Estilo de vida

¿Por qué se pelean las parejas que llevan muchos años juntas?

La economía, las tareas domésticas o los hijos pueden ser fuente de problemas, pero los expertos avisan de que las discusiones pueden ser, incluso, saludables

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Porque se pelean las parejas que llevan mucho tiempo juntas?

BarcelonaHace 50 años era habitual encontrar parejas que llevaban 30, 40 e incluso más años juntas, algo que hoy en día ya no es tan frecuente. Sin embargo, siguen habiendo muchas parejas que llevan años juntas y eso tiene sus cosas buenas y malas, como todo. La convivencia, la rutina, las labores del hogar y las obligaciones familiares hacen que a menudo surjan discusiones que desgastan a la pareja.

Pau, de 46 años, y Laura, de 49, hace seis años hicieron terapia de pareja. Recuerdan que discutían en todo momento por cualquier tontería hasta el punto de que parecía que no les gustaba nada del otro. "Fuimos conscientes de lo que pasaba, hacía años que no éramos suficientemente claros uno con otro sobre lo que nos molestaba, siempre estábamos enfadados", recuerdan. Pero consiguieron encontrar una solución. "Poco a poco aprendimos a comunicarnos mejor, a no atacarnos y ver las cosas positivas del otro, dejando de juzgarnos y poniendo en valor el esfuerzo que hacíamos por reencontrarnos”, recuerda Laura.

La suya no es una historia extraña. Muchas parejas pasan por momentos difíciles, de muchas discusiones, como ellos.

La psicóloga, sexóloga y terapeuta de pareja Mireia Muñoz, directora del Centro de Psicología Mireia Muñoz, explica que la primera fase de las relaciones, la del enamoramiento, suele durar hasta 3 años, pero a partir de ahí la intensidad emocional comienza a bajar y se entra en una nueva etapa en la que ganan protagonismo el compromiso , la consolidación y la estabilidad de la pareja. La experta explica que a medida que avanza la relación van pasando diferentes etapas: tanto a nivel familiar como laboral y personal, "es normal que todo esto influya en la pareja y pueda haber ciertas crisis", aunque deja claro que "no pasa nada para que las relaciones tengan altibajos, lo único que debemos tener claro es que esto no quiere decir que continuamente haya tensión o una relación tóxica”.

¿Discutes bien o mal?

Rocío Rico, psicóloga experta en terapia de pareja y sexual, asegura que discutir puede ser incluso saludable. Para ella no debe ser negativo si se hace desde el amor y el respeto. “En una relación, la crítica debería ser constructiva, no debería descalificarse al otro, ni tener una actitud defensiva. Por ejemplo, la persona que recibe una queja no debería contraatacar, ni insultar ni ignorar lo que se le dice, tampoco debe negarse a hablar o responder con sarcasmo”. Esta experta alerta, sin embargo, que si una pareja discute de forma continuada e intensa sí puede suponer un desgaste y eso a la larga puede llevar a la separación.

Por su parte, Mireia Muñoz recuerda que una relación no sólo se crea, sino que se construye, para poder mantenerse en el tiempo de manera saludable, y esto es un trabajo diario que nos ahorrará dolores de cabeza y muchas discusiones. Lo que ella propone es que haya unas pautas claras de comunicación con la pareja. Plantea, incluso, la posibilidad de que se haga un contrato a hablar y negociar previamente, estableciendo un reparto de tareas, tanto en casa como con los hijos, si los hubiere. También debe tenerse en cuenta que las necesidades de cada uno irán cambiando con el tiempo; por tanto, el contrato se puede ir renovando, siendo sinceros con lo que sentimos, necesitamos y deseamos, sin que suponga una obligación para el otro, que decidirá si es posible o no. Otra cosa muy importante para que las parejas funcionen, dice, es la comunicación. “Deberíamos evitar el error del adivino; es decir, debemos saber que la pareja no es un adivino, no debe saber lo que pienso si no se lo digo, y por eso es importante comunicarlo”, propone. Sin embargo, es importante decirlo asertivamente. La comunicación empática acompañada de la escucha y la empatía facilitan que el entendimiento mutuo sea más fructífero.

La psicóloga Muñoz apuesta por no acumular, cuando alguien se guarda las cosas que le duelen se puede distanciar emocionalmente del otro y esto a la larga genera desconexión y frialdad. Recomienda encontrar ratos para hablar sin esperar a que haya una discusión, poniendo el foco en los puntos de mejora y el refuerzo positivo; fomentar la intimidad de pareja a través del contacto físico como besos y caricias que se pueden reducir con el tiempo y compartir tiempo de calidad en el que se reservan unos minutos juntos al terminar el día, y establecerlo como una rutina. "A diferencia de la monotonía que provoca desgaste y desmotivación, la rutina supone conservar hábitos que son saludables y que favorecen la relación", dice.

¿Cuáles son las discusiones más frecuentes entre las parejas que llevan mucho tiempo juntas?

Más allá de las particularidades de cada pareja, éstos son los motivos por los que más se suele discutir.

La familia: Sobre todo cuando uno de los miembros de la pareja no se siente aceptado por la familia del otro o se siente juzgado, le resulta difícil estar con la familia política. También suele haber un toma y daca con el miembro de la pareja que está en medio y no sabe cómo posicionarse.

El sexo: Cuando las expectativas son diferentes o los miembros de la pareja no se atreven a hablar de ello, no saben cómo abordar el tema, o en uno de ellos hay otras cosas que le molestan de la relación y se desconecta de la parte más afectiva . A veces uno puede notar que deben hablar, pero no siempre es fácil y puede costar afrontarlo porque supone aflorar temas muy íntimos y personales.

Los hijos: Aquí los conflictos pueden venir por muchos motivos. La educación, por ejemplo, puede provocar mucha tensión si se tienen puntos de vista distintos. Es importante hablar de ello porque si no lo hacemos, puede ser motivo de alejamiento y discusiones. También puede ser un tema conflictivo si sólo quiere tener hijos a uno de los miembros de la pareja y no hay un consenso.

La economía: Habría que establecer de forma clara cómo se establecerán las finanzas de la pareja, la administración de ingresos y gastos. No hay un modelo mejor que otro y todo es posible si se consensúa.

El móvil: El tiempo que le dedica uno o los dos miembros de la pareja puede dificultar la comunicación, hacer que el otro se sienta apartado, infravalorado o genere desconfianza. Hay que prestar atención si se prioriza la pantalla y todo lo demás pasa a un segundo plano.

Las tareas domésticas: Cada vez hay mayor corresponsabilidad, pero siempre hay uno de los dos que tiene más carga. Cuando uno debe recordarle al otro lo que no ha hecho o si el otro no es suficientemente consciente, acaba pasando factura. Conviene pactar las tareas domésticas, tanto las de cuidado como las administrativas, extraescolares, gestión de la casa o reuniones de escuela, comunidad. Ayuda a que cada uno pueda elegir las cosas que le resultan menos pesadas.

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¿Y a ti qué te molesta de tu pareja?

Hay pequeños detalles por los que las parejas chocan. De entrada no suponen un descalabro, pero pueden acabar siendo motivo de conflicto. Aquí tenéis una selección de pequeños conflictos cotidianos de parejas que llevan años de convivencia:

"Mi pareja siempre se queja de que dejo todas las puertas de los armarios y los cajones abiertos, dice que sabe perfectamente por dónde he pasado y lo que he hecho".

Ariadna, 30 años de pareja y 23 de convivencia

“Echa la ceniza y las colillas en cualquier lugar como en el plato después de comer o una taza con un culo de café, cualquiera excepto el cenicero”.

José, 25 años de pareja y 22 de convivencia

"Estoy harta de reclamarle que repartimos tareas del cuidado de los hijos, pero no acaba de entender qué es la corresponsabilidad".

Ainoa, 23 años de pareja y 21 de convivencia

“Deja rastro allá donde va, sobre todo en el baño. Cuando termina el rollo de papel nunca lo cambia, sale de la ducha y deja el suelo empapado, me encuentro pelo suyo en el fregadero…”

Laia, 18 años de pareja y convivencia

"Su madre es intocable y le toleramos lo intolerable. Y un detalle más casero que me molesta: rasca en el fregadero las tostadas demasiado tostadas, encima del estropajo y los platos sucios que están allí".

Rita, 36 años de pareja y 30 de convivencia

"Tengo un hijo de dos años y medio y mi pareja y padre de la criatura no hace nada. Todas las tareas de la crianza recaen en mí".

Alba, 10 años de pareja y 9 de convivencia

"Mi pareja no respeta los horarios pactados y no me avisa. Nada me molesta más que tener que esperar una hora con el plato en la mesa hasta que llega".

Pep, 45 años de pareja y 38 de convivencia

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