Estilos de vida

Solteros a los 50: “No soy ninguna guindilla rara, sólo quiero disfrutar de la vida”

El aumento de separaciones y divorcios de parejas cuando los hijos se hacen mayores provoca un cambio de paradigma al llegar a la madurez

Si te asusta una mujer sola, no te quiero en mi vida
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Barcelona“La gente de 50 años sabe que existe una gran probabilidad de que vivan 30 años más o más. Por tanto, si se encuentran en una relación que no les hace felices piensan: «Yo esto no lo quiero, yo quiero algo mejor por mí mismo»”. Lo dice Francine Russo, autora del libro Love after 50: how to find it. Enjoy it and keep it en una entrevista en el diario The Washington Post.

La psicóloga Dolors Líria se expresa en unos términos similares cuando explica que a partir de los 50 “se nota un aumento de gente que se separa, porque hay muchas personas que en esta etapa se encuentran con los hijos ya mayores y que , si llevan años con la sensación de que su relación no funcionaba, ven que ya no es necesario continuar y tienen más fuerzas para dar el paso hacia la separación”.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística de 2021, cerca de 4 millones de personas del Estado de entre 50 y 69 años no tienen pareja. Y, según los expertos, la cifra va a crecer. Pero tener más de 50 años y ser soltero es muy diferente ahora que hace 30 o 40 años, cuando el estigma, la sensación de fracaso y una cierta vergüenza castigaban a quienes se encontraban en esta situación.

“Los 50 de hoy en día son otra cosa”, dice Ignasi Puig Rodas, psicólogo y sexólogo, quien explica que actualmente una persona de esta edad puede estar sin pareja “sin que esto suponga un problema y puede vivir con plenitud”. Antes, si en los 50 estabas soltero, se veía como “algo raro”. En cambio, hoy en día está "totalmente normalizado y hay mucha facilidad para conocer gente, no es difícil encontrar una nueva pareja", destaca. Dolor Líria ratifica que la de los 50 puede ser “una década muy positiva en la vida de las personas, que ya cuentan con un buen bagaje y una buena experiencia vital pero que pueden ser activos y sentirse jóvenes y que, por tanto, pueden buscar oportunidades y cambios en todos los ámbitos de su vida, también en el de las relaciones. Hay un gran cambio de paradigma de cómo la sociedad percibe a las personas de 50 años y más”.

Madurez y seguridad

Una de esas personas que está viviendo esta década con mucha plenitud es la guionista y escritora Anna Manso, que se separó cuando tenía 48 años. Todo lo que le ha pasado desde entonces lo considera "maravilloso, aunque también haya habido momentos de tristeza". "Te encuentras con una madurez y una seguridad que antes no tenías y te puedes dar un espacio de libertad absolutamente fantástico", explica.

Quien también ha vivido la separación de la pareja como una liberación es Núria, que prefiere no decir su apellido, que acaba de cumplir los 50 y que considera que está en un momento de “plenitud” porque está “ sola, feliz y con el hijo ya mayor”. Ha descubierto las aplicaciones para ligar y, dado que ahora no busca ninguna relación estable, ya le va bien lo que encuentra en la aplicación, que son sobre todo hombres de su edad y más jóvenes que no quieren compromisos. “Me daba mucho miedo imaginarme sola en los 50, pero estoy mejor de lo que pensaba”, reconoce. Sin embargo, no todo son cosas positivas. “La presión social sigue siendo muy fuerte –dice–, y hay gente, sobre todo de la familia, que quiere que rehagas tu vida, lo que significa encontrar una nueva pareja. No entienden que no lo hagas o que no busques. Y también hay quien te mira con pena, como si tu situación, de mujer madura y sola, fuera muy triste. No soy ninguna guindilla rara, sólo quiero disfrutar la vida”.

Anna Manso reconoce que una de las frases que más ha combatido desde que se separó es la de “rehacer tu vida vinculada a encontrar una nueva pareja”. Y lo explica: “Para mí rehacer la vida no significa encontrar otra pareja, yo no necesito ninguna pareja, en todo caso tendré el deseo de tener un compañero en determinados momentos o con determinadas características, pero no lo necesito, estoy muy bien sola. Esto es bueno si parte de un deseo, no de una necesidad”, destaca. Manso cree que las cosas están empezando a cambiar justo ahora y que ser una mujer de 50 años y soltera es muy diferente de hace unos años. "Antes había mucho más estigma, sobre todo sobre las mujeres a partir de los 45 que no encajaban en determinados patrones". Ahora, dice, “somos unas cuantas mujeres que estamos viviendo y reivindicando el poder y la alegría de ser una mujer madura; existe una visión más abierta de todo ello”. Sin embargo, la escritora lamenta que “la sociedad intenta encorsetar a las mujeres en determinados roles a lo largo de toda la vida. Una mujer sola, que sabe lo que quiere y que está segura de sí misma puede asustar a mucha gente. Pero yo creo que esto es un buen filtro. A los que les asuste esto no les quiero en mi vida”.

¿Los 50 son los nuevos 30?

El cambio de paradigma, según expertos, es general. "No es lo mismo tener 50 años en el 2024 que hace 30 años, las dinámicas han cambiado mucho", apunta Ignasi Puig Rodas, mientras que Dolors Líria asegura que "hoy en día las diferencias entre edades son mucho más pequeñas que antes". “Como vivimos más años, la edad adulta se ha alargado y, por tanto, nos encontramos con personas de 50 años que tienen un estilo de vida propio de gente más joven, algo que hace años era impensable. Incluso existen puntos de encuentro, como el ocio nocturno, donde pueden convivir varias generaciones, y no hay ningún problema”.

Lo que sí ocurre a menudo a partir de los 50 es que las personas “empiezan a tener vicios, manías, mochilas con las experiencias vividas, porque tenemos experiencias vitales y recorridos diferentes, y esto a veces puede provocar resistencias hacia personas o experiencias nuevas, porque nos recuerdan lo que hemos vivido”, alerta Líria. Sin embargo, la profesional apunta que también nos puede ayudar a “tener más identificado lo que queremos”.

¿Y, a la hora de buscar pareja, sea estable o temporal, hombres y mujeres a partir de los 50 buscan lo mismo? Los expertos creen que no puede generalizarse. “Es importante tener en cuenta lo que han vivido las personas antes. Hay mujeres que han dedicado muchos años a cuidar a sus hijos pequeños y que llegan a esta etapa con ganas de priorizarse ellas o su trabajo”, apunta Ignasi Puig Rodas. "En cambio, hay gente que no ha parado de trabajar y que lo que quiere es dedicarse a hacer menos trabajo y disfrutar más de la vida", apunta el experto. Lo que puede ocurrir es que sea difícil, al menos al principio, conocer a gente nueva. “En los 50, tal y como está montada la sociedad, la gente se mueve en un entorno de amigos habituales, con dinámicas ya fijadas, y es difícil salir de aquí. Además, todo el mundo tiene poco tiempo y cuesta encontrar a gente nueva para socializar”. Lo confirma Anna Manso, quien, aunque explica que ella ha conocido a mucha gente a partir de los 50, admite que hay que “tener buena disposición”. “Quizá sea más difícil, porque tienes que rehacer tu vida social, pero tienes que ponerte bien, tienes que salir, tienes que hacer cosas, y así conoces a gente”. Una herramienta útil para conocer a gente son las aplicaciones de citas. “Es una nueva vía que la gente de 50 y más están utilizando con total normalidad”, dice Dolors Líria, “porque, aunque no son nativos digitales, son personas que llevan más de 10 años desarrollándose con normalidad y día a día en entornos digitales”. "Es una manera diferente de aproximarte a alguien, es una opción más y es igual de válida", comenta la experta.

Para Núria, lo más importante a la hora de utilizar estas aplicaciones es “tener claro lo que quieres y también dejarlo claro” para evitar malentendidos. A ella al principio le costó acostumbrarse al hecho de ir viendo perfiles de hombres “como si fueran productos”, pero al final lo ha acabado aceptando y ve lo positivo: “Me permite conocer a mucha más gente de la que conocería en mi día a día”. Es una de las virtudes de las aplicaciones de citas, en las que coinciden personas de todas las edades, como cada vez en más aspectos de la vida.

Juntos pero separados

A partir de determinadas edades existen fórmulas de relacionarse sexoafectivamente que tienen más éxito que otras. Dolors Líria habla del 'living aparte together', que es cuando las parejas no viven juntas, sino que cada uno tiene su piso y así su espacio propio. “Es una fórmula bastante habitual a estas edades, porque muy a menudo da pereza volver a convivir si ya se ha hecho durante muchos años. Así puede mantenerse la autonomía y la libertad y, además, si hay hijos es más fácil encajarlos si se vive separado”. Ignasi Puig Rodas también habla de la gente que apuesta por la "polisoltería", es decir, "personas que se consideran solteras y que no quieren iniciar ningún proyecto de pareja pero que sí quieren relaciones íntimas, que pueden ser duraderas y estrechas, pero sin tener ninguna etiqueta”.

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