No tirar comida: el objetivo (posible) de estas fiestas

Tres expertos nos dan seis consejos para evitar el despilfarro de alimentos por Navidad

ARA
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Una mesa parada con motivos navideños.

BarcelonaLa Navidad es una época de comidas y cenas y, a pesar de las restricciones impuestas para prevenir la pandemia, esto supone muchos platos de comida. Como a menudo sobra, hay una parte importante de esta comida que acaba en la basura, como ya pasa el resto del año. De hecho, en 2020 tres de cada cuatro hogares españolas tiraron comida y bebida a la basura: según los últimos datos publicados por el ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, se tiraron 31 kilos/litros por persona, una cifra que supone un total de 1.364 millones de kilos/litros de alimentos.

Aún así, Francesc Xavier Medina, director de la Catèdra UNESCO Alimentación, Cultura y Desarrollo de la UOC, dice que “la situación ha cambiado y que cada vez hay más conciencia y más gente que opta por el aprovechamiento y el reciclaje, y esto va acompañado de normativas que lo favorecen. Medina también remarca que "el aprovechamiento es un hábito que se está integrando plenamente en nuestra cultura gastronomía" y explica que la antigua costumbre de aprovechar lo que sobraba para hacer otras comidas ahora también se hace "no tanto por una cuestión económica sino por conciencia medioambiental".

Para evitar el derroche en estas fiestas, las expertas de la UOC Anna Bach, directora del máster Nutrición y Salud, subdirectora de docencia y profesora de los Estudios de Ciencias de la Salud e investigadora del Foodlab de la UOC; y Alicia Aguilera, también profesora de los mismos estudios e investigadora del Foodlab, dan seis consejos prácticos:

1. Hacer una lista de la compra pensando en los menús de las comidas que se harán. De este modo solo compraremos lo que es necesario y después no sobrará ni se tirará nada. Este consejo es especialmente importante para los productos frescos, puesto que tienen una vida útil más corta.

2. Conservar y almacenar correctamente los productos comprados. Hay que leer las etiquetas, las fechas de caducidad y los métodos de conservación según el tipo de alimento para hacerlo bien.

3. Ajustar las raciones. Antes de comprar mirar qué tenemos en la despensa y hacer una previsión de lo que se necesitará teniendo en cuenta cuánta gente habrá en la mesa. De este modo se evitará cocinar demasiado y que sobre mucha comida o que se coma demasiado.

4. Congelar. Si a pesar de haber hecho una lista y haber ajustado las raciones sigue sobrando comida, congelar es la mejor opción. La congelación es un método de conservación que alargará el tiempo de consumo de ese producto sin que pierda valor nutritivo. Además, si se hace en recipientes individuales midiendo una ración, después será más fácil consumirlo y servirá para llevarse la fiambrera al trabajo, por ejemplo.

5. Reaprovechar los restos para hacer nuevas recetas. Las recetas de aprovechamiento eran una costumbre muy arraigada en las casas de nuestros abuelos y abuelas. Son un buen ejemplo de ello los canelones y las croquetas, que nacieron de lo que sobraba del asado. Así que con lo que sobre estas fiestas podemos hacer muchas recetas y muy diversas.

6. Consumo responsable. Saber de dónde viene lo que se come es muy importante, así como el sistema de producción utilizado. En definitiva, hace falta apostar por el consumo de proximidad y de temporada porque mejora la vida de las pequeñas comunidades agrícolas, favorece la biodiversidad, gasta menos energía en transporte y tiene una mejor relación calidad-precio. También es importante evitar los plásticos o, cuando menos, al menos los no reciclables y apostar por el cartón o embalajes reciclables.

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