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Salas oscuras, temperatura alta y reggaeton: ¿discoteca o gimnasio?

El mundo del fitness ha entrado en una nueva era gracias a establecimientos que han cambiado la forma de entender el deporte

Algunos de los usuarios de Concept Barre
14/02/2025
5 min
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BarcelonaNo hay ningún guardameta vigilando la puerta porque ya tienes una entrada exclusiva. El pase en cuestión es una especie de golden ticket que te sumerge en una experiencia curiosa. Hay nevera con refrescos, zumos, ginger shots a raudales e, incluso, alguna cerveza. También ropa promocional a la venta. Con dress code adecuado, te acompañan hasta la sala. En el pasillo rojo, unas letras móviles anuncian dónde estás. Entras en la oscuridad, tomas sitio entre una veintena de personas, el DJ se sienta, pone su propia lista de música –desde Rosalía hasta tecno y reggaeton– y, de repente, se encienden luces fluorescentes por todas partes. Los espejos te devuelven el reflejo perfecto para un selfie. No puedes parar de moverte, pero asombro: te das cuenta de que estás encima de una bicicleta estática y que quien tienes delante no es Martin Garrix o David Guetta, sino el entrenador asignado a la clase.

Sí, estás en un gimnasio, pero podrías estar en una discoteca. La experiencia es similar y se basa en tres pilares: comunidad, diversión y bienestar. Ésta es la filosofía de Lapso Studios, una de las nuevas cadenas de gimnasios instaladas en Barcelona que está revolucionando el mundo del fitness. Sacude el concepto, las disciplinas y las actividades que se imparten, así como la experiencia del usuario, gracias a una comunicación directa y un lenguaje fresco. "Es mi momento de desconexión y de felicidad", reconoce Inmaculada, otra seguidora.

El gimnasio como centro de ocio y socialización

Javier Herrarte, uno de los fundadores de Lapso Studios, es también entrenador. Herrarte dejó atrás el mundo de la belleza para adentrarse en el deporte y, junto a tres socios, fundó este nuevo modelo de gimnasio boutique, inspirado en los que triunfan en Estados Unidos o en el norte de Europa.

Una clase en Lapso Aribau.

Corría el 2021 y, tras el confinamiento, todo el mundo tenía ganas de moverse y salir de casa. El contexto perfecto para impulsar un proyecto híbrido centrado en sólo tres tipos de clases: indoor cycling, barra y tonificación. Hoy en día, tienen dos centros en Barcelona –uno en Diagonal y el otro, recientemente inaugurado, en Aribau–. "Vimos que el fitness era muy binario: o grandes cadenas de gimnasios impersonales con mil opciones o pequeños centros con una disciplina muy concreta", explica Herrarte. "El futuro estaba en el segundo modelo, pero queríamos mejorar su experiencia". Así que preguntaron directamente a los primeros usuarios qué echaban de menos en un gimnasio. La respuesta fue clara: "Más actividades que conecten a las personas mientras hacen deporte".

"El sentimiento de comunidad es muy fuerte. Se nota la pasión de quienes forman parte del proyecto", afirma Eugenia Llopart, cofundadora de Lapso Studios. Para potenciar ese vínculo, el centro ha creado planes exclusivos y personalizados para los socios, para que puedan compartir la experiencia con amigos y familiares. También han empezado a organizar eventos deportivos fuera del gimnasio, en los que reúnen a cientos de personas en espacios inesperados como discotecas, hoteles de lujo, piscinas o incluso a pie de playa, lo que convierte cada entrenamiento en una experiencia social única. En 2025 se prevé la apertura de un nuevo centro en Barcelona y la expansión hacia Madrid.

Los nuevos entrenadores: entre el 'coach' y la estrella de rock

Un factor clave para mantener las expectativas y crear memorables experiencias es contar con un buen entrenador. Alguien que rete, anime y rompa esquemas a la vez. "Me contactaron directamente por Instagram. Buscaban perfiles más disruptivos, alineados con los valores de un gimnasio que lo estaba petando", explica Gerard Abad, uno de los entrenadores más populares de Lapso Studios, donde sus clases siempre están llenas. Gerard cambió el deporte al aire libre –skate, snowboard o surf– para ponerse al frente de una clase deindoor cycling. "Quien me lo iba a decir", dice antes de explicar por qué aceptó el reto. "Hoy he dicho en clase que el precio de equivocarse puede ser alto, pero que el precio de no intentarlo es muchísimo peor", añade. Han pasado cuatro años y Gerard compagina los entrenamientos con su trabajo como comercial de las firmas deportivas Element y DC Shoes. "La adrenalina y los nervios antes de saltar de un avión son los mismos que siento cuando subo a la bici para empezar una clase", explica.

Crear una conexión emocional es clave, y la música juega un papel fundamental. Gerard Abad lo tiene claro: cada día prepara su propia lista de canciones, disponible después en Spotify. Pero el ingrediente que engancha a sus seguidores es la motivación. "Entendemos el deporte como un trabajo de cuerpo, mente y alma", explica. Y añade: "Por eso, durante el entrenamiento, reforzamos valores como el esfuerzo, las ganas y la superación". El impacto es evidente: "No sólo sudas, compartes y ríes, sino que sales de clase con ganas de comerte el mundo", concluye.

La fiebre del 'barre'

Si no sabes qué es el barra, quizás no estás al día de las últimas tendencias deportivas. Esta disciplina que fusiona ballet, yoga y pilates en una misma clase se ha convertido en la protagonista de muchos de los gimnasios más novedosos en Barcelona. Un ejemplo claro es Concept Barre, un estudio de fitness de estética neoyorquina fundado por la bailarina María Barrientos y su socia Michelle Mizes. Tras una larga trayectoria en danza clásica, Barrientos decidió reinventarse: "La danza es una profesión muy caótica, con períodos de alta carga de trabajo y otros de inestabilidad", explica. Este cambio también supuso un reto personal: "Me sentía perdida porque, al dejar la danza, mi cuerpo y mi mente necesitaban una disciplina que no encontraba en los gimnasios convencionales".

Una clase de 'barre'.

Fue en ese momento de evolución cuando Barrientos vio una oportunidad: "Después de viajar a Estados Unidos para descubrir cómo integrar danza y fitness, creé mi método, fusionando la danza con entrenamiento funcional y pilates, que tonifican el cuerpo y aportan fuerza y ​​flexibilidad". Según ella, el barra ofrece cambios transformadores en poco tiempo. Más allá del bienestar físico y mental, Barrientos destaca un aspecto a menudo olvidado: "Es importante corregir los movimientos para extraer el máximo rendimiento de las sesiones". Con dos centros en Barcelona y una comunidad de casi 500 socios, el método de esta bailarina sigue creciendo con nuevas sesiones que se complementan entre sí. En el centro, el lema escrito en la pared está claro: "Burn to bliss": "Quemar hasta ser feliz".

Entrenarse con calor

Actualmente, las opciones de entrenamiento son tan variadas como los gustos. Si lo que buscas es sudar de lo lindo, Hotcore Studios es el centro ideal. Ofrece un entrenamiento funcional de bajo impacto y alta intensidad en una sala a 35 grados con paneles infrarrojos que calientan los objetos a su alrededor. "Notas la temperatura en el ambiente, pero no te sientes incómodo", explica Júlia Serra, fundadora del centro.

Una clase a alta temperatura en Hotcore Studios.

Serra descubrió esta modalidad en Los Ángeles mientras trabajaba para Alexander McQueen en Londres: "En lugar de realizar entrenamientos muy exigentes, en 45 minutos conseguía hacer el ejercicio del día". Pero lo que realmente le impactó fue la sensación posterior: "Salí con una sensación de bienestar brutal y pensé: «Eso es lo que quiero hacer»», recuerda. Lo que era un hobby se convirtió rápidamente en profesión con la creación de este gimnasio boutique situado en la calle Balmes. El público es mayoritariamente femenino, de entre 20 y 35 años, como la propia fundadora. Cuando se le pregunta si cree que el gimnasio es la nueva discoteca de su generación, Julia responde sin lugar a dudas: "Creo que es incluso mejor, porque te diviertes con quien quieres y, además, te cuidas mientras haces deporte", concluye.

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