Sarah Ferguson también paga el precio de la amistad con el pedófilo Epstein

La duquesa de York y ex esposa del príncipe Andrés expresó apoyo al financiero en unos correos privados aunque ya había sido condenado por delitos sexuales

Andrés de York y Sarah Ferguson
22/09/2025
3 min

LondresSeis años después de que se suicidase en prisión, el financiero, multimillonario y pedófilo estadounidense Jeffrey Epstein sigue acumulando víctimas, en este caso de segunda clase, además de las muchas mujeres que le han acusado de tráfico sexual. Su fantasma ha atrapado en esta ocasión a Sarah Ferguson, duquesa de York y exesposa del príncipe Andrés, también caído en desgracia por su conexión con Epstein. La duquesa ha sido apartada este lunes como patrona de la fundación infantil Julia's House, un hospicio que atiende a niños con enfermedades graves en el sur de Inglaterra; también ha sido apartada de la fundación Prevent Breast Cancer, y de otras dos organizaciones benéficas más. La decisión responde a la revelación hecha este fin de semana de un correo electrónico que Ferguson envió a Epstein en el 2011 en el que se muestra cercana al convicto por delitos sexuales.

Unos e-mails revelados por The Sun muestran que la duquesa mantuvo contacto con el hombre que comprometió irreversiblemente la reputación del príncipe Andrés, hasta el punto de que Isabel II le acabó apartando de la vida pública. En uno de los mensajes, Ferguson agradece a Epstein su "generosidad" tras recibir ayudas económicas por valor de 15.000 libras para saldar deudas. La revelación ha reabierto la polémica sobre la ligereza con la que algunos miembros de la realeza británica trataron con el financiero estadounidense pese a las graves acusaciones que le rodeaban.

El escándalo de Epstein no es un asunto lejano para la duquesa de York. Su relación con Andreu, pese al divorcio de 1996, siempre ha sido estrecha. Comparten residencia en Royal Lodge, Windsor, y Ferguson ha sido una de las voces más constantes en defensa del príncipe. Pero esa lealtad ha tenido un precio. Cuando en 2019 Andreu cayó oficialmente en desgracia a raíz de las denuncias de abusos de Virginia Giuffre, que entonces sólo tenía 17 años, Sarah Ferguson vio cómo su nombre quedaba inevitablemente asociado a una de las crisis más graves de la monarquía británica en décadas. Giuffre aseguraba que fue forzada a mantener relaciones sexuales con Andreu en Londres, después de que Epstein la llevara a casa de su amante y cómplice Ghislaine Maxwell, ahora encarcelada en Estados Unidos. El caso se cerró el 2022 con un acuerdo millonario extrajudicial, pero la reputación de Andreu nunca se ha rehecho, aunque él siempre ha negado cualquier relación con Guiffre.

El doble juego de la duquesa

Los correos revelados por la prensa británica enrojecen a quien los lee teniendo presentes los delitos de Epstein. En los correos se puede leer: "Sé que te sientes trágicamente decepcionado por mí. Y tengo que disculparme humildemente delante de ti y de tu corazón por eso. Siempre has sido un amigo fiel, generoso y supremo para mí y mi familia. Me disculpo por no haberte respondido antes de tenerlo; estaba paralizada por el pan. a ver contigo ni hablarte, y que si lo hacía crearía aún más problemas para ti, para el duque y para mí estaba rota y perdida.

Estas líneas contradicen frontalmente sus declaraciones públicas y dejan en evidencia un doble juego que ahora le ha pasado factura. El nuevo golpe de estaca del fantasma de Epstein en el corazón de los royals coincide con otro episodio político de alto voltaje en Reino Unido relacionado con Epstein. A principios de septiembre, el primer ministro Keir Starmer destituyó a Peter Mandelson, embajador británico en Estados Unidos y veterana fuerza oscura del Partido Laborista durante las últimas tres décadas, después de que salieran a la luz correos electrónicos en los que el exministro de los gobiernos de Tony Blair y Gordon Brown mostraba una relación mucho más despejada.

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