Orden

Trucos para que la casa parezca más ordenada de lo que está

Tener las almohadas del sofá bien puestos y enmarcar los dibujos y láminas favorecen la sensación de orden de una estancia

Clara Massons
5 min
Una persona ordenando su casa en una imagen de recurso.

BarcelonaCada día dedicamos un rato a ordenar la casa porque nos gusta vivir en un espacio recogido, que nos transmita paz y tranquilidad. Pero a menudo, por mucho que ordenemos, nuestra casa no acaba de estar como nos gustaría. Los profesionales del orden tienen algunos trucos para que la casa parezca más ordenada de lo que realmente está y el orden brille con luz propia.

La entrada, la primera impresión

Empezaremos por la entrada, que es lo que causa la primera impresión de la casa a los invitados. Explica la famosa Marie Kondo que cuando visita las casas de sus clientes recibe mucha información por lo aseado (o mejor dicho, de desordenado) de la entrada, porque suele ser un reflejo del estado general de la casa. Si nos cuesta mantener la entrada recogida, al menos intentamos que no se note tanto el desorden. Y no por las visitas, sino por nosotros mismos. A nosotros también nos sugestiona encontrarnos la casa desordenada en cuanto abrimos la puerta.

Un truco es tener el perchero vacío, o bastante vacío. Evitaremos cargarlo de abrigos, jerséis, gorras, cascos, bufandas y bolsas. La ropa puede ir al armario, o podemos dejar en la entrada sólo las que nos ponemos más. Los cascos pueden ir escondidos en un mueble, al igual que los zapatos.

El segundo truco es no tener pequeñas cosas sin sitio. Las monedas irán al monedero. Las facturas las abriremos enseguida y las archivaremos. O bien las tiraremos si no es necesario conservarlas. Guardaremos las gafas de sol, un montón, un clavo, dos caramelos… en su sitio. Si no lo tienen, deberemos crearlo. Estas pequeñas cosas esparcidas en el mostrador nos delatan. Para las llaves, podemos colgar un clavito lindo en la pared, o poner un platillo o un cuenco de madera o de algodón (el que sea más agradable en el oído) para dejarlas allí. Mantener las superficies limpias hará que la entrada se vea mucho mejor de lo que realmente está.

El aseo y el dormitorio, visualmente más limpios

Los lavabos también pueden mejorarse con un par de trucos. Lo primero es colgar las toallas siempre rectas. Y si las tenemos conjuntadas, es ya de premio. El segundo mandamiento es no tener ropa colgada detrás de la puerta, como el pijama o el jersey de andar por casa. Y si queremos un tercer mandamiento, no tengamos libros ni revistas a la vista. Muchas familias tienen para acompañar los momentos de soledad en la taza del inodoro, pero rompen la armonía del lavabo. Y otro elemento que no me canso de ver en los vídeos de YouTube y en los programas de televisión estadounidenses es la tapa del inodoro altura. Por favor, bajamos la tapa del inodoro cuando acabamos de hacer necesidades y tendremos un aseo visualmente más relajante y más limpio.

Continuamos hacia el dormitorio. La cama debe estar hecha, evidentemente, esto se da por sabido. Para que la mesilla de noche se vea más ordenada, guardaremos en vertical la crema de manos, y la lucecita de lectura de pinza, los libros, los auriculares, el cargador, etcétera en una cesta bonita. Acostumémonos a agrupar el revoltijo en contenedores. Y si tenemos cajones, mejor aún. Saque partido.

Para que el armario de ropa se vea más ordenado es recomendable tener las perchas iguales. Recomiendo los de madera o bien los aterciopelados, que son más delgados y antideslizantes. Dejaremos un dedo entre cada perchero y cada uno sólo tendrá una prenda. A la hora de colgar la ropa podemos tener en cuenta tres premisas: colgar la ropa de largo a corto, de oscuro a claro o grueso a delgado. Es muy difícil que podamos cumplir las tres premisas a la vez, así que escogeremos el criterio que mejor se vea en nuestro armario para que sea práctico y haga el mejor efecto posible.

Los detalles de la sala, el estudio y el comedor

La sala de estar es otra zona activa de la casa y puede verse fácilmente desordenada. Pondremos nuestra atención en algunos detalles. Primero, que las cortinas estén planchadas y totalmente cerradas o totalmente abiertas. Así da más efecto de orden que pasadas hasta la mitad de la ventana. El segundo detalle, y muy importante, es tener las almohadas del sofá bien colocadas. Y, como en el caso de las toallas del lavabo, si conjuntan se verán más armónicos y transmitirán más orden. El tercer detalle es tener siempre las pantallas de las luces y los cuadros rectos.

El estudio o el escritorio se pueden ver caóticos para que tengamos muchos elementos pequeños, como bolígrafos, folios y cables. Lo primero que hay que hacer es intentar tener el escritorio recogido, por supuesto. Un truco para que se vea más ordenado es esconder los cables. Optaremos por el Bluetooth siempre que nos sea posible, o esconderemos los cables entre muebles y pared. Los podemos enganchar con cinta o con adhesivos para que queden más fijados y no se caigan. Otro truco es poner bien la silla cuando nos levantamos, bien pegada a la mesa.

El hábito de acercar las sillas también lo tendremos en el comedor. Parece una obviedad, pero es muy frecuente en las casas que el mantel se quede en la mesa, lleno de muelles, con la jarra de agua encima y la aceitera. Y si también queremos armonía con la mesa parada, una jarra de cristal (o que simule cristal) siempre estará más integrada que una botella de plástico con su etiqueta de colores. Y hablando de colores, elementos que nos desordenan las paredes son los dibujos o láminas sin enmarcar. Lograremos más sensación de orden si los enmarcamos y los colgamos con criterio y buscando un diálogo entre las imágenes.

Las habitaciones de los más pequeños

Las habitaciones de nuestros hijos e hijas también pueden verse peor de lo que realmente están debido a la proliferación de juguetes, libros y materiales. El truco de enmarcar las láminas y dibujos también lo aplicaremos en la habitación de pequeños y adolescentes. En segundo lugar, intentaremos que los muebles conjunten o sean de un mismo estilo para que transmitan una sensación de homogeneidad. Esconderemos de la vista todo lo posible y dejaremos los elementos que más nos gustan y que no alteran el orden de la estancia. Aquí también pondremos en práctica los trucos que sirven a otras partes de la casa: almohadas rectas, luces y cuadros rectos, cortinas planchadas y totalmente abiertas o cerradas, ninguna prenda en el perchero de la pared, la silla arrimada en el escritorio, y un sitio para cada cosita pequeña que pulula por las superficies. Y si no queremos ordenarlo porque nos da pereza o no sabemos qué hacer con ellos, guardémoslo en un cajón para que no hagan ruido visual.

Si bien no es necesario aplicar todos estos trucos a la vez, llevar a la práctica algunos ya marcará una diferencia en casa. Enseguida notaremos cambios en las estancias y convertirán nuestras cuatro paredes en un santuario de paz y tranquilidad en el que ser un poco más felices cada día.

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