cualidades indispensables: discreción, profesionalidad y saber que la persona que te encuentren buscará lo mismo que tú", explica Maria. En este sentido, cuando tú te das de alta en un servicio como éste esperas tener un seguimiento constante de cómo están yendo las cosas.
Por otra parte, quien apuesta por esta vía es normalmente alguien que busca una pareja estable. A menudo son personas que vienen rebotadas de las aplicaciones y que en estos espacios buscan expertos con una atención personalizada. "La sociedad de hoy en día da muchas formas de concebir una relación, pero aquí no se viene a buscar sexo esporádico", explica Banús, que en el 2017 se certificó como matchmaker en Nueva York. Asegura que en su agencia existe la garantía de que las personas que hay en su base de datos "son quienes son y quieren lo que dicen querer". La confidencialidad es extremadamente importante para la mayoría de los clientes de una agencia matrimonial, puesto que son personas que, normalmente por su trabajo, no quieren tener fotos públicas en redes de contactos con miles y miles de usuarios.
En pleno 2025, lo que te prometen es no hacerte perder el tiempo, dice la fundadora de SamSara. "La gente cada vez tiene menos ganas de quedar con gente con la que no es compatible. En cambio, nosotros esto te lo garantizaremos el 100%", concluye.