Madrid

Nuevos detalles de la detención del hijo del presidente del Tribunal Constitucional: un cerrajero y una bolsa de cocaína en el zapato

Cándido Conde-Pumpido Varela, hijo del presidente del TC, ha ingresado por segunda vez en un centro psiquiátrico

Cándido Conde-Pumpido Varela
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BarcelonaEl pasado 3 de noviembre Cándido Conde-Pumpido Varela fue detenido tras recibir la acusación de haber participado en una agresión sexual en grupo a una chica. Según la denunciante, el hijo del presidente del Tribunal Constitucional y dos amigos suyos le habían obligado a realizar prácticas sexuales sin su consentimiento. Hace unos días el programa Y ahora Sonsoles tuvo acceso al atestado policial donde se detalla la rocambolesca detención del joven de 42 años, que ha terminado en libertad después de que la jueza desestimara la versión de la mujer.

Este miércoles se han filtrado los vídeos de las cámaras de seguridad del interior de la vivienda del abogado del día de la presunta agresión a esta trabajadora sexual, a la que habían pedido sus servicios. También se han hecho públicas distintas declaraciones de la detención del día 3, así como el atestado policial, donde entre otras cosas se detalla que encontraron una bolsa de cocaína en el zapato de Conde-Pumpido en el momento de la detención.

El acusado, que lleva el mismo nombre que su padre, es hijo de Cándido Conde-Pumpido Tourón, el actual presidente del Tribunal Constitucional y uno de los magistrados del juicio del Proceso. Concretamente, fue uno de los dos letrados que se apartaron de la causa del Proceso después de recibir un recurso de distintos acusados ​​del gobierno de Catalunya, entre ellos Carles Puigdemont. Según el recurso, Conde-Pumpido había hecho unas declaraciones incompatibles a la imparcialidad, lo que imposibilitaba el ejercicio como magistrado en el juicio del Proceso de 2017.

Si bien actualmente el hijo del presidente del Tribunal Constitucional está en libertad después que la juez desestimara la versión de la mujer, la detención ocurrida el viernes día 3 en su domicilio de Madrid fue, como mínimo, peculiar. Pasadas las siete de la tarde, la policía se personó en el piso de Cándido para ejecutar la detención. Pero el joven no contestaba ni en el timbre de la puerta ni en las llamadas del teléfono móvil y fijo. Al cabo de un rato apareció también un amigo suyo –uno de los acusados ​​de la denuncia–, que fue detenido en ese mismo momento. Ya eran las ocho y media cuando la madre del denunciado llegó casualmente al portal de casa de su hijo, donde desde hacía una hora la policía intentaba entrar. "Está preocupada por el estado de salud de su hijo, ya que toma medicación. Teme por su vida y que le haya pasado algo grave o pueda tener algún intento autolesivo", declara el informe policial. Según la madre, Cándido llevaba horas sin dar señales de vida.

La madre intentó acceder al piso con una copia de las llaves, pero la cerradura estaba bloqueada desde el interior, así que el grupo avisó a un cerrajero. Cuando el profesional estaba desmontando la cerradura, Cándido preguntó entonces desde el interior del piso: "¿Quién hay?" Al abrir la puerta el joven declaró que "se estaba durmiendo" y que no se encontraba bien. Automáticamente la madre pidió una "valoración médica-psiquiátrica urgente" aunque él se negara a aceptarla. Tras su llegada al hospital, el hijo del presidente del Tribunal Constitucional fue detenido y los policías procedieron al registro corporal. Un mechero y una bolsa de plástico con cocaína es lo que encontraron que Cándido llevaba entre el calcetín y el zapato.

Tras pasar las dos noches del fin de semana, el acusado salió en libertad el pasado 5 de noviembre después de que la jueza "no visualizara ninguna situación similar a la descrita por la denunciante", tal y como se expresa en la resolución. En las imágenes del interior del piso donde, según la acusada, sucedió la agresión se observa a la mujer "en diferentes dependencias de la casa (cocina, dormitorio y parte exterior)", también uno de los dormitorios donde denunciado y denunciante pasan "varias horas entrando y saliendo, bebiendo, etc." Por tanto, el joven de 42 años queda en libertad tras desestimarse la versión de la mujer de 36 años.

Ahora bien, la situación actual de Conde-Pumpido sigue causando preocupación a sus familiares. Fuentes médicas han confirmado que la familia hizo una segunda petición el pasado viernes, día 10, porque su madre seguía muy preocupada por la salud de su hijo con motivo de la depresión que sufre, lo que ha hecho trasladar de nuevo a Cándido a un centro psiquiátrico.

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